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España pega un estirón y se impone a Albania

La Roja, de nuevo con más juego que remate, cierra la semana como líder de grupo

José Sámano
Ramos felicita a Nolito por su gol a Albania.
Ramos felicita a Nolito por su gol a Albania.ARMANDO BABANI (EFE)

Con mejor resultado, a España le tocó reproducir en Albania un encuentro casi calcado al de Italia del pasado jueves. Frente a dos rivales enjaulados en su trinchera, la Roja jugó mejor de lo que remató. Y en ambas ocasiones, dos jaimitadas de los porteros ajenos le abrieron el camino. Al chasco de Buffon le sucedió el de Berisha, que tras un despeje con el juanete subió la persiana para el gol de Diego Costa ya en el segundo tiempo. Nolito puso el broche, porque a Albania no le dio para cambiar de escala e ir a por el empate. Está muy lejos de ser Italia, así que los chicos de Lopetegui capearon sin angustia alguna hasta el final. Suficiente para sellar la semana como líder en una fase de clasificación que solo garantiza el billete a Rusia 2018 a quien encabece su grupo.

Lopetegui sorprendió con la alineación. Si ya resultó chocante que no convocara a un suplente para Jordi Alba, con el buen racimo de laterales zurdos del que dispone, no fue menos extraño que concediera la titularidad al último alistado, Monreal, llegado a Albania horas antes para paliar la lesión del azulgrana. Nacho, central suplente en el Madrid que a veces resuelve como lateral, fue improvisado como relevo de Alba en Italia. En Albania se quedó a la sombra. Tampoco compareció el otro defensor derecho, Carvajal, sustituido por Thiago. El seleccionador limitó la zaga a Sergio Ramos, muy volcado a la derecha, Piqué y el propio Monreal, con Busquets de centinela para las coberturas. Un equipo dispuesto para colonizar el juego, para embotellar a los albaneses, en las cuerdas toda la noche. Así fue desde el primer suspiro. Grapada la pelota, y con mucha libertad de movimientos para Thiago, Iniesta, Silva y Koke, el partido solo tuvo una dirección. Como ya sucediera en Turín, a España le tocaba derribar un muro, aunque con peores picadores enfrente.

No son pocos los adversarios ante los que la Roja precisa tirar de fórceps. Hasta en sus mejores tiempos fue una selección con más pelota que gol. El cuento no ha cambiado. El peso recae en el ingenio y la sutilidad de sus volantes. Diego Costa, el atacante puro, es un futbolista distinguido a campo abierto. En los barracones rivales queda enladrillado. Durante 55 minutos, el asunto no fue una excepción frente al entusiasta grupo de albaneses que ha reclutado De Biasi por todos los rincones. Hasta que una pifia del meta Berisha le abrió el gol de par en par. Con sus defensas de salida, el portero despejó con la uña, el balón cayó a pies de Vitolo, que combinó con Silva y el canario hizo una concesión a Diego Costa, que necesita todos los auxilios posibles. Frente a una retaguardia desamparada por su guardameta, el ariete del Chelsea cazó el tanto a puerta vacía.

Hasta dar en la diana, al conjunto español le faltó precisión para el pase terminal. Frente a tanto piquete local, la trama requería paciencia, rumiar el choque para deshacer los nudos. Los centrocampistas se asociaron bien, con constantes permutas, sin más referencias fijas para los albaneses que la de Diego Costa, anidado en la zona central del ataque. De dos buenas combinaciones llegaron las dos mejores ocasiones del primer tramo. Berisha, mejor con las manos que con los pies, evitó los remates de Koke y Vitolo. También tuvo un sencillo cabezazo Costa, pero apenas rebañó el balón.

Nada alteró Lopetegui en el intermedio. Las mismas constantes hasta el gol de Costa. Albania no tenía plan b, así que mantuvo el hormigón incluso en desventaja. Pese a su envite en la reciente Eurocopa de Francia, aún es una selección muy chata. Si el pase a la red de Diego Costa la dejó al borde del colapso, Nolito le dio la puntilla definitiva. Relevo de Vitolo, el andaluz hace tiempo que se abrió camino al gol por la misma vía. La vía que tanto exploró con éxito el francés Henry. En ese trance no hay mejor sucesor del galo que Nolito. Tal que Henry, se infiltra en el área desde la izquierda y se perfila para el remate combado con la pierna derecha. Dos especialistas en el disparo arqueado, suerte que manejan de maravilla. Así llegó el segundo azote español. Un gol genuino de Nolito. Un tanto para liquidar el partido. Con todo hecho, en un campo cada vez más enfangado y bajo un aguacero solo un sobresalto final. A la lesión de Alba en Italia se sumó la de Sergio Ramos, retirado por molestias en la rodilla izquierda. Las únicas pesadumbres de estos dos parciales rumbo a Rusia cerrados con buena nota y cuatro puntos para el optimismo. Un estirón tras sus dos salidas más difíciles.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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