_
_
_
_
_
JUEGOS OLÍMPICOS | NATACIÓN
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Mireia: punto de partida

Katinka Hosszu, durante un entrenamiento en Rio.
Katinka Hosszu, durante un entrenamiento en Rio.PATRICK B. KRAEMER (EFE)

Para muchos deportistas estrenarse en un campeonato marca el futuro de su participación, especialmente si sus pruebas son pocas. No es el caso con Mireia Belmonte. Su programa es tan amplio que tiene muchas opciones para mejorar o corregir errores, y sobre todo para ganar.

Más información
Belmonte: “Me siento más segura nadando seis pruebas que una”
Dónde ver los Juegos Olímpicos de Río 2016

Mireia empieza el campeonato con los 400m estilos, una prueba en la que ha tenido resultados dispares en las competiciones internacionales de alto nivel, pero en la que ha conseguido el récord mundial en piscina de 25 metros y habitualmente se encuentra en los primeros puestos del ránking mundial.

Parte como quinta marca de 2016 con su tiempo en el Open de Sabadell (4m, 33,42s) logrado sin apenas competencia. El resto de competidoras que la superan esta temporada, a excepción de la húngara Katinka Hosszu (4m, 29,89s), se encuentran por debajo de la mejor marca personal de Mireia (4m, 31,21s).

Mireia nada en la última serie matinal, lo que le permite saber con exactitud qué tiempo necesita hacer para estar en la final. Además, nada al lado de Katinka. Esto le asegura llevar un ritmo ganador, dosificándose adecuadamente y controlando a sus rivales. Su tiempo le debe permitir posicionarse en una buena calle para la final de esa misma noche. En ese momento ya sabrá qué se puede esperar de las dos chinas, Min Zhou y Ye Shiwen, ambas con flojos tiempos de clasificación (4m, 36s). Para mí, estas dos nadadoras son la gran incógnita, dado lo que ocurrió en la final de Londres 2012, sorprendentemente ganada por Ye Shiwen con el mejor tiempo de la historia (4m, 28,43s).

Si la española alcanza la final de 400m estilos, la clave estará en no permitir que Katinka Hosszu le saque más de dos segundos en los primeros 200 metros

El inusual horario de las competiciones puede tener un efecto imprevisible. Mireia nadará la clasificatoria a las 15.56 (hora local) y la final a las 22.49, horarios en los que en otras competiciones los deportistas acaban de comer o están ya durmiendo.

Una vez en la final, ¿qué se necesita para ganar una medalla? Seguramente bajar de 4m, 30s. Esa es la marca de referencia y el objetivo de la mayor parte de finalistas, incluida Mireia. La prueba de 400m estilos es como una partida de ajedrez en la que cada participante mueve sus fichas de forma distinta, en este caso cada estilo. Sabemos que Katinka Hosszu iniciará la prueba tratando de separarse de todas sus rivales en los primeros 200 metros de mariposa y espalda, sus mejores estilos. Con relación a Mireia esta es la clave, la diferencia en espalda y lo que pueda recuperar en la braza. Sus esfuerzos en los entrenamientos para mejorar el parcial de espalda han sido enormes, pero ¿serán suficientes? El límite es más o menos claro, dos segundos o dos cuerpos, algo que Mireia podría recuperar en la braza y luego luchar un mano a mano en estilo libre.

¿Qué ocurrirá? No lo sabemos con precisión, pero los límites están marcados, y lo que puede intentar Mireia también lo intentarán otras nadadoras. Todo ello sin saber qué harán las nadadoras chinas, a las que Mireia deberá vigilar en caso de que se cuelen en la final.

Raúl Arellano Colomina es catedrático de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_