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Cavani pone por delante al PSG ante un combativo Chelsea

El uruguayo desnivela un partido de alta intensidad y acerca a los franceses a los cuartos de Champions

Cavani bate por bajo a Courtois.
Cavani bate por bajo a Courtois.Benoit Tessier (REUTERS)

Amparado en un entorno capaz de excitar al más calmado, el Paris Saint-Germain se puso en ventaja en el clásico contemporáneo que le vuelve a enfrentar al Chelsea. Lo hizo desde el frenesí, con intensidad, imprimiendo a todas sus acciones quizás un punto más de velocidad de lo aconsejable. Le costó al PSG descerrajar el plan defensivo de un antagonista que sabe bien de qué va lo de esperar y aprovechar debilidades ajenas, que no se descompuso, se plegó pródigo en ayudas defensivas y fue a más en cuanto al rival se le empezó a consumir el fervor. Pero que a la postre cayó y deberá remontar en Stamford Bridge. Allí dirimirán de nuevo dos capitales, dos estilos, el glamour parisino contra el carácter londinense.

Pronto se puso en evidencia que a los parisinos no les llegaba con ir a todo trapo porque seguramente no empleaban ese valor en los terrenos debidos. Buscó el juego y el vértigo más por dentro que por los flancos y ahí su rapidez tropezó no solo con más obstáculos sino con la vocación defensiva de su oponente. Tiene oficio en esas lides el Chelsea, con él navegó durante la primera media hora sin mayores zozobras para Courtois y a partir de él supo crecer para hacer daño. Lo hizo en un remate de Diego Costa tras un gran centro del lateral zurdo Baba Rahman. Buscó el segundo palo el brasileño para desmarcarse y desde allí obligó a que Trapp desviase a una mano en un meritorio contrapie. La pelota tocó el larguero antes de salir a córner y sirvió como toque de atención al PSG, que entendió que, aun con armas diferentes, el partido no solo iba en una única dirección.

El Chelsea fue a más, creció con la pelota y empezó a poner en acción a Fàbregas, Willian e incluso al muy intermitente Hazard. Pero justo en pleno despegue le mandó a la lona un gol de Ibrahimovic en un libre directo que golpeó en Mikel, que en el exterior de la barrera se volteó como si fuese un alevín. El sueco festejó el suceso con teatralidad, el Parque de los Príncipes entró en ebullición, pero el Chelsea tiene el sello de los equipos cincelados sobre el granito. Encontró una rendija en la última jugada antes del descanso cuando Diego Costa tocó en el primer palo un córner y desajustó de una tacada a Ibrahimovic, Motta y Verratti para dejar solo ante el empate a Mikel, que no perdonó.

El PSG había ido a menos, pero el descanso le reactivó y se lanzó a por la victoria. Lo hizo con más poder que finura, si se considera que Rabiot y Pastore estuvieron largo tiempo calentando en la banda. Pero le sobró para exigir a Courtois porque además Verratti pareció ubicuo. Con el paso de los minutos recuperó la pelota cada vez más adelante el PSG. El Chelsea volvió a cerrarse, pero con mucho menos confort. Tuvo alguna opción, curiosamente más desde la maduración que desde el contragolpe más directo. Parecía abocada la eliminatoria a llegar a su ecuador en idéntico punto al del año pasado, otro 1-1, pero llegó la pausa y Di María encontró a Cavani en una precisa maniobra de pase y desmarque tras la zaga, el PSG se puso en ventaja, Blanc relevó a sus interiores, le dio aire final a su medular y llegará a Londres en ventaja.

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