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Un provocador en el banquillo de Boca

Barros Schelotto, que ganó 16 títulos como jugador xeneixe, vuelve al club como 'míster'

Alejandro Rebossio
El nuevo entrenador de Boca Juniors, Guillermo Barros Schelotto, este miércoles junto al presidente del club, Daniel Angelici.
El nuevo entrenador de Boca Juniors, Guillermo Barros Schelotto, este miércoles junto al presidente del club, Daniel Angelici.MARCOS BRINDICCI (REUTERS)

Guillermo Barros Schelotto era un atacante aguerrido, ágil, arremetedor y muchas veces goleador que ganó con Boca Juniors 16 títulos locales e internacionales entre 1997 y 2007. Era famoso también por ser un provocador ante los rivales y los árbitros. Nueve años después mantiene el vértigo en su vida como entrenador: en enero pasado, después de tres buenos años en Lanús, se fue a dirigir al Palermo, pero a los cinco partidos renunció porque quería entrenar a Boca, según denunció el presidente del club italiano, Maurizio Zamparini. Barros Schelotto alegó que se había cansado de esperar la autorización de la UEFA para entrenar. Este miércoles, tres semanas después de regresar a Argentina, asumió como director técnico del xeneixe en el lugar de Rodolfo Arruabarrena, su excompañero de plantilla en Boca que venía de conquistar la liga el año pasado pero sufrió un mal inicio de 2016.

Barros Schelotto ha mantenido como ‘míster’ sus fuertes discusiones con los colegiados y su ambición por ganar a cualquier precio. En Lanús, un club modesto del Gran Buenos Aires (periferia de la capital argentina), logró en 2012 la Copa Sudamericana y el segundo puesto en la liga. Hizo jugar al Granate con un esquema vertical, ofensivo, con rápidas transiciones por el medio campo, dinámico como era él como futbolista, con un 4-3-3. Es el mismo dibujo que plasmará en Boca y en el que pondrá a Carlos Tévez, el ídolo de la plantilla, como atacante central, en lugar de retrasarlo al centro del campo para crear juego, como hasta ahora. El Mellizo, de 42 años, lo conoce bien porque un joven Tévez, de ahora 32, le ganó el puesto en la delantera de Boca allá por 2003. El Apache jugará “cerca del área, de centrodelantero o acompañado, no por los extremos”, porque en esa zona marca la diferencia, según definió Barros Schelotto este miércoles en una rueda de prensa.

Hijos de un médico de La Plata que llegó a presididir Gimnasia y Esgrima, Guillermo y su hermano mellizo Gustavo nacieron el 4 de mayo de 1973 en esta ciudad, capital de la provincia de Buenos Aires. Ambos jugarían después en Gimnasia y en Boca, pero antes estudiaron en un colegio católico de allí al que también asistía Martín Palermo. Los Barros Schelotto y Palermo eran amigos pese a que después se enfrentaron una y otra vez en el derby platense. El Loco jugaba en Estudiantes. Gustavo Barros Schelotto era centrocampista y ahora oficia de segundo entrenador de su hermano. Los mellizos jugaron en el Lobo platense entre 1991 y 1997, ganaron la Copa Centenario (similar a la del Rey en España) en 1994 y conquistaron el segundo puesto de la liga en 1995 y 1996. Por recomendación de Diego Maradona, entonces jugador de Boca, en 1997 los mellizos y Palermo fueron contratados por el club más popular de Argentina.

Guillermo y El Loco formaron una delantera letal. El ahora entrenador xeneixe, que sacaba lo mejor y lo peor de sí en los derbys con River Plate, ganó con Boca seis ligas, cuatro copas Libertadores de América y dos Intercontinentales, una de ellas ante Real Madrid en 2000. Anotó 86 goles en 300 partidos. Llegó a jugar diez partidos con la selección argentina, en las eliminatorias de Francia 1998 y en la Copa América 1999, pero nunca marcó un gol con ella. Entre 2007 y 2010 se fue a Columbus Crew, de Ohio, y decidió finalizar su carrera en Gimnasia hace cinco años. No quiso cobrar por esos seis meses en que volvió a vestir los colores del Lobo. En su despedida como jugador, Gimnasia bajó a Segunda.

“Entrar a La Bombonera después de (casi) diez años es emocionante”, dijo este miércoles Barros Schelotto en el estadio de Boca. “Quiero agradecer al Vasco Arruabarrena, que dejó cosas importante en el club”, continuó el nuevo entrenador, pero aclaró: “Sabemos que Boca fue campeón hace dos meses (en realidad son cuatro), pero esa diferencia que había sacado con el resto ya no la tiene y, por eso, el cambio de entrenador”.

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