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El City se encomienda a la solidez

Pellegrini sacrifica la exuberancia ofensiva por un armazón más táctico y partidos más cerrados

Los jugadores del City celebran el gol ante el PSG.
Los jugadores del City celebran el gol ante el PSG.Jon Super (AP)

A Txiki Begiristain, director de fútbol del Manchester City, jamás se le cae el dedal cuando da puntadas. Siempre le ha acompañado, primero sobre el césped y ahora con el traje en los despachos, un halo de talento e inteligencia, de cerebral pillería. Tras el sorteo que emparejó a su equipo con el Real Madrid dejó dos claves. La primera, aguardada, tenía que ver con identificar al rival como favorito en la eliminatoria, valoración para la que se apoya en cuestiones que tienen que ver con el linaje. “Llevan 26 semifinales en la competición, seis de ellas consecutivas y el segundo partido en el Bernabéu puede ser imparable”. Pero la segunda encierra la realidad actual del equipo que prepara Manuel Pellegrini, hacia donde lo ha llevado en su ciclo de tres años: “Estamos siendo sólidos. Lo fuimos en las dos eliminatorias anteriores y debe ser nuestro objetivo: solidez atrás porque delante somos capaces de generar ocasiones”, expone Begiristain.

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La evolución del City muestra un equipo menos exuberante que el que alzó la Premier hace dos años como colofón al primer año de Pellegrini. Aquel título, acompañado del de la Copa de la Liga alcanzado semanas antes, fueron los primeros del técnico chileno tras diez años de periplo europeo. No volvió a alzar otro hasta que hace mes y medio superó en los penaltis al Liverpool en otra final de la tercera competición en importancia en Inglaterra. En todo ese tiempo de irregularidad trufado por más de una decepción, Pellegrini y la entidad se han enfocado a dejar una huella en Europa. Y han variado la estrategia. “Pensé que su defensa podría ser vulnerable, pero me sorprendieron”, confesó Laurent Blanc, técnico del París Saint-Germain tras caer el martes en el Etihad Stadium. “Recibimos críticas, pero en todo el tiempo que llevo aquí hemos ido mejorando”, sostiene el chileno.

Aquel equipo que hace un año anunció que le iba a quitar la pelota al Barcelona y luego sufrió un segundo revolcón en octavos de final es ahora un equipo más maduro que explora terreno desconocido para una entidad que a nivel continental solo alzó una Recopa hace ya 46 años. Es un grupo que busca partidos más cerrados, con mayor músculo defensivo y fiado al atrevimiento que le confiere el talento de Silva, Agüero o De Bruyne. “Si quieres ganar la Champions es necesario jugar con inteligencia”, resume Fernandinho. Tanto él como Fernando cierran la medular, dignos representantes del mediocentro brasileño cultivado con la semilla de Dunga y tamizada por una experiencia de más de diez años en los campos europeos. A partir de ellos se pliega y se despliega el City, que ha conseguido minimizar incluso sus problemas con los centrales porque Kompany atraviesa por un calvario de lesiones musculares, Otamendi no acaba de ofrecer su mejor versión, Mangala acapara críticas y reproches y Demichelis va camino de los 36 años.

Nueve puntos antes de recibir al Madrid

Cuarto en la Premier League, cuatro puntos por encima del Manchester United y apenas a dos de distancia del Arsenal, al City no solo le enfrasca el reto continental sino que debe resolver la temporada doméstica y asegurarse de que podrá repetir una campaña más entre los grandes del continente, para entonces bajo la dirección de Pep Guardiola. "No priorizo ninguna competición, nuestro objetivo es ganar los próximos nueve puntos", explica Pellegrini. Este sábado su equipo buscará tres en Londres contra el Chelsea, el martes visitará a Rafa Benítez y su apuradísimo Newcastle y el sábado siguiente recibirá al Stoke antes de recibir al Real Madrid el día 26.

A partir de los dos tocayos brasileños se forja un once tipo en el que no hay espacio para Yaya Touré, que agrega a sus problemas físicos el anuncio de su marcha del equipo a final de temporada. Errático en lo táctico, el veterano futbolista africano tiene complicado que Pellegrini le vuelva a pintar como mediocentro en su pizarra por más que no deje de darle importancia: “Es un jugador importante y puede marcar diferencias como titular o jugando media hora”. El marfileño puede operar como tercer volante o como mediapunta, pero ahí le tapa Kevin de Bruyne, de vuelta por la puerta grande después de dos meses lesionado. “Un futbolista básico para nosotros”, reconoce Kun Agüero, que en este nuevo orden guarda como oro a aquellos socios que le nutren, también a David Silva, que juega con problemas físicos desde hace tiempo y no actuará este sábado contra el Chelsea o a Raheem Sterling, que sufrió una lesión muscular hace cuatro semanas, y se le espera de vuelta el próximo martes contra el Newcastle. En plenitud, ante el Madrid ocuparía la plaza que en la eliminatoria contra el PSG fue para Jesús Navas.

A punto de llegar al final de su estancia en Manchester, a Pellegrini le seduce dejar un legado. “Vine aquí porque tuve buenas actuaciones con Villarreal o Málaga en competiciones europeas. Para mí era importante conseguir que el City mejorase en ese ámbito”. No deja de percibirse un rastro de tristeza en ese reto de progresión porque ahora que ha conseguido dar ese paso, Pellegrini tendrá que dejar paso a otro. Con todo, el destino ha querido ponerle otro goloso examen entre el futuro y el pasado: regresará al Bernabéu, donde apenas estuvo un año y siente que pocas cosas le salieron como hubiera deseado, entre ellas aquellas relacionadas con el respeto.

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