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Gaizka Garitano entrenará al Deportivo

El técnico vasco regresa a Primera División tras salir del Eibar y una experiencia fallida en Segunda con el Valladolid

Gaizka Garitano dirigiendo un partido con el Eibar.
Gaizka Garitano dirigiendo un partido con el Eibar.Alejandro Ruesga

Gaizka Garitano Aguirre (Derio, 1975) será el nuevo entrenador del Deportivo, el elegido tras un proceso abierto por el club blanquiazul después de la destitución de Víctor Sánchez del Amo hace doce días. Regresa al tajo el preparador vasco, que viene de dos decepciones consecutivas. Hace dos campañas se fue al descenso con el Éibar al que había conducido de manera fulgurante hasta la máxima categoría desde Segunda B. Los despachos revocaron la sentencia deportiva, pero Garitano ya había hecho la suya propia –“un entrenador que desciende no puede seguir”- y decidió dejar Ipurúa. Le reclutó el Valladolid, en Segunda División, pero en tres meses le pusieron delante el finiquito.

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Garitano llega a Riazor con un contrato que le vincula por un año y con él recupera el Deportivo un perfil en el que el club siempre se sintió cómodo. “Me gustan los equipos ordenados, que tácticamente estén bien, equilibrados. Me gusta jugar bien, pero hay que tener equipo para hacerlo”, explicaba el nuevo técnico del club gallego cuando le preguntaban por la receta del Eibar para saltar dos categoría en dos años. Todas las consultas recabadas por la dirección deportiva del club gallego para documentarse sobre el carácter de su nuevo técnico apuntan a un tipo directo, franco, nada artificioso, con capacidad para sostener vestuarios. Para ello se apoyará también en gente de la experiencia de Patxi Ferreira, ex zaguero entre otros de Athletic y Atlético, y José Luis Ribera y Eduardo Domínguez, el primero de ellos también defensa en el Super Dépor con Arsenio, ambos integrantes del equipo técnico de Miguel Ángel Lotina durante su periplo en A Coruña.

Fue precisamente con el técnico de Meñaka con el que Garitano vivió su única experiencia como futbolista de Primera División. Un vizcaíno como él, aunque radicado en la localidad guipuzcoana de Zarauz, debutó entre los grandes con la Real Sociedad. Para entonces ya tenía 30 años y una sólida trayectoria que le llevó a Galicia a tener un periplo en el Ourense, pero sobre todo le asentó en Eibar. Curtido en Lezama, campos que veía desde su casa familiar, Garitano llegó a jugar unos minutos con el Athletic en un partido de competición europea contra la Sampdoria, pero no pudo recorrer el camino de su tío Ander, centrocampista de larga trayectoria con los leones. Era un mediocentro de presencia y cierta jerarquía al que ya se atisbaban maneras de entrenador en la cancha, hijo de Ángel “Ondarru”, un clásico del fútbol vasco que durante bastante tiempo ejerció como segundo entrenador con Mané, familia también de Koldo Aguirre y Juan Urquizu, que jugaron en el Athletic y también ejercieron como técnicos.

Dos auxiliares que ya habían estado con Lotina regresan al club

Periodista de carrera, bertsolari de vocación (improvisa versos en lengua vasca y así se soltó en la última fiesta del ascenso del Eibar), los focos le alumbraron más que por el éxito deportivo con el modesto club de Ipurúa cuando abandonó una rueda de prensa en Almería ante la intransigencia de quienes le recriminaron que contestase a preguntas efectuadas en su lengua materna. Lo tiene complicado quien intente encontrar un futbolista que haya estado a sus órdenes y le afee su manera de ejercer la profesión. De Valladolid se fue tras una destitución que pareció apresurada, tras dos victorias, tres empates y cuatro derrotas. Pero dejó estela de señorío después de que en su primer entrenamiento de pretemporada se encontrase con apenas diez futbolistas profesionales. “Tenía fuerza para seguir y el apoyo del vestuario, pero aprendo de todo lo que he hecho mal y no culpo de la situación ni a los periodistas ni al entorno ni a nadie”, apuntó en el adiós al club castellano. Ahora vuelve a trabajar de la mano del Deportivo, que busca estabilidad en un banquillo por el que en los últimos cinco años han pasado cinco entrenadores.

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