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Joaquín guía al Betis ante un Málaga sin pegada

El capitán verdiblanco protagoniza un trabajado triunfo de los de Poyet en el derbi regional

FOTO: Joaquín disputa el balón con Es-Nesyri. / VÍDEO: Rueda de prensa de Gustavo Poyet y Juande Ramos.Foto: atlas | Vídeo: JOSÉ MANUEL VIDAL (EFE) / ATLAS
Rafael Pineda

Son 18 temporadas en la elite. Pasa el tiempo y Joaquín parece eterno. Con un físico privilegiado, el portuense, a sus 35 años, deslumbró ante el Málaga. Ya no juega pegado a la banda. La falta de velocidad le arrastra al centro, donde dibuja pases de calidad y hace disfrutar a sus compañeros con un fútbol excelente. Joaquín tocó y dribló, marcó un golazo de cabeza y se dejó la piel en el campo para que su Betis se impusiera al Málaga en un primer tiempo jugado a nivel excelente y un segundo donde los béticos tiraron más de oficio. Su carrera en la última jugada del partido tapando a Ricca define su implicación, remate a su fantástico partido.

La destacada actuación del bético fue determinante en un partido entre dos equipos de defensas blandas, con una atractiva propuesta atacante en los dos técnicos, Poyet y Juande Ramos. El Málaga es un equipo interesante, pero Camacho está lejos de su mejor forma. El capitán arrastra a su equipo, que defiende mal. No se puede entender el gol recibido a los 24 minutos. Un pase al área de Musonda, otro agitador, y Joaquín, muy solo, conectó un gran remate de cabeza que mostró la gran diferencia que hubo entre los dos equipos. El Betis la enchufó y el Málaga, no. Las tuvieron los de Juande, pero les faltó continuidad y eficacia.

Buen triunfo del conjunto de Poyet, que crece con la victoria y se aleja de la zona baja. Ahí se instala, de momento, el Málaga, ante la atenta mirada de su propietario, impasible en el palco del Benito Villamarín. Joaquín, que vistió la camiseta del Málaga durante dos temporadas, acabó con su exequipo. Se implicó tanto que acabó el partido con la cabeza vendada después de un gran golpe con Camacho. Alma de su Betis, Joaquín fue el estandarte al que supieron engancharse sus compañeros para obtener tres puntos valiosísimos.

El partido giró de forma brusca en el minuto 24. Juanpi se metió en el área y Bruno lo detuvo en una acción realmente complicada de analizar. El defensa del Betis tocó balón, pero también al malaguista. Álvarez Izquierdo decidió que no había ocurrido nada cuando parecía que iba a pitar penalti. Poyet, que tanto se quejó, con razón, del error arbitral en el pasado derbi, suspiró en la banda. Justo en la jugada posterior marcó el Betis aprovechando la debilidad de la zaga del Málaga. Los de Juande reaccionaron. Kuzmanovic y Ricca, este con un balón al palo, tuvieron el gol del empate antes del descanso. No llegó para desesperación de un Málaga que necesita generar mucho para anotar.

El Betis fue muy inteligente en la segunda parte. Supo replegar bien y trabajó de forma intensa para mantener su ventaja. Juande tiró de una de las sensaciones de su equipo, el joven marroquí Es-Nesyri, que nada más salir al campo disparó a puerta. El Málaga dominó, pero con escasa pegada. Fue el Betis el que gozó de la mejor ocasión para marcar, pero Torres sacó bajo palos el disparo de Álex Alegría. El delantero bético estuvo formidable reteniendo el balón, con Joaquín manejando de manera sabia los tiempos del partido. Solo Juanpi gozó de una buena ocasión, bien tapada por Adán. El Málaga se fue consumiendo poco a poco, con un juego de escasa continuidad, perdido ante la batalla de Petros, capaz de lesionar hasta a un compañero, como Brasanac. El Betis tiró de oficio, conservando su ventaja y con esa pizca de picaresca que acabó por desquiciar a su rival. Primer triunfo en casa de los verdiblancos y derrota de un Málaga que no se acaba de encontrar.

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