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Un maestro de Granada, abanderado paralímpico de España en Maracaná

José Manuel Ruiz, número 4 del mundo en tenis de mesa, suma seis juegos consecutivos

José Manuel Ruiz.
José Manuel Ruiz.M. Zarza (EL PAÍS)

José Manuel Ruiz Reyes (Guadix, 1978) es profesor de educación física en el colegio María Zambrano de Granada. Sus alumnos ya no reparan en la discapacidad del profe de gimnasia, que nació sin parte del brazo derecho. Sin embargo, no pasan por alto que su maestro desfilará hoy en el estadio de Maracaná como abanderado del equipo paralímpico español en los Juegos de Río.

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Ruiz es una figura internacional del tenis de mesa. Afronta en Río sus sextos juegos consecutivos. Su paso por Atlanta 1996, Sídney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012 lo consagran como el deportista español en activo con más citas olímpicas en su haber.

“Representar a mi país es siempre un orgullo, pero este año la emoción será aún mayor al ser el abanderado y portar la bandera de España en un estadio mítico como Maracaná”, asegura el jugador granadino en declaraciones a EL PAÍS. Un privilegio, recuerda, solo al alcance de figuras como Rafa Nadal, Pau Gasol, Manel Estiarte, Teresa Perales, David Casinos o el Rey Felipe VI en los Juegos de Barcelona 92.

En su palmarés como palista figuran cuatro medallas paralímpicas: una plata individual, más una plata y dos bronces por equipos. Durante los 22 años que lleva defendiendo los colores de España, acumula cerca de 30 metales, varios de oro, en Campeonatos de Europa y del Mundo.

El tenis de mesa es uno de los deportes más numerosos del programa paralímpico, con cerca de 300 participantes y 29 medallas de oro en juego. Los deportistas se agrupan en 11 clases, en función de su grado y tipo de discapacidad. Las clases del uno al diez engloban a jugadores con discapacidad física o parálisis cerebral, mientras que la categoría 11 es para aquellos con discapacidad intelectual. Se juega de forma similar al practicado por personas sin discapacidad. “Es el deporte más inclusivo que conozco. Al margen de los juegos, competimos contra otros jugadores de élite sin discapacidad, lo que ayuda a mejorar nuestro nivel”, explica Ruiz.

El abanderado español compite en la categoría diez, reservada para los deportistas con menor discapacidad física que juegan de pie. El de Guadix milita actualmente en las filas del Club Deportivo Tenis de Mesa Rivas, enfrentándose a los mejores jugadores sin discapacidad en la máxima división de este deporte.

La discapacidad nunca ha sido un “lastre” para José Manuel. “Nací así a causa de una agenesia congénita y me las he apañado bien en la vida”. Apasionado del deporte, la falta del antebrazo derecho no le impidió probar suerte en fútbol, baloncesto y hasta ciclismo.

Su destreza con la pala le ha hecho merecedor de la Medalla de Bronce de la Real Orden al Mérito Deportivo (2013) y del Premio Andalucía de los Deportes al Mejor Deportista con Discapacidad en 2001, 2008 y 2010. El reconocimiento más emotivo, según relata, llegó tras los Juegos de Pekín. El Ayuntamiento de Guadix le rindió homenaje dando su nombre al pabellón municipal de la ciudad, el mismo escenario donde se inició en el ping pong.

“Allí comenzó todo. De niño pasaba más horas jugando que en mi casa. El reconocimiento y cariño de tus amigos, de tu pueblo, es más importante incluso que una medalla”, asegura sin esconder la emoción.

José Manuel Ruiz es el actual número 4 de ranking mundial en su categoría. El granadino es uno los puntales del movimiento paralímpico y forma parte de la Comisión de Deportistas de la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF).

Ser campeón del mundo y sumar medallas no garantiza vivir del deporte, al menos para las personas con discapacidad. Los paralímpicos compaginan la alta competición con la vida civil. El abanderado español es diplomado y licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Granada. Casado y padre de dos niñas, sacó el tiempo necesario entre juegos y campeonatos para aprobar en 2007 las oposiciones a profesor de educación física.

El oro paralímpico, reconoce, “es una espinita que tengo clavada”. El palista español está entre los favoritos para subir al peldaño más alto del cajón. Los rivales más duros, una vez más, son a priori los representantes polacos y chinos.

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