El Villarreal, sin problemas en Leverkusen

Se ha convertido el Villarreal de Marcelino en un equipo pragmático, hermético, austero en ocasiones, solvente en todo caso. Fiado a su capacidad defensiva, el conjunto castellonense gestionó con madurez los dos goles de ventaja adquiridos en El Madrigal una semana atrás. El Villarreal rebajó el poder ofensivo del Bayer Leverkusen al que no dio opción alguna de creer en la remontada, sin apenas sufrimiento el equipo de Marcelino que se encuentra entre los ocho mejores de la Liga Europa.

De inicio, acaparó el esférico el Leverkusen. Nada que no esperase el Villarreal, dedicado en principio a cerrar espacios y proteger a Asenjo, de regreso a la portería del Villarreal tras once meses ausente tras superar una tercera operación de ligamentos. Pasado el cuarto de hora, el portero palentino volvió a sentir las sensaciones bajo los tres palos y trasmitir seguridad a sus compañeros en una salida a los pies de Çalhanoglu, rebañando el balón en el intento del turco de esquivarle.

La renuncia al control del juego del equipo de Marcelino, hizo crecer a los alemanes, con más presencia que esencia en las cercanías del área amarilla, sin noticias del Villarreal en ataque, más pendiente de no desordenarse que de buscar el gol definitivo, confiado a su buen hacer defensivo. Media hora le costó al equipo de Marcelino quitarse la presión del Bayer y asomarse al área germana. En su primera llegada clara, pudo adelantarse en el marcador tras una asistencia de Soldado a Denis Suárez, desperdiciada por el pontevedrés por un mal control final en disposición de anotar.

Al Villarreal le faltaba precisión en el pase, sin encontrar pausa, cadencia y continuidad en el despliegue, con prisas por llegar al área de Leno. En todo caso, tuvo la virtud, habitual en esta temporada, de minimizar la ofensiva rival, de no conceder ocasiones al rival. No las tuvo el Leverkusen en el primer acto, salvo un remate alto de Frey a la salida de un córner en la última jugada previa al descanso.

El guión no cambió en la segunda mitad, dominador ficticio el Leverkusen que tuvo su oportunidad en flojo cabezazo de Papadopoudus que rebotó en el larguero desviado por Asenjo. El Villarreal seguía con su conservadora propuesta, hasta cierto punto arriesgada. Así lo entendió Marcelino que introdujo a Trigueros para asegurar más posesión de esférico, retirando a Samu Castillejo, extremo más vertical. El cambio logró el objetivo, más combinativo el Villarreal, que en la primera jugada que enlazó varios pases consecutivos pudo poner la sentencia, fallando Bakambu en el tiro final. Posteriormente tuvo la oportunidad Soldado de cabeza, salvando el gol Leno. El Leverkusen se rindió antes del final, impotente ante la seguridad del Villarreal, desperdiciando dos claras ocasiones cuando moría el partido. No le hizo falta el gol para clasificarse para los cuartos.