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RCD ESPANYOL | EN UN PERIQUETE
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Mi casa

En Cornellà-El Prat apenas hay banderas de signo político, testimoniales las españolas, las estelades y las senyeres

La grada del estadio del Espanyol
La grada de Cornellà-El Prat durante el Espanyol-Real Madrid.David Ramos

Espanyol-Real Madrid. En las gradas, colorido blanquiazul mayoritario, pitada general a la alineación merengue. ¿No era el Espanyol una filial del Madrid? A algunos, muchos, bien colocados, bien alimentados, sonrosados, ufanos, encantados de conocerse, veraneantes en Cadaqués, les interesa fomentar ese mito para seguir apropiándose de Catalunya y atizar el fuego de la Inquisición donde han de arder herejes charnegos, españolistas del Espanyol y demás purria no soberanista, no necesariamente anti, pues aquí lo que se quiere defender es la libertad de pensamiento. Esta noche nuestra zona, habitualmente fantasmal, está concurrida por una familia de aficionados merengues y por los clásicos japoneses, que parecen a punto de padecer un orgasmo —sí, he escrito padecer— cada vez que la pelota ronda cualquiera de las dos porterías. El orgasmo será nuestro cuando ganemos el primer partido, dicho sea de paso. No hay prisa por tener un orgasmo, vamos a contracorriente en esta sociedad de eyaculadores precoces. Ya has eyaculado, ¿y ahora qué? Eso es el resultadismo. La confianza en Sánchez Flores es total. Se le sigue aplaudiendo en Cornellà El Prat. La familia de merengues celebra los goles como si estuvieran en el comedor de su casa, y los japoneses prorrumpen en onomatopeyas lógicamente incomprensibles. Nos sentimos excluidos incluso en nuestra propia casa, molestando con nuestro abatimiento tanta felicidad ajena. Luego, al final, unos y otros se irán educadamente y nosotros nos quedaremos rumiando qué hemos hecho mal, si es que fuera el caso, o simplemente se trata de aceptar nuestras elecciones, con dignidad y hombría.

Que el club se defina a favor de la libertad de pensamiento, no por una opción ideológica

Apenas hay banderas de signo político, testimoniales las españolas, las estelades y las senyeres. Nosotros esperamos que el club se defina a favor de, como decíamos, la libertad de pensamiento, jamás que se defina por una opción ideológica, salvo la del respeto, insistimos, a la libertad de pensamiento. Lo que está ocurriendo con el boicot a Javier Pérez Andújar, pregonero de la Mercè, nos produce vergüenza ajena. Hay que ser tonto para boicotear la inteligencia de un escritor como Pérez Andújar. El boicot tiene, además de una tontería infinita, un cierto regusto a xenófobo y filofascista. De pregonero alternativo han elegido a Toni Albà. Hay cosas que no se entienden. Estamos sumidos en una regresión lamentable, patética, infantiloide, adultos comportándose como niños enrabietados, elevando la pataleta a única forma de pensamiento, o lo que es peor, a pensamiento único. Si esta es la Catalunya independiente que quieren, que el Dios de la Ilustración nos pille confesados.

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