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La pegada le da vida al Espanyol

El conjunto de Quique Sánchez Flores consigue su primera victoria en el campeonato con goles de Baptistao y Moreno

Juan I. Irigoyen
Baptistao celebra su gol, el primero del Espanyol  ante Osasuna.
Baptistao celebra su gol, el primero del Espanyol ante Osasuna.Jesus Diges (EFE)

Osasuna y el Espanyol son dos renacidos que no pueden renacer. El conjunto rojillo recuperó su lugar en Primera, pero todavía sigue sin probar la victoria desde que regresó a la élite. El conjunto blanquiazul se olvidó de sus tiempos de penurias económicas, aunque Quique Sánchez Flores sigue sin encontrar la llave del juego para su equipo. Sin embargo, donde no llega el fútbol, llegó el resultado. Sin más armas que el poder goleador de sus delanteros, el conjunto blanquiazul cantó el primer triunfo del campeonato.

Cambió el molde Enrique Martín ante el Espanyol. Borró la táctica de los cinco defensas y, en cambio, llenó de camisetas rojas el ecuador del campo. Una fórmula que funcionó mejor en el juego que en el marcador. Osasuna le cedió el balón al Espanyol, que, sin embargo, no tenía ni idea de qué hacer con él. Sin ideas en ataque, débil cada vez que el cuadro de Pamplona les birlaba el balón y aceleraba hacia la casa de Diego López. Pero donde no llegaban las piernas de los defensas, aparecían las manos del portero gallego, seguro ante un disparo de Sergio León, impecable frente a un cabezazo de David García, audaz para acorralar a Jaime Romero. La noche se pintaba de rojo, hasta que apareció Leo Baptistao, interesante en cada diagonal, lo mejor del conjunto de Quique junto a la bota izquierda de Reyes. No se oxida el andaluz, aunque su fútbol aparece y desaparece.

Andaba enojado Baptistao, mudo de goles desde que había arrancado la Liga. El brasileño se consagró como el máximo artillero de la pretemporada, cuando todo era esperanza en Sant Adrià, pero sus goles se apagaron como al son del fútbol que el Espanyol enseñó en el verano. En Pamplona, el delantero tuvo su desquite. Avisó de entrada con un remate fortísimo que rozó el palo y luego despertó al marcador con un cabezazo potente y colocado, después de recibir un centro de Javi López, que ayer celebró su cumpleaños número 200 con la camiseta del Espanyol.

Defensa endeble

Resultó, en cualquier caso, que el gol de Baptistao no espabiló al Espanyol. Todo lo contrario, reculó en el campo. Y cuanto más se animaba Osasuna, impulsado por el portento físico de Oriol Riera y el vértigo de Sergio León, más se agrandaba Diego López. Pero el guardameta no pudo apagar todos los incendios de la defensa blanquiazul, que no sabe lo que es irse de un partido sin encajar. Ya acumula 12 y se consolida como el equipo más endeble en defensa (junto al Granada del temerario Paco Jémez), un mal que arrastra desde el curso pasado.

Pero lo que la zaga del Espanyol embarraba, lo limpiaban los delanteros. Sin respuestas en el campo, Sánchez Flores agitó el banquillo: afuera un dolorido Reyes y adentro la última joya de la cantera, Marc Roca. El joven, debilidad del técnico madrileño, le dio luz al conjunto blanquiazul. Y de su pie derecho, surgió el primer triunfo del Espanyol de la temporada. Lo que no pudieron resolver los millones de Chen Yansheng, lo solucionó la cantera. Asistencia de Roca, gol de Gerard Moreno. Demasiado premio para el Espanyol, resultado sin juego. Tiene trabajo Quique Sánchez Flores.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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