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Torres se abona a la rutina del gol

El delantero del Atlético anota con un cabezazo por cuarta jornada consecutiva en Liga, el noveno gol de la temporada.

Torres marca de cabeza ante el Athletic.
Torres marca de cabeza ante el Athletic.Alvaro Barrientos (AP)
GORKA PÉREZ

Simeone le pidió que estirase al equipo. Que se pegara lo máximo posible a los defensas para que así Griezmann tuviera algo más de espacio por el que moverse. Fernando Torres se pasó gran parte del partido barriendo, lo que para un delantero significa correr de un extremo al otro del ataque para intentar que los defensas tengan el menor tiempo posible para deshacerse de la pelota. Y lo hizo, tanto que se le vio más a él que al francés durante gran parte del encuentro.

Sin embargo, al Torres actual le gusta ser protagonista y para ello hace gala de su fortaleza física, de una velocidad punta que recuerda a la de otros tiempos y de un salto de cabeza tan impecable como eficaz. Porque fue así, de cabeza, como en San Mamés anotó su noveno gol de la temporada, el octavo en Liga, el cuarto que logra de manera consecutiva en otras tantas jornadas. Un mes marcando cada partido, un alivio y un recurso más para un Atlético que sigue reinventándose. En Bilbao, Simeone utilizó a Saúl y Thomas como si se tratasen de dobles figuras, más propias de un juego de cartas, para adecuarse a lo que le proponía el Athletic.

Su buen momento de forma ha provocado que la suplencia de Vietto no sea ya un acontecimiento sorprendente

Descartada la posesión de la pelota, el mediocampo del Atlético mutó de un 4-4-2 a un 4-5-1 con Griezmann acostado en la banda izquierda. Pero Torres seguía inamovible arriba. Todo destino ofensivo de cualquier balón en largo era contactar con el español. De vez en cuando le ayudaba en la presión Saúl, otro futbolista sin barreras en el movimiento, y hasta Koke llegó a asomar por el mismo lugar tratando de elevar la presión. Una tarea que ha interiorizado con humildad y ambición Torres, consciente como es de que los goles también son consecuencia de la insistencia. De hecho, su buen momento de forma ha provocado que la suplencia de Vietto no sea ya un acontecimiento sorprendente.

La jerarquía de Torres la sintió también Martínez Munuera, que gesticuló de una manera poco respetuosa en una jugada en la que el delantero del Atlético acabó en el suelo y este se lo hizo saber desde la seguridad que otorga la confianza. Otro gesto más que demuestra que ver marcar a Torres se ha convertido en una costumbre lo realizó Simeone. Mientras el balón se alojaba en el fondo de la red de la portería de Iraizoz tras salir despedido de la cabellera rubia del delantero, el argentino se volvía hacia el banquillo con las manos en los bolsillos.

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Sobre la firma

GORKA PÉREZ
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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