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Nadal, el cachondeo y el cabreo de un campeón

El balear se queja por tener que jugar muy temprano su semifinal contra Del Potro y se troncha cuando Marc López recuerda que le metió un 6-0 la primera vez que se conocieron

Nadal y López tras ganar el oro.Vídeo: KEVIN LAMARQUE REUTERS / EL PAÍS
Robert Álvarez

Rafa Nadal serio, con la mirada baja, entró en la sala de prensa del Centro Olímpico de Tenis de Río, se quitó la medalla de oro, tomó asiento y aguardó la primera pregunta. Fue en inglés. Y empezó: “Ha sido un momento increíble. Siempre soy entusiasta y pongo pasión en el juego. Y lo he celebrado a lo grande porque este torneo es muy especial para mí y porque tal vez sean mis últimos Juegos, ojalá que no”.

Marc se ha afianzado como uno de los mejores especialistas del mundo con diferentes parejas" Rafa Nadal

Y acto seguido, ya a una pregunta en español, desveló el motivo de su cabreo. Había jugado los cuartos de final de individuales a primera hora de la tarde contra el brasileño Bellucci, y la final de dobles dos horas después. En danza todavía a las diez y media de la noche se enteró de que su semifinal contra Del Potro está programada para este sábado, tras la que disputarán Nishikori y Murray, a partir de las doce del mediodía (19.00 horas en España). “Mañana solo hay un partido para mí y me ponen a jugar el segundo cuando la jornada empieza a las doce. Estoy en desventaja”, afirmó. “Ya sé que los que deciden acostumbran a hacer estas cosas. Si mañana hubiera jugado el mixto, no sé, analiza tú mismo”.

Se calmó, tomó aire, y volvió a hablar sobre su día de gloria: “Es un momento único en mi carrera y compartirlo con uno de mis mejores amigos es fantástico. Lo hemos disfrutado con muchísima intensidad e ilusión”. Marc López llegó entonces y se sentó a la mesa junto a su amigo y compañero de dobles. “Me siento increíble. Nos hemos compenetrado muy bien. Soy el hombre más feliz del mundo en este momento. Tener esta medalla al cuello es una sensación única”. Y partir de ahí empezó el jolgorio. Le preguntaron a Marc cuándo conoció a Rafa. Explotó de risa. Rafa sospechó la que se avecinaba y dijo que nada de nada, que lo que iba a contar su colega no era verdad. “Es una fantasmada”. Y Marc, “que no, que no, que lo cuento”. Lo hizo. “Fue cuando él tenía 14 años”. Y Rafa: “Bueno, yo creo que no, que yo tenía 12”. Y Marc, “Vale, pues yo tenía cuatro años más que él. Fue en el trofeo Godó, en Barcelona. Él ya destacaba y me propusieron que jugáramos un set. Le gané 6-0”. Y Rafa: “Lleva toda la vida recordándolo”. Y Marc: “Ya vi que era bueno, pero le gané 6-0”.

Rafa es la mejor pareja que se puede tener, la pareja soñada y lo he sabido aprovechar y por eso tengo la medalla al cuello" Marc López

Marc López relató que en principio Nadal iba a jugar el doble con Verdasco y él, con Feliciano. “Luego, por una carambola, Conchita (Martínez) y Rafa pensaron en mí. Es la mejor pareja que se puede tener, la pareja soñada y lo he sabido aprovechar y por eso tengo la medalla al cuello”. Rafa Nadal opinó sobre las claves por las que logaron imponerse a una pareja especialista en dobles como es la formada por los rumanos Mergea y Tecau. “Con intensidad e ilusión. Marc se ha afianzado como uno de los mejores especialistas del mundo con diferentes parejas, aunque antes sí habíamos jugado juntos y lo habíamos hecho bien. Nos faltan los automatismos que pueden tener ellos, pero los suplimos con ilusión e intensidad”.

Para cerrar, Rafa Nadal se extendió sobre sus sensaciones después de la lesión que le llevó a maltraer desde hace varios meses y que le hizo ser duda para disputar los Juegos. “Hace 25 días estaba en casa, sin entrenarme, no podía pegar el drive, un poquito de revés. Me entrenaba 20 minutos. Soñaba al menos en competir y en ser el abanderado. Después de haber tenido que renunciar en Londres, no quería renunciar ahora. Pero tampoco quería venir a llevar la bandera sin competir. Al menos quería hacerlo en dobles. Al final, en el último minuto, se tomó la decisión de competir también en individuales. Las cosas han salido muy bien”.

Sin darse un respiro, prosiguió: “El hecho de estar en las semifinales en el momento en que he venido –ya sé que no queda bien que lo diga yo pero así lo siento en mi interior-, tiene un gran mérito tras haber llegado en la manera en que he llegado. Solo me he entrenado aquí y solo dos días antes en Mallorca. He dado el máximo como siempre lo he hecho cada vez que he representado a mi país, aunque no siempre que he podido por lesiones. Pero las cosas me han salido bien”, cerró antes de levantarse al unísono con Marc López para pasar el control antidopaje y retirarse a la Villa Olímpica para descansar y tomar fuerzas para su inminente duelo contra Del Potro.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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