Ángel Cappa: “Sudamérica es la fábrica donde compra Europa”

Ángel Cappa (Bahía Blanca, Buenos Aires; 1946) no usa teléfono móvil ni consulta las redes sociales. Cuando algo le interesa en Internet, el exjugador y extrenador argentino lo imprime para leerlo. No le gustan demasiado los cambios. Desde hace 40 años vive en España. Cappa demuestra que el fútbol se juega, pero también se habla.

Pregunta. ¿En qué situación está el fútbol de Brasil?

Respuesta. En la peor de todas. Es una decadencia desde hace unos años cuyas consecuencias se ven ahora. El Mundial fue tremendo, una decepción muy grande, porque Brasil ha sido una escuela de buen fútbol y ahora es un ejemplo de mal fútbol. Pero no solo lo decimos desde afuera, los mismos brasileños, grandes jugadores de siempre, como Tostão, Rivelino, Gérson y Fãlcao, también critican la organización y que los entrenadores no apuestan por el talento, por el buen fútbol en el campeonato local. Así no aparecen buenos jugadores. Y los últimos seleccionadores tienen otra idea de fútbol, no es la idea brasileña, no es la identidad. Lo que ha perdido Brasil es lo que peor se puede perder, que es la identidad. Una vez me dijo un taxista durante el Mundial en Río: ‘A nosotros nos queda la camiseta y la historia, nada más’.

P. ¿Cómo ve a Argentina?

“Messi parece un señor mayor con juveniles. Hay mucha diferencia”

R. No veo bien a Argentina en juego tampoco. Es un equipo que corre muy rápido, que va hacia adelante, en este momento es el estilo que impone Di María. Uno espera de Argentina otra cosa y esa cosa no aparece todavía. Apareció un poco contra Bolivia, casualmente con jugadores del plantel que no están jugando habitualmente. Cuando está Messi hay una diferencia enorme. Parece un señor mayor jugando con juveniles. Eso da la muestra de la distancia que hay entre Argentina y Messi.

P. ¿Hasta dónde cree que pueda llegar México?

R. Es uno de los que mejor jugó y tiene posibilidades de llegar hasta lo más alto. No hay grandes equipos hasta ahora, que uno diga: ‘Este es un gran equipo y qué bien ha jugado’. Ni Colombia, ni Chile, ni Argentina, salvo cuando juegan contra equipos débiles como Jamaica, Panamá, Haití. No se ha visto buen fútbol.

P. ¿Qué ha perdido Chile sin Sampaoli?

“Pekérman coincide con la identidad del fútbol colombiano. Necesita tiempo”

R. Es lógico y es algo que se da en todos los equipos que ganan algo. Cuando España llegó a Brasil siendo campeón del mundo, tuvo un nivel más bajo de lo que se esperaba. A Francia le pasó lo mismo y ahora a Chile. Acaba de ganar la Copa América y parece que ha desconectado. Lo que le falta es ese entusiasmo que tenía para la presión alta, la velocidad del toque de la pelota. Digamos que juega a una velocidad menor y que no tiene esa coordinación en la recuperación de la pelota.

P. ¿A Colombia hay que pedirle un título?

R. Pékerman es un técnico que coincide con la identidad del fútbol colombiano, pero lo que necesita quizá es tiempo, más tiempo de trabajo que no tiene. Tiene buenos jugadores. Hasta ahora está jugando a base de sus individualidades más que colectivamente, pero yo creo que eso es lo que le falta, más partidos.

P. ¿Cómo ve al fútbol latinoamericano en relación al europeo?

“A Chile le falta el entusiasmo que tenía para la presión alta”

R. El fútbol latinoamericano en este momento es inferior. En Europa hay equipos que juegan bien o que tratan de jugar bien. España es el mejor hasta ahora sin duda. Tiene más talento, mejor equipo, mejores jugadores. Alemania yo creo que también, pero yo he visto, por ejemplo, a Rumanía jugar bien sin grandes jugadores. He visto a la mayoría de equipos tratando de jugar bien al fútbol. Unos lo consiguen, otros no tanto. Pero en general hay más nivel que en la Copa América.

P. ¿Es una cuestión de cultura futbolística?

R. Sudamérica ha bajado muchísimo. Es la fábrica donde Europa va a comprar jugadores permanentemente. Los campeonatos locales bajan muchísimo. Brasil, Colombia, Chile... son fábricas, los campeonatos son escaparates donde Europa va a comprar. Antes, un jugador en Argentina soñaba con jugar en Boca, River, y ahora sueña con irse.