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Un gran Bautista pierde la final de Shanghái ante Murray

El escocés apunta al número uno tras vencer (7-6 y 6-1, en 1h 36m) al español, que en su primer pulso por un Masters 1.000 dio la cara y ahora aspira a filtrarse por primera vez en el 'top-10' del circuito

Alejandro Ciriza
Roberto Bautista, durante el partido contra Andy Murray.
Roberto Bautista, durante el partido contra Andy Murray.Johannes Eisele (AFP)

Roberto Bautista perdió frente a Andy Murray (7-6 y 6-1, en 1h 36m), lo cual entra dentro de toda lógica, teniendo en cuenta que la de Shanghái era la primera final de un Masters 1.000 que disputaba el español y que el escocés es, sin ningún tipo de duda, el gran hombre de 2016. No pudo el castellonense sumar su tercer título de esta temporada, pero probablemente nunca se haya marchado tan contento de una pista después de caer, en esta ocasión contra un adversario robótico e inabordable. Y es que más allá de la derrota en la final, el paso por la capital china deja en Bautista el poso real de que, por fin, está capacitado para competir con los más fuertes.

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De hecho, este domingo tuteó a Murray, que visto el panorama tuvo que subir el pistón y acelerar, porque enfrente se encontró con un tenista con las ideas meridianamente claras y hambriento. Bautista tiene un objetivo: crecer, dar el gran salto, codearse con la élite del circuito. Y, de seguir por este camino, la recompensa tal vez no tarde en llegar. Tiene 28 años, el lunes ya figurará como número 13 del ranking mundial y su patrón de juego, voluble y moderno, le convierte potencialmente en un top-10 a corto plazo. El resto, el sacrificio, está de más mencionarlo, porque hablar de Bautista supone hacerlo de uno de los tipos más metódicos en lo suyo.

Lo constató Murray, exigido durante todo el primer parcial, hasta que el británico decidió que se acababa la historia y activó el turbo. Una vez que redujo al español en el tie break (7-1), puso sobre la mesa todo su arsenal, la derecha (22-13 en winners) y el revés, el servicio (8 aces a 0) por supuesto. Lo disparó hasta un 82% de tantos obtenidos con primeros saques y, lo dicho, el cuento se terminó. Poco, o más bien nada que hacer ante un Murray desatado en el segundo parcial, que finalmente abandonó Asia con dos trofeos bajo los brazos (Pekín y Shanghái), 10 victorias y 19 sets ganados; es decir, todos los que ha disputado durante estas dos semanas.

El de Dunblane se sitúa a solo 915 puntos de Nole, por lo que puede quitarle el trono en Paris-Bercy o el O2 de Londres

El de Dunblane suma ya 13 títulos del Masters 1.000, 41 en global –Roger Federer tiene 88, Rafael Nadal 69 y Novak Djokovic 66–, y le vino a decir al señor Nole que ya no se puede relajar ni un segundo, que ahora sí, él va a por el número uno sin discusión ni miramientos. De hecho, se situó a 915 puntos del serbio en la carrera de los campeones, por lo que el trono no está lejos para él. Lo entregó hace no mucho Serena Williams, después de un larguísimo reinado, así que no sería ninguna sorpresa que Nole, saturado y desorientado a estas alturas del año, se incline tarde o temprano en favor del escocés.

Murray evaporó el sueño de Bautista, pero ambos se fueron felices de Shanghái. El primero, enorme, sigue dando lustre a un curso en el que ya suma seis títulos –solo uno menos que el de Belgrado–, entre ellos Wimbledon y el oro olímpico, y el segundo, grande, con la certeza de que después de una gran inversión está más cerca de la meta, de comenzar a aparecer en los puestos nobles del tenis masculino. Ambos se marcharon dichosos, y ahora el aficionado se frota las manos, porque de aquí a final de año puede haber novedades. Por delante, París-Bercy, el último M-1.000, y la Copa de Maestros. Así que la pregunta queda en el aire: ¿Habrá nuevo rey?

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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