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Juego de tronos (pacífico) en la portería del Athletic

Valverde mantiene activos a sus tres guardametas en las competiciones, tanto en la titularidad como en el banquillo

Kepa, Herrerín e Iraizoz, durante un entrenamiento.
Kepa, Herrerín e Iraizoz, durante un entrenamiento.Luis Tejido (EFE)

En octubre de 1998, la Real Sociedad se enfrentaba al Dinamo de Moscu en la capital soviética. Nevaba en Moscú, nada nuevo bajo el cielo encapotado. A los tres minutos marcó Kovacevic, a los 11 minutos marcó Kovacevic. Nada nuevo bajo el cielo encapotado, salvo que el portero ruso, Dymtro Tyapuskhin falló en ambos goles en tan poco tiempo. A los 16 minutos el técnico del Dinamo, el ucraniano Gueorgui Yartsev, retiró al portero y los sustituyó por el suplente Dmitry Kamarenko. 18 minutos después, De Pedro le hizo otro gol. Entonces esas situaciones se atribuían a la jerarquía de los entrenadores soviéticos, tan distante a la costumbre de convertir en intocable al portero por razones de seguridad aunque fallaran las alarmas y los ladrones se colaran en la portería como De Pedro por su casa. 

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28 años después, las cosas han cambiado, pero no tanto. Del portero intocable, hasta que las heridas sangrasen, hasta hacer convivir a tres porteros en continua competencia, como hace Valverde en el Athletic, pasando por una fórmula más tradicional que consiste en hacer jugar a uno en Liga y a otro en las competiciones mas breves (Copa y Europa). Valverde ha decidido en el Athletic que tres porteros convivan en la mimo camarote, en la misma habitación individual. Tres generaciones en una: Iraizoz, Herrerín y Kepa Arrizabalaga, repartidos por competiciones, incluso por meses del calendario. Nada que ver con Yartsev, que actuó por los fallos de uno en beneficio de otro, sino, probablemente, en busca de una ley de sucesión tranquila y competitiva, al mismo tiempo para que Iraizoz dé el relevo a Kepa. 

A saber: en los ocho partidos de pretemporada, Iraizoz fue titular en tres, Herrerín en otros tres y Kepa en dos. A cambio, Iraizoz y Herrerín fueron suplentes en otros dos y Kepa en cuatro. Todo un platel de pruebas en función de la veteranía, la jerarquía y la experiencia. Y llegó la temporada oficial y Valverde ha decretado que la portería en la Liga la defiendan Iraizoz o Kepa, a saldo de un mes cada uno, y la Liga Europa (y presumiblemente la Copa del Rey) la defienda Herrerín. Tres principios activos que destruyen la teoría del portero titular y el suplente, porque Iraizoz ha sido titular en agosto y Kepa en setiembre y la suplencia en el banquillo ha sido también estruendosa. Kepa fue titular en los cuatro partidos de setiembre, pero en Málaga se quedó en Bilbao (con sensaciones de gran portero). La alternancia no afecta solo a la titularidad sino a la suplencia. En la Liga Europa, Iraizoz (diez temporadas, 372 partidos en el Athletic) no ha estado convocado. 

Una sopa de letras sin solución y silenciosa a vuelta de página. Una discreción que agradeció Valverde a los tres implicados, aunque se avista un examen temporal a los tres porteros en espera de resolver el crucigrama. Son tres generaciones: Iraizoz: 35 años, longevidad necesaria en la portería rojiblanca, con sombras y luces; Herrerín, 28 años, por examinar, tras su paso por el Atlético B, y Kepa Arrizabalaga, 21 años recién cumplidos, nacido en Ondarroa, cuna de porteros, como si hubieran aprendido a pescar en el área. 

No se sabe cuánto durará la pasarela en la portería. Todo apunta a que Valverde quiere una transición tranquila de Iraizoz a Kepa, del veterano al muchacho, pasando por Herrerín, si es necesario, el queso en el sándwich de jamón. Pero nada está claro. También dijo Valverde que el equilibrio se podría romper ante una racha maravillosa de cualquiera de ellos. O que llegado el momento, podría decidir a quién darle confianza absoluta, ahora que está en pronóstico reservado, no por la gravedad sino por la confidencialidad del asunto. 

Llega octubre y jugará Herrerìn en la Liga Europa e Iraizoz en la Liga. Kepa, la esperanza, tendrá que esperar, algo que le permiten sus pocos años y la calma adquirida tras cesiones a la Ponferradina y al Valladolid. Piensa Valverde que tres eran los hijos de Elena y los tres son buenos. Ha innovado en cuanto a mantener a tres porteros activos sin que ninguno manifieste queja alguna. Iraizoz tiene contrato hasta final de temporada, Herrerín hasta 2019 y Kepa Arrizabalaga está empezando tras sus Erasmus en Ponferrada y Valladolid. Valverde apela a la calma: tres en uno, piensa. Ninguno le ha fallado hasta el momento. Ninguno se ha quejado hasta el momento. Nadie le ha pedido responsabilidades, de momento. Su juego de tronos es pacifico, incluso diplomático. ¿Qué pensaría Yartsev de esta trilogía?

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