_
_
_
_
_

El sueño de volar

El parapentista Horacio Llorens ha surcado los cielos de más de 40 países, ha sido 5 veces campeón del mundo y tiene, entre otros, el récord del mundo de giros verticales en el aire

Horacio recorrió el continente de norte a sur junto al belga Thomas de Dordolot. “Tuve que aterrizar en el volcán activo Ol Doinyo Lengai y pasar la noche en el cráter, al día siguiente recorrí esa zona salvaje e impresionante”, cuenta.Vídeo: CLAUDIO ÁLVAREZ | SEARCH PROJECTS

Horacio Llorens (Madrid, 33 años) se dedica a volar. Es un referente mundial del parapente acrobático, cinco veces campeón de la Copa del Mundo y triple medallista en los Juegos Aéreo Mundiales, las olimpiadas de los deportes aéreos. Ha volado en más de 40 países (desde Noruega hasta Sudáfrica), ha batido récords mundiales y ha volado en sitios donde nunca antes había volado nadie.

Cuando era un niño en Albacete, Horacio tenía una misión cada mañana: “mirar por la ventana a ver de dónde venía el viento”. Aprendió a volar gracias a sus primos Raúl y Félix Rodríguez, leyendas de la historia del parapente, y al Tío Félix, instructor de vuelo en Albacete y el punto de inspiración para toda una familia de surcadores del aire. “Aprendí respetar el parapente, a disfrutar de cómo se vuela y por qué, a entender el aire y la meteorología. Volar es como jugar al ajedrez con la naturaleza, jugar con los vientos, con los valles y con las laderas de las montañas, averiguar dónde está la corriente que te ayuda a subir o sentir cómo la naturaleza te está ayudando a volar”, relata con entusiasmo.

Foto: reuters_live | Vídeo: Red Bull

Con 19 años debuta en la Copa del Mundo de Parapente Acrobático y en 2008, con 26, se proclama campeón del mundo. Repite título en 2009, gana el oro en los Juegos Aéreos Mundiales y entra en el equipo Red Bull. Desde 2010 hasta 2015 gana tres veces más la Copa del Mundo y otras dos medallas en las olimpiadas del aire, pero la historia de Horacio no se entiende sin la aventura fuera de la competición.

Vídeo: Red Bull

El punto de inflexión fue en 2009, cuando emprendió una expedición para batir el récord del mundo de Infinity Tumbling. Viajó a Nepal y batió el récord (281 rotaciones), pero también estuvo allí tres meses, voló en montañas a 5.000 metros, grabó un documental (Infinity Himalaya) y redescubrió unas sensaciones olvidadas. “Recordé las cosas que me estaba perdiendo de mi deporte: la aventura, los paisajes nuevos, conocer culturas, países y explorar sitios en los que nunca se había volado”. A partir de ahí, viaja a México, Guatemala y Pakistán. En 2012 llega el soporte de Red Bull para esta nueva faceta del parapente y todo se multiplica. Ya ha grabado cuatro documentales y más de una decena de clips de acción.

Vídeo: Red Bull

Ahora dice que se siente raro si no carga siempre con “la mochila de 20 kilos en la que llevamos nuestro propio avión”. Tiene ganas de hacer nuevos proyectos, en abril va a volar en Madagascar, quiere volver a Pakistán este año y tiene dos sueños en la cabeza: “La isla de Svalbard, al norte de Noruega, un lugar a latitud 81 donde viven más osos polares que personas. Y la Antártida”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_