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España tiembla para quitarse de en medio a Nigeria

El equipo español, desorientado y discontinúo, sufre lo indecible para sumar su primer triunfo

Robert Álvarez
Ibekwe trata de anotar ante Pau Gasol.
Ibekwe trata de anotar ante Pau Gasol.MARK RALSTON (AFP)

La selección española se salvó en el conteo final ante Nigeria (87-96), pero exhibió una imagen todavía más atrofiada que la transmitida en sus derrotas ante Croacia y Brasil. Ganó a los puntos un combate nervioso, que no supo resolver hasta el tic-tac final. No aprovechó la bicoca frente a un rival teóricamente inferior, más aún con la ausencia del ‘nba’ Ezeli y la baja del pívot del Barcelona, Lawal. No hay manera de que la escuadra de Sergio Scariolo se entone y encuentre en Río una mínima chispa, el abecedario del juego con el que tantos años ha deslumbrado. Ganó y algunos jugadores evidenciaron algunos síntomas de mejora, caso de Rudy Fernández, Ricky Rubio o Navarro. Pero sus desajustes, su falta de efectividad defensiva y hasta algunos ramalazos de histeria, lastraron su juego. Hasta Pau Gasol perdió los nervios. Y España no consiguió quitarse de en medio al entusiasta y decidido equipo nigeriano hasta el último minuto del partido al que se llegó con un expresivo 84-89.

NIGERIA, 86 - ESPAÑA, 97

Nigeria (11+30+25+21): Michael Umeh (5), Chamberlain Oguchi (24), Ebi Ere, Ike Diogu (7) y Alade Aminu (9) -cinco inicial-; Ben Uzoh (8), Michael Gbinije (7), Andy Ogide (4), Ekene Iweke (11) y Josh Akognon (12).

España (25+18+22+31): Ricky Rubio (15), Sergio Llull (9), Rudy Fernández (13), Felipe Reyes (9) y Pau Gasol (16) -cinco inicial-: Sergio Rodríguez (5), Juan Carlos Navarro (11), Víctor Claver, Nikola Mirotic (7), José Manuel Calderón y Willy Hernangómez (11).

Parciales: 11-25, 41-43 (descanso); 66-65 y 87-96 (final).

Árbitros: Steven Anderson (Estados Unidos), José Reyes (México) y Zhu Duan (China).

Incidencias: Partido de la tercera jornada del Grupo B de la primera fase de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, disputado en un Carioca Arena 1.

La selección hizo patente el estado de desconcierto y parálisis que la atenaza. Sus jugadores están como flanes. Pierden balones en las transiciones, en pases que no deberían conllevar riesgo alguno. Pero el tembleque es tal que las acciones más triviales se convierten en un sudoku.

Pierde el balón Calderón en un tuya mía con Pau Gasol y en la posterior acción le señalan una antideportiva, probablemente injusta, lo que indica que ni siquiera los árbitros entienden lo que España propone muchas veces en la cancha. Lo reiteraron en la segunda parte, cuando castigaron con una técnica una protesta de Pau Gasol, después de que Ibekwe le pusiera dos tapones. El líder español no está acostumbrado a semejante oposición, tampoco nadie a ver tantos deslices, tantos desaciertos en una escuadra con tanto talento. Y menos, ver a una defensa tan permisiva, que concede 87 puntos, maltratada por el festival de Oguchi, el escolta que juega en la liga polaca y que casi logró imitar a Carmelo Anthony, con siete triples en 12 lanzamientos. Sus compañeros le quisieron imitar y por ahí se perdió el cuadro nigeriano ya que entre todos los demás solo anotaron un triple de los 23 que lanzaron.

No es la primera vez que España arranca mal en un gran torneo, pero no se recuerda que hubiera enlazado tres partidos tan malos, con dos derrotas incluidas. No pudo marcar diferencias incluso dominando claramente el rebote en el primer tiempo (13-22). Los nigerianos recortaron la desventaja de 14 puntos con la que concluyó el primer cuarto (11-25).

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Scariolo dio entrada en el quinteto inicial a Felipe Reyes por Mirotic. Y también metió por primera vez a Calderón en la rotación, con una mínima continuidad puesto que ante Brasil apenas jugó algo más de un minuto y se supone que porque Ricky y Sergio se cargaron pronto con faltas.

España volvió a dar un tirón en el tercer cuarto (48-59) gracias sobre todo a un acelerón de Rudy Fernández y Ricky Rubio. El primero se enzarzó en un concurso de triples con Oguchi, pero además defendió y robó con continuidad. Ricky falló cuatro triples pero se reencontró con sus mejores sensaciones gracias a los robos de balón y a una serie de canastas, asistencias y rebotes que hicieron olvidar sus flojas actuaciones anteriores.

Pero aun así, tras los tapones a Pau Gasol, se produjo otro a Sergio Rodríguez y a renglón seguido una falta en ataque de Llull. Nigeria volvió a la carga. Llegó a remontar (67-65). Y a partir de ahí, un sufrimiento extremo, frente a un rival que perdió ante Argentina (66-94). El cuadro nigeriano le dio muchos más quebraderos de cabeza a Lituania que solo pudo derrotarlo por 89-80. Pero eso nada tiene que ver con la mala sensación que volvió a ofrecer, corregida y aumentada, el equipo español. Lituania y Argentina, en el horizonte, serán las pruebas de fuego definitivas.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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