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Liga Santander Jornada 4 | Atlético, 5 - Sporting, 0

Simeone se descamisa y el Atlético golea al Sporting

El técnico dispone una de las alineaciones más ofensivas que se le recuerdan, con Carrasco, Gaitán, Griezmann y Gameiro juntos

Ladislao J. Moñino
Griezmann controla el balón ante el acoso de Fernando Amorebieta.
Griezmann controla el balón ante el acoso de Fernando Amorebieta.© Carlos Rosillo (EL PAÍS)

Una de las alineaciones más atacantes que le se recuerdan a Simeone en el Atlético se tradujo en un festival de juego y goles al Sporting, noqueado al primer golpe. Con Gaitán y Carrasco de inicio por primera vez, con Saúl y Koke en el eje del centro del campo, con dos delanteros, Gameiro y Griezmann, modificando esa pétrea estructura que parece innegociable, sacrificando equilibrio por desequilibrio, la hinchada del Calderón asistió a un partido sin taquicardias agónicas. A los cinco minutos, con dos goles de ventaja, el Atlético ya había finiquitado el duelo ante la algarabía de una grada que no solo tiene paladar para el fútbol febril.

El once que dispuso Simeone fue ese paso adelante que se le reclama desde hace tiempo. Se le da por bueno que contra el Bayern, el Madrid o el Barça, se abroche más de la cuenta, pero no que no se descamise de inicio contra el Alavés o el Leganés. Es al menos, en estos partidos de casa, donde como mínimo se le demanda al técnico que tire de ese presupuesto que le ha permitido confeccionar un plantel técnicamente muy por encima del resto de rivales. Salvo sorpresa, este once no será el del Camp Nou, pero su utilización fue muy significativa en ese crecimiento ofensivo que el Atlético necesita y se le reclama.

Por primera vez en mucho tiempo, Koke y Saúl asumieron los roles de Gabi y Tiago en un partido de Liga. Para el que futuro sea suyo en esa posición parece que les ha llegado la hora de verlos más tiempo en el presente en el corazón del juego. Simeone apostó por el desparrame por todo el campo de gran parte del talento del que dispone. Se descamisó en la semana que ha recortado su contrato dos años para enseñar un atrevimiento de salida poco frecuente. En sus cuatro años y medio se han visto demasiados partidos en el Calderón con más orden y sacrificio que juego. Con más juego por arriba que por abajo, con más fútbol directo que elaborado. No deja de ser curioso que desde el empate en Leganés, Simeone no haya vuelto a repetir el centro del campo con los cuatro mediocentros (Saúl, Gabi, Tiago, Koke) ni en Vigo, ni en Eindhoven ni ante el Sporting.

Esa formación tan ofensiva correspondió con dos tantos madrugadores. Curiosamente nacieron de dos de las señas de identidad del equipo. De un error en la entrega de Amorebieta y de una recuperación de Carrasco tras pérdida. El error del central del Sporting, cabeceando hacia el medio lo rebañó Gameiro, que le regaló el primer tanto a Griezmann. Un fallo del contrario, dos toques y un gol. Centelleante. El tanto describió al minuto y medio parte de lo que puede dar de sí la pareja. No le dio tiempo al Sporting en digerir ese primer golpe cuando Carrasco recuperó una pelota que él había perdido en un intento de regate y armó un ataque veloz para Filipe Luis. El brasileño, un aguijón constante en este inicio de curso, le filtró la pelota entre dos defensas al lateral del área a Gameiro. El francés hizo un gesto natural con esa salida hacia afuera buscando perfilarse para una rosca rompedora al palo largo que se tragó Cuéllar.

Rotación para el Camp Nou

Hubo en todos los goles del Atlético ese aire vertical que tanto gusta a su entrenador. El partido de su equipo fue la mezcla perfecta entre tocar y afilar el juego en línea recta. El tercer tanto reunió esos aditivos. Un pase vertical de Koke y una carrera trepidante de Griezmann culminada con un zapatazo desde fuera del área. Otra pincelada más de un delantero total, que lo mismo ratonea rechaces, que se anticipa de cabeza o arma el cañón de precisión que tiene por pierna izquierda. Todo a una velocidad supersónica que también entronca con la historia contragolpeadora del club.

Al festival rojiblanco no se sumó el esperado Gaitán, que padeció la tendencia del equipo a salir por la izquierda. Igual que Vrsaljko, debutante ante la hegemonía en el lateral derecho de Juanfran en estos primeros compases. Cuando pudieron, trataron de lucir. Uno como filtrador de pases y el otro con proyecciones al ataque en las que enseñó una velocidad amenazante.

La cómoda ventaja forjada desde el inicio permitió Simeone empezar a mover el banco de cara al partido en el Camp Nou. Dejó a Carrasco en el banco para meter a Augusto y después dio renovó la pareja de ataque sentando a Griezmann y Gameiro para dar entrada a Correa y a Torres. Uno con sus revoloteos y el otro con dos goles le dieron más sentido aún a ese descamise de Simeone.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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