_
_
_
_
_

Hugh Carthy: un inglés muy poco inglés

El escalador del Caja Rural, el ciclista más deseado, prefirió España antes que correr en el Sky

Carlos Arribas
Hugh Grant, el viernes, en Madrid.
Hugh Grant, el viernes, en Madrid.Javier Valeiro

No corre el Giro estos días, sino la Vuelta a Madrid, el ciclista que todos los equipos desean. Se llama Hugh Carthy. Tiene 21 años. Mide 1,93 metros y pesa 64 kilos. Es más alto que Chris Froome y casi más delgado. Vive en Pamplona y corre en el Caja Rural. Acaba de ganar la Vuelta a Asturias después de lograr su primera victoria profesional en El Acebo, un puerto que marca, y en la Volta a Catalunya acabó noveno, no muy lejos de Nairo, Contador o Froome, a los que trató casi de tú a tú subiendo.

“La realidad es que ahora solo soy un escalador y no puedo competir por las generales, no tengo la durabilidad, la consistencia...”, dice Carthy en un magnífico español que aprendió en Pamplona conviviendo en un piso del equipo con el colombiano Heiner Parra.

Aunque no lo parezca, Carthy es inglés, de Preston (Lancashire), cerca de Manchester. Y no parece inglés no solo porque se aplique en hablar español, sino por su mirada abierta y curiosa al exterior, y, de pequeño y aún ahora siempre admiraba más a los ciclistas extranjeros, italianos, franceses, españoles, que a los ingleses, y la estética del ciclismo antiguo, sin gafas ni casco, con gorra y libertad, que cree más puro, más arte. “Soy normal, creo. La normalidad es relativa, ¿no?”, dice.

“Hay más que el ciclismo en la vida, no solo andar en bici y correr. Tienes que ser más completo que eso: aprender un idioma y una cultura diferente también es importante; el ciclismo es una herramienta para viajar y hablar en carreras con otros corredores…”, dice Carthy, que ha mamado el ciclismo desde los cinco años en una casa llena de bicicletas de su padre, ciclista aficionado admirador de Kelly y Roche.

Buen cocinero

Para parecer menos inglés aún, Carthy es también buen cocinero desde que le enseñó su madre de pequeño, y aprecia la buena calidad de las carnes y los pescados del mercado de Pamplona. Y es tan gastrósofo que pone la misma cara de arcada cuando se le pregunta si cocina pasta que cuando responde que cree que no, que espera que no, que sus padres le hayan puesto Hugh por el actor que se apellida Grant. “Me gustan otros países. Creo que podría vivir a gusto en cualquier país del mundo. Me gusta mirar otras culturas, aprender un poco aquí, otro poco allá”.

Y por si todo lo anterior no fuera raro hablando de un súbdito de la reina Isabel II, Carthy, tan cortejado, también porque ha sido capaz de decir no unas cuantas veces al Sky, el equipo con el que todos los niños ingleses sueñan.

“Caí en España porque mi mánager es español y me encontró aquí mi primer equipo profesional. El Caja Rural es el equipo perfecto para mí ahora: un equipo con ambición, pero no tan grande como para no dar oportunidades a un chico de 20-21 años, pero sin presión… ”, dice Carthy. “Y he dicho que no al Sky porque no quiero ir como aprendiz a un equipo grande, donde no tenga respeto y consideración de entrada. Al Sky hay que llegar como Landa, por ejemplo. Ha llegado al Sky sin haberlo ganado todo pero sí con galones que le permiten no trabajar para otros. Y yo aún no he ganado más que carreras poco importantes, Corea, Asturias... Antes de ir al Sky tengo que ganar carreras importantes y etapas en carreras grandes, Giro o Tour, para que me respeten. Esa es mi opinión”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_