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Boca cae en Ecuador pero se trae un gol de visitante a Buenos Aires

Independiente del Valle derrota al xeneize por 2 a 1 gracias al cansancio de los argentinos

Nuñez y Cabezas celebran el gol del empate ante la fustración de Benedetto.
Nuñez y Cabezas celebran el gol del empate ante la fustración de Benedetto. AFP

La previa del partido estuvo signada por 2 intrigas. Por un lado, como se encontrarían ambos planteles tras la suspensión de la Libertadores, motivada por la realización de la Copa América. Los locales presentaron los mismos hombres que en los cuartos de final, sin embargo, Boca alistó a 2 debutantes, Zuqui y Benedetto. De los 22 en campo, sólo el colombiano Fabra, el uruguayo Lodeiro y los ecuatorianos Arturo Mina, Luis Caicedo y José Angulo Caicedo continuaron con ritmo de juego en sus combinados nacionales. El resto venía de sus vacaciones y en algunos jugadores se notó.

Por otra parte, la diferencia de jerarquías entre las escuadras convertía a Independiente del Valle en un gran signo de pregunta. En suma, tiene entre sus víctimas a River Plate, último campeón, y Pumas de México. Las 6 copas que el xeneize tiene en sus vitrinas alcanzarían para responder esas y todas las preguntas que surgieran en la noche.

Benedetto y Lodeiro por las puntas parece que será el nuevo esquema de ataque ideado por los Barros Schellotto tras las 5 incorporaciones que hizo en este mercado de pases. Fue a partir de los pies de Lodeiro que Boca encontró sus ocasiones más claras. Pero Independiente del Valle tiene lo suyo, y Jara se ve algo limitado cuando le toca jugar de lateral. Las triangulaciones entre Sornoza, Méndez y Angulo arrimaron algo de peligro al área de Boca. Entonces, se hizo un buen partido.

Sobre todo a partir de los 12 minutos, cuando la defensa ecuatoriana vendió a módico precio la gran herramienta de la eliminatoria, el gol visitante y luego tuvo que salir a recuperar lo perdido. El medio Fernando Zuqui, de gran debut en el equipo argentino, elaboró una exquisita pared con Pablo Pérez, quien anotó con un remate cruzado a colocar. El desarrollo de la jugada denotó que tanto el portero Azcona, como los defensas podrían haber hecho un esfuerzo mayor para evitar la caída de la propia valla.

Sin embargo, Independiente siguió yendo y cuanto más se expuso, mayor fue la grieta entre ambos. A los 34 minutos, Angulo se lo pierde con una volea más pasional que inteligente y, 1 minuto después, Sornoza no supo pisar firme en el área para empujar a la red un centro rasante del sector izquierdo. Asimismo, Boca empezó a ahogarse por efectos de la altura (Quito se encuentra a 2.780 metros sobre el nivel del mar). El xeneize recuperó algo de aire cuando, por fortuna, algunas fases de la iluminación del estadio se apagaron y el partido estuvo suspendido unos 3 minutos.

En el segundo tiempo Boca le regaló la pelota al equipo ecuatoriano, y aunque lo esperó ordenado en ambas líneas defensivas, no hizo un gran negocio. Un resbalón de Jara le dio todo el tiempo del mundo a Cabezas que de un derechazo equilibró el marcador a los 62 minutos. Entonces, el segundo tiempo trajo el cansancio que la altura potenció. El fastidio por el gol en contra no mejoró las cosas. En suma, la versión de Pablo Pérez que había deslumbrado en el primer tiempo, se desfiguró por completo en el complemento, apelando nuevamente al juego brusco. Carlos Tévez también mostró un pálido desempeño en los 90 minutos y sólo contabiliza una jugada de riesgo en sus pies. Al ex Juventus, que esta semana le pidió al West Ham un contrato semanal de 250.000 dólares para volver al club, se lo vio lento y por momentos muy estático. Sobre todo a los 84 minutos, cuando luego de trabar una pelota con el arquero Azcona no logró resolver un tanto que ya hubiese definido la clasificación.

A los 76 minutos llegó el segundo gol ecuatoriano. Un gran giro de Angulo lo colocó en un solo movimiento frente a frente con Agustín Orión y un derechazo cruzado decretó las cosas.

El resultado final favorece a los ecuatorianos pero lo pone a Boca en una gran posición de cara al partido de vuelta, por el gol de visitante. La verdad será dicha el 14 de julio cuando se vuelvan a ver las caras en La Bombonera y definan quien enfrentará en la final a Atlético Nacional de Colombia o San Pablo de Brasil. Esa noche Boca contará con su afición, pero también con el regreso de una de sus figuras, el atacante Cristián Pavón. Un poco de aire fresco para un equipo que desde que llegó Barros Schelotto parece sacudirse las telarañas.

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