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Juegos Olímpicos | POR EL ARTÍCULO 13
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Carácter, pasión y talento

Los Juegos de Río se presentan como la oportunidad para alcanzar el metal que falta en la extensa vitrina del baloncesto femenino español

Las jugadoras españolas celebran la medalla de plata en el Mundial 2014.
Las jugadoras españolas celebran la medalla de plata en el Mundial 2014.TOLGA BOZOGLU (EFE)

2016 puede ser el año. Los Juegos de Río se presentan como la oportunidad para alcanzar el metal que falta en la extensa vitrina del baloncesto femenino español, que ha ganado nueve de sus 10 medallas en lo que va de siglo. Tenemos 12 grandes jugadoras, un cuerpo técnico y médico sobradamente preparado y una Federación que tiene como bandera la lucha por la igualdad en el deporte. Con esos ingredientes ya se ha triunfado en Europeos y Mundiales y se llega en disposición de hacerlo en la cuarta participación en el escenario olímpico, después del quinto puesto en Barcelona 1992 y Pekín 2008 y el sexto en Atenas 2004.

A aquellos que no conocen el baloncesto femenino les puedo asegurar que tenemos una selección que presume de raza, carácter, pasión y talento. Un grupo que se ha hecho fuerte desde el trabajo realizado en las categorías inferiores y en los clubes y al que nunca le han regalado nada. A estas jugadoras les gusta competir, se crecen ante los retos y este, el de Río, es único.

Por méritos propios se apuntaba a España, subcampeona del mundo, como candidata al podio, pero justo hace dos semanas llegó el duro revés de la lesión de su jugadora más determinante: Sancho Lyttle. Su baja es una pena por ella y por el equipo, pero, como ya he dicho, a esta selección le sobra carácter para sacarlo en momentos complicados. No es un grupo que se asuste ante un revés, porque las jugadoras están curtidas en mil batallas en la selección y en los mejores equipos de Europa.

El gran poder de España es precisamente el equipo, pero no hay que perderse a Alba Torrens, la mejor jugadora del mundo a campo abierto; a Anna Cruz, cuyo uno contra uno es un seguro de vida; a Laura Nicholls, pívot de las que hay pocas en defensa, en rebote... Podría escribir líneas y líneas de todas ellas, pero toca referirse al torneo.

Estamos en el grupo de la muerte, junto a EE. UU., Canadá, Serbia, Senegal y China, y eso me gusta, porque da la oportunidad de alcanzar un cruce más asequible en cuartos. Nos va a tocar batirnos, pegarnos y medirnos con las todopoderosas estadounidenses que, al 99 por ciento, repetirán el oro que han conquistado en los últimos cinco Juegos de forma consecutiva porque en su caso siempre llevan un dream team a cada cita olímpica. También ante Serbia, que es la actual campeona de Europa y derrocha talento; China, que es un equipo respetable aunque ha perdido algo de nivel en los últimos años; Canadá, que ha ido creciendo y con su dureza defensiva y unos roles muy definidos puede dar sorpresas; y, por último, Senegal, que es impredecible, porque sin nada que perder y con su gran capacidad atlética será peligrosa.

El primer objetivo pasa por intentar evitar el cruce ante Australia y Francia, las selecciones más fuertes del otro grupo.

Por delante tenemos una cita para la historia y mientras los días y la competición avancen mi recomendación es que disfrutemos del talento y el juego de las mujeres del baloncesto. Si amáis este deporte ahí van algunos nombres en los que os debéis fijar. Por supuesto, todo el producto nacional, de la primera a la última, y, a partir de ahí: Ana Dabovic (Serbia), MVP del último Eurobasket; Ramu Tokashiki (Japón), jugadora atlética y capaz de machacar el aro; Kia Nurse (Canadá), una base muy joven pero tan fiable que parece llevar jugando toda la vida; Stephanie Talbot (Australia), una jovencísima de 22 años pero con todos los argumentos para triunfar; Elisabeth Cambage (Australia), una pívot fortísima; Elena Delle Donne (EE UU), la MVP de la WNBA, que debuta en unos Juegos; Olivia Epoupa (Francia), que tiene un enorme potencial. Y, por supuesto, Maya Moore, Diana Taurasi (EE. UU.), Sandrine Gruda (Francia), Penny Taylor (Australia), Išil Alben, Latoya Sanders (Turquía), Sonia Petrovic (Serbia), Yelena Leuchanka (Bielorrusia), Erika de Souza, Damiris Dantas (Brasil).... Y muchísimas más, porque el baloncesto femenino está repleto de talento y buen juego. Que nadie lo dude y Río lo mostrará.

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