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Andrés Fassi, el empresario que quiere mexicanizar el fútbol argentino

El presidente de Talleres es también vice en el Pachuca y apoya el ingreso de las sociedades anónimas

La liga argentina que comenzó en agosto ha superado muchos obstáculos para hacer rodar la pelota. Incluso, apenas comenzada, tuvo una huelga que paralizó el fútbol de ascenso. Entre los equipos de primera hay uno al que todos los demás miran de reojo: Talleres de Córdoba. Se trata de una de las escuadras más importantes de las que están fuera de Buenos Aires y que regresa al fútbol grande tras 12 años de penar en las ligas menores. Lo que llama la atención es su modelo de gestión, o como ellos prefieren llamarlo, el Programa Estratégico de Desarrollo Institucional que ya acercó al club a 50.000 socios y a refuerzos de primer nivel, como para no volver a caer nunca más en el abismo, pero con contratos muy altos para una sociedad civil que acaba de renacer.

Simpatizantes de Talleres celebran el histórico ascenso en el centro de la ciudad.
Simpatizantes de Talleres celebran el histórico ascenso en el centro de la ciudad.Télam

La T es uno de los 2 equipos más grandes de Córdoba, la segunda provincia en importancia, y ha sido una referencia a nivel nacional, al punto que durante la década del 70 aportó 12 jugadores al seleccionado nacional. Tres de ellos, además, salieron campeones del mundo con Argentina en el 78 (Galván, Oviedo y Valencia). Sin embargo, el club cayó en la quiebra con un pasivo que superó los 50.000.000 de pesos (cerca de 3.300.000 de dólares) y una catarata de juicios laborales por resolver que derivaron en un gerenciamiento que duró una década. Todos señalaron al responsable de esa empresa, Carlos Ahumada Kurtz, un empresario cordobés que vivió en México desde niño, regresó en 2007 y hoy está involucrado en la causa de la efedrina. Allí cobró notoriedad por salir en una cámara oculta que lo muestra dando dinero a políticos cercanos al por entonces candidato presidencial del Partido de la Revolución Democrática, Manuel López Obrador. Otros también lo relacionan con el cartel de Juárez. Pero en Talleres se puede decir que un mexicano saca a otro mexicano.

Andrés Fassi también nació en Córdoba y, como Ahumada, encontró su lugar en el mundo en el país azteca. Allí llegó para trabajar como preparador físico, primero en Cobras de Ciudad Juárez y luego en Necaxa, pero fue un video el que le abrió la mejor de las puertas. Con ayuda del empresario Jesús Martínez armó la cinta “metodología de la enseñanza”, que tuvo mucho éxito entre los profesores de las escuelas, y le valió a Fassi el ingreso al Grupo Pachuca, propiedad del poderoso Carlos Slim. Y como es difícil que un cordobés pase desapercibido en el exterior, el hombre de 54 años hizo allí una verdadera revolución, al punto que le cambió los colores al primer equipo para homenajear a su querido Talleres.

“Llevo 23 años dentro de una estructura que empezó siendo muy chica, en segunda división del fútbol mexicano, y que hoy se ha transformado en un modelo a seguir en el mundo”. Así se presentó ante EL PAÍS en un alto del Congreso de Fútbol que se realizó esta semana en Buenos Aires. Fassi y su experiencia de gestión han convencido a los socios de Talleres y el 16 de noviembre de 2014 lo eligieron con el 78% de los votos. Así, Andrés Fassi se convirtió en un caso único en el mundo: presidente de una asociación civil en Argentina y vice de un club gerenciado en México. “Vengo de hacer el vuelo número 87 entre Argentina y México en los últimos 27 meses”, reconoció entre risas. “Con esa experiencia vengo a Córdoba y a Talleres, a tratar de generar lo mejor para una institución que quiero mucho y con el convencimiento del potencial, la pasión y el compromiso que tiene el hincha en el fútbol argentino”, afirmó. En un año y medio, Talleres logró ascender 2 categorías, del extinto torneo Argentino A (una suerte de liga regional) a la Primera División, donde marcha en el fondo de las posiciones sin victorias, tras 5 fechas jugadas.

Fassi pone como eje de su gestión los 50.000 socios inscriptos.
Fassi pone como eje de su gestión los 50.000 socios inscriptos.Prensa Talleres

La otra forma de leer la experiencia blanquiazul es como el desembarco del Grupo Pachuca en el fútbol argentino, la única de las ligas más importantes del mundo que todavía conserva cierta reticencia en cuanto a la instalación de las sociedades anónimas, una polémica que, entre otros, divide a River y Boca. Entonces, las aficiones locales sospechan que lo de Talleres sea en realidad un gerenciamiento encubierto. “Talleres no encubre absolutamente nada”, responde Fassi, “Hasta hoy es una institución en la que en forma personal y gracias al apoyo de mi grupo (por Pachuca) apostamos a una inversión muy significativa y hemos multiplicado por 6 el ingreso de los patrocinios. Es una institución saneada, con deuda cero, y que con aliados estratégicos de talla internacional se permite un crecimiento significativo en materia de haber profesionalizado todas las áreas”. “A partir del 1 de enero de 2017, aprobado por unanimidad por la asamblea, se ha permitido la posibilidad de que inversionistas se metan en la institución. Lo único que hemos hecho es transparentar situaciones que en otros clubes son encubiertas, pero a través de los socios y en una votación unánime”, sentenció.

Consultado acerca de porque los argentinos rechazan las alternativas de gerenciamiento, Fassi indicó que es “por falta de transparencia y porque uno de los valores más significativos que tenemos que tener es la honestidad. Un fútbol en el que el 80% de las instituciones tienen deudas impagables te dice que definitivamente necesitamos un modelo de gestión distinto. Un hombre como el presidente de la república (por Mauricio Macri), que tuvo un paso por el fútbol que fue de éxito, hoy nos está enviando un mensaje de que definitivamente dentro de la estructura del futbol tiene que haber un cambio radical. Luego habrá que ver si son sociedades anónimas, sociedades mixtas o de inversores, habrá que buscar la estructura de acuerdo a una adaptación con la cultura e idiosincrasia del futbol argentino”.

“Si pudiéramos conjuntar la pasión del fútbol argentino en la organización del fútbol mexicano, estaríamos hablando de la mejor liga del mundo”, opina Fassi, “Es mucho más lo que hay para poner en el futbol argentino de la estructura de los clubes mexicanos y la organización de la federación mexicana que el aporte que podría significar en lo organizativo la estructura que tiene nuestro fútbol”. “Nos tenemos que poner de acuerdo y tener la inteligencia de anteponer a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y los intereses del fútbol por encima de todos los intereses personales, y así lograr una salida y un consenso de optimismo”, finalizó este particular empresario que prefiere que todavía no le hablen sobre un posible cargo en la casa madre del fútbol argentino.

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