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Verdasco liquida a Nadal

El madrileño elimina en la primera ronda del Abierto de Australia al de Manacor (7-6, 4-6, 3-6, 7-6 y 6-2), que cae por segunda vez en su carrera en la primera ronda de un gran torneo

Alejandro Ciriza
Nadal se lamenta durante el partido contra Verdasco.
Nadal se lamenta durante el partido contra Verdasco.THOMAS PETER (REUTERS)

El arranque de esta edición del Abierto de Australia está siendo volcánico. Si la primera jornada vino acompañada de la publicación de una supuesta trama de apuestas ilegales y amaños de partidos de primer orden mundial, la segunda deparó otro sorpresón, aunque este meramente deportivo: Rafael Nadal, ganador de 14 grandes, quedó eliminado. El de Manacor perdió contra Fernando Verdasco en la primera ronda (7-6, 4-6, 3-6, 7-6 y 6-2, después de cuatro horas y 41 minutos) y se marchó de forma prematura del primer grande del curso. Es la segunda vez en toda su carrera (antes fue en Wimbledon 2013) que Nadal cae tan rápido en un Grand Slam. No pudo el balear con un magnífico Verdasco, que se aferró al duelo con uñas y dientes pese a ir por debajo (2-1) y que firmó un quinto parcial fabuloso. Ahora, el madrileño se medirá a Dudi Sela en la siguiente fase. El israelí, 87º del mundo, venció al alemán Benjamin Becker por 6-1, 6-3, 2-6 y 6-2.

El tenis premió el todo o la nada, la adrenalina. El madrileño abrasó a su rival con 90 ganadores

Con la semifinal de 2009 aún en la memoria, saldada entonces a favor de Nadal (tras cinco horas y 14 minutos), el choque entre los dos tenistas españoles volvió a contener una dosis altísima de épica. Mientras que Nadal planteó el duelo desde el control y la linealidad, Verdasco propuso todo lo contrario: tenis directo y descarnado. El todo o la nada, un estacazo tras otro. Adrenalina pura. Lo reflejan los 90 golpes ganadores y los 20 servicios directos con los que abrasó a su compañero en el dobles, que falló mucho menos (38 errores no forzados frente a 91), pero que se quedó en 37 tiros definitivos y fue perdiendo el color progresivamente hasta caer a plomo en el quinto parcial.

A pesar de haber cedido el primer set en el tie break, el de Manacor se repuso en el segundo y el tercero. Verdasco, de 32 años y 47º en la lista mundial, acusó en ese tramo del partido el precio del riesgo, su constante despliegue a una sola carta. Se le fueron un buen puñado de bolas a los pasillos y cometió un total de 10 dobles faltas. Nadal mantuvo su esquema, mucho más plano y efectivo... hasta que esas bolas que antes no encontraban acomodo en los límites legales de la pista comenzaron a entrar como centellas.

Verdasco celebra su triunfo contra Nadal en Melbourne.
Verdasco celebra su triunfo contra Nadal en Melbourne.Ryan Pierse (Getty Images)

Servicios con picos de hasta 223 km/h le permitieron al madrileño seguir amarrado al duelo. Quebró el saque de Nadal nada más comenzar el cuarto acto, pero encontró la réplica de este y todo parecía abocado al triunfo del número cinco. Parecía, porque cuando muchos pensaban que Verdasco ya se había inclinado, y más con ese 6-5 y 0/30 a favor del de Manacor, a solo dos puntitos de la victoria y la continuidad, la historia del partido dio un giro copernicano. 

El esquema de contención de Nadal fue plano, demasiado escaso en la oferta. Demasiado conservador

La derecha de Verdasco, que dejó muy atrás sus días de gloria (en aquel 2009-Australia precisamente), comenzó a trazar diabluras. Artillería pesada para ir descomponiendo el esquema de contención de Nadal, demasiado plano, demasiado escaso en la oferta. Conservador. Su drive fue estéril y padeció con los segundos servicios; fue perdiendo poco a poco el sitio, y eso que en la quinta manga comenzó con una rotura y 2-0 de su lado. Pero Verdasco, que le había derrotado en dos de sus tres últimos enfrentamientos (Madrid 2012 y Miami 2015), sacó el taladro y perforó desde el fondo de la pista. También en la red, donde su efectividad se disparó hasta el 93% (25/27).

"He pegado de forma increíble, no sé ni cómo...", admitía después, mientras Nadal (defendía los 360 puntos cosechados el año pasado en Melbourne) enfilaba el vestuario cabizbajo, de nuevo demasiado pronto en un Grand Slam. Una dinámica descorazonadora para sus feligreses. El tenis, así de caprichoso, premió a la osadía frente a la prudencia. Si aquel triunfo de 2009 representa una de las grandes victorias del balear, esta es una de sus derrotas más duras.

Resultados. Cuadro masculino: David Ferrer, 6-4, 6-4 y 6-2; Feliciano López, 6-1, 6-0 y 6-4 a Daniel Evans; Marcel Granollers, 6-2, 4-6, 6-1 y 6-4 a Matthew Ebden; Tommy Robredo, 7-5, 3-6, 4-6, 7-6 y 8-6; Tim Smyczek, 6-1, 3-6, 6-3 y 6-2 a Daniel Gimeno-Traver; Andy Murray, 6-1, 6-2 y 6-3 a Alexandr Zverev. Cuadro femenino: Garbiñe Muguruza, 6-0 y 6-4 a Anett Kontaveit; Lara Arruabarrena, 6-7, 6-3 y 6-3 a Maryna Zanevska; Shuai Zhang, 6-4 y 6-3 a Simona Halep; Johanna Konta, 6-4 y 6-2 a Venus Williams; Ana Ivanovic, 6-2 y 6-3 a Tammi Patterson.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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