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España ya descansa en la isla de la abundancia

La selección aterriza en su paradisíaco y bunkerizado lugar de concentración en la costa atlántica francesa con la preocupación por la falta de gol mostrada ante Georgia

Ladislao J. Moñino
Los jugadores de La Roja, en el aeropuerto de La Rochelle. Bartra y Cesc en primer término.
Los jugadores de La Roja, en el aeropuerto de La Rochelle. Bartra y Cesc en primer término.David Ramos (Getty)

Un cartel que comparten una extraña mezcla entre torero y bandolero con un balón bajo el brazo y una bailadora abrieron las puertas de la Isla de Ré a la selección española, que aterrizó sobre las nueve y media de la noche en el aeropuerto de La Rochelle. Un “Bienvenidos a La Roja” corona esa gigantesca y folclórica imagen instalada en el peaje que da paso al imponente puente de casi tres kilómetros alzado sobre el océano Atlántico en los años 90. Allí mismo, a la entrada de esa espectacular pasarela arquitectónica que une a la ciudad de La Rochelle con la isla, está prevista la instalación de uno de los cordones de seguridad durante la estancia de la selección. Otro de ellos está situado a unos 100 metros del Hôtel Atalante Relais Thalasso y prohíbe el paso a cualquier persona ajena a la selección y al personal del complejo hotelero. Una verja metálica, vigilancia privada y policía montada a caballo bloquean el acceso. Un paradisiaco, pero bunkerizado alojamiento en el que Vicente Del Bosque y sus futbolistas convivirán con la brisa atlántica durante al menos las dos próximas semanas.

 Las medidas extremas de seguridad que rodean a la selección contrastan con la silenciosa tranquilidad del paraje. España se ha instalado en un enclave destinado a la clase alta francesa donde los lugareños conviven con practicantes de kite-surf, surferos más ortodoxos y turistas que transitan por los más de 100 kilómetros de carril-bici que atraviesan los 30 kilómetros de largo por cinco de ancho del islote.

Por las orillas de playas de dunas, rodeados de bateas de ostras a las que está prohibido aproximarse a menos de 25 metros, también se mezclan, en busca de quisquillas, mejillones, y percebes, los excursionistas y la población autóctona que vive de las riquezas del mar de la Isla de Ré. Su nombre hace referencia a Rhea, diosa de la abundancia.

Ya bajo una luz tenue y en el autobús oficial con el lema “un color, una pasión, somos La Roja” , España se dirigió a su lugar de concentración con el traspié ante la modesta y correosa Georgia aún en la cabeza. “Esta derrota sirve para aprender, es un pequeño toque de atención. Nos tiene que servir, pero mejor que el pinchazo fuera el martes a que sea el próximo lunes c ontra la República Checa. Nosotros estamos muy ilusionados, nos toca defender título y vamos a dar el máximo”, advierte Sergio Ramos. “No creo que la gente se haya desmotivado por el partido, pero está claro que tenemos que devolver el cariño y la confianza que nos demuestran", abunda Ramos.

Foco para los delanteros

El partido ante Georgia despertó uno de los grandes temores que tiene Del Bosque antes del inicio de la competición: la falta de gol. Los tres tantos a Bosnia y los seis a Corea del Sur parecían haber alejado un tanto esa preocupación que el martes volvió a aflorar. “Que nos hagan un gol entra dentro de lo posible, que no hayamos hecho uno nosotros es una decepción grande”, espetó el seleccionador en la sala de prensa del Coliseum Alfonso Pérez de Getafe.

El foco vuelve a apuntar a los delanteros y a los centrocampistas encargados de generar juego y ocasiones de gol. Con Morata en el banquillo por precaución por sus molestias en los isquios fue Aduriz el que ejerció como referencia en ataque. El delantero del Athletic finalizó el encuentro con un solo remate, una cifra muy baja teniendo en cuenta el dominio ejercido por España.

La explosión de uno de los dos goleadores es esperada por el seleccionador, que no ha encontrado un nueve determinante desde los tiempos de Villa y Fernando Torres. Alcácer, máximo goleador de la fase de clasificación no ha entrado en la lista. España necesita ese cazagoles tan necesario en los grandes torneos.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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