_
_
_
_
_

Asier Garitano: “La ilusión está por encima del dinero”

El técnico del Leganés charla sobre el cambio de mentalidad que ha permitido al equipo pasar de Segunda B a Primera en tres años "Aquí funcionan los jugadores con hambre", dice

Eleonora Giovio
Asier Garitano, entrenador del Leganes, posa en el estadio de Butarque antes de la entrevista.
Asier Garitano, entrenador del Leganes, posa en el estadio de Butarque antes de la entrevista. LUIS SEVILLANO (EL PAÍS)

Es lunes en Butarque y aunque sea final de octubre hace un sol y un calor para estar en manga corta. Asier Garitano (Guipúzcoa, 46 años) aparece por el césped del estadio después del entrenamiento. “¿Es normal esto o qué?”, le pregunta bromeando al fotógrafo que le desplaza de un sitio a otro para posar. El jardinero, mientras, tapa los agujeros del terreno de juego. “Me va a llevar todo el día”, dice. El entrenador del Leganés se sienta en las gradas de Butarque y habla del sentir de una ciudad, del hambre de los jugadores, de la importancia de la mentalidad y de cómo ha conseguido en tres años llevar al equipo de Segunda B a Primera. Desde fuera parece serio, tímido y arisco. En la charla de casi una hora con EL PAÍS antes de visitar el Bernabéu (domingo, 12:00) es todo lo contrario: dicharachero y divertido.

Pregunta. ¿Con qué soñaba de niño?

Respuesta. Seguramente con poder llegar a lo máximo. Como futbolista no me dio para poder llegar a Primera pero sí como entrenador.

P. ¿Por qué no le dio para ser jugador?

R. Estaba en un gran sitio que es Lezama, un club de cantera. Estuve entre los 10 y los 22 años, pero no me dio para llegar. El Athletic ahí lo da todo y hay una parte que la tienes que dar tú. Quizás me faltara mentalidad u otra cosas, pero no puedo darle la culpa a nadie.

P. ¿Un jugador joven se da cuenta si vale o no vale?

R. Te das cuenta después, con la experiencia. Cuando estás ahí todos somos egoístas y todos pensamos que ha habido alguna injusticia por parte del que tiene que elegir. Cada uno buscamos excusas, pero la realidad es que no, que depende de ti.

Se lo decía a los jugadores el año pasado: hay mucha gente que es rica y que ha dejado el fútbol sin saber lo que es conseguir un ascenso. Algunos de ellos me han llegado a decir: pagaría por vivirlo

P. En tres años el Leganés ha conseguido pasar de Segunda B a Primera. ¿Un milagro?

R. Milagros no suele haber. Se ha trabajado bien y se han buscado estos objetivos. Conseguirlo en algunos sitios es más complicado que en otros, pero aquí la idea y la mentalidad eran estar con los mejores.

P. ¿Cuánto es de importante la mentalidad?

R. Es fundamental. En un club como el Leganés fue fundamental cambiar la mentalidad porque al final el día a día, el trabajar, lo hacen todos, algunos más y otros mejor. Desde que llegué en Segunda B me di cuenta, jugábamos el play-off y todos decían: ‘bueno, ahora nos volverán a eliminar, siempre nos ha pasado lo mismo’. Cambiar eso fue lo más difícil y lo conseguimos. Cambiamos los horarios de los play-off para hacer creer a la gente que eso nos podía ayudar. Y funcionó. Todos empezaron a pensar: ¿será verdad eso? En Segunda fue un poco lo mismo, el primer año hubo un momento en el que pudimos estar con los mejores y la gente se conformó con salvar la categoría. Me dije: hay que cambiar todo esto.

P. ¿Cómo lo ha hecho?

R. A los jugadores los tenía convencidos desde hace mucho tiempo, en el vestuario hablábamos de estar con los mejores y cuando competían se daban cuenta de que sí podían y que no había nadie que podía ser mejor que nosotros. Pero no vale solo con eso, también tienes que hacer creer a los rivales, que no piensen bah ya se cansarán, no van a llegar hasta el final. Así que llegó un momento de la temporada que les dije que aparte de ascender, el objetivo era ganar la Liga. Me miraron en plan: qué dice este. Hasta a la gente en la calle se lo decía. Estaba convencido de que se podía. En Lezama me enseñaron que si hay una oportunidad tienes que meter gol no vale con tirar fuera o al palo. Era nuestro momento.

P. ¿Cómo consigue un entrenador que un vestuario se crea de verdad el discurso de: sois muy buenos?

R. Es el día a día. Mejorábamos los registros de cada uno, se los enseñábamos. Somos mejores que todo el mundo en esto, esto y lo otro, no perdemos nunca dos partidos y eso solo lo hacen los equipos buenos; los mejores nunca pierden dos partidos seguidos. Daba la casualidad, o no, que en Segunda perdíamos un partido y el siguiente no lo volvíamos a perder. Y les decía: ¿veis como sois los mejores? En el tramo final de la temporada cuando perdimos contra el Huesca, nos tocaba ir a Oviedo. Y todo el mundo: ya verás cómo vamos a perder. Y yo: que no, vamos a hacer lo mismo que todo el año, no perder dos partidos seguidos, vamos a ir a Oviedo y vamos a ganar. ¿Por qué? Porque lo hemos hecho todo el año. Fuimos ahí y ganamos.

P. ¿Le han pedido ya los números del euromillón?

R. [Suelta una carcajada] Qué va, no acierto ni uno. Todos creían y todo se dio. ¿Casualidad? Yo no creo en las casualidades. Tiene que ser por algo. Si me preguntas el qué, ni idea. Siempre tuve la sensación de que lo tenía todo controlado.

De lo que más contento estoy es de haber cambiado la mentalidad de la gente, como ha hecho Simeone en el Atlético 

P. ¿Qué perfil de jugador busca?

R. Lo más importante es saber dónde estás: club, ciudad, instalaciones. Y en función de eso tienes que elegir el perfil de jugador que se pueda adaptar a lo que tienes para sacarle el máximo rendimiento. Acertar en eso para mí ha sido lo mejor, la mayoría mejoró estando aquí y eso no puede ser casualidad.

P. ¿Qué tipo de jugador encaja aquí?

R. Aquí nos ha ido bien el jugador con hambre, que no hiciera muchas cosas antes porque entonces viene aquí, ve las diferencias con clubes anteriores y empieza a comparar y eso le hace bajar. También gente de filiales, como el Athletic, por la educación que han tenido. Nos ha ido bien hasta Segunda, en Primera el mercado no tiene nada que ver con lo que contralabamos antes. Es todo muy diferente y tienes que adaptarte. Tengo que aprender rápido todo esto.

P. ¿Cómo se las ha apañado?

R. Cuando ascendimos hablé con amigos entrenadores como Javi Gracia y Unai Emery y con otros entrenadores que habían estado en Segunda B, ascendido y entrenados a diferentes equipos de Primera. ¿Oye hay mucha diferencia, cómo va esto? Y miraba si coincidían en las respuestas…

Me las he tenido que apañar porque en Primera el mercado no tiene nada que ver con lo que contralábamos antes

P. ¿En qué coincidían?

R. En que había que mantener el grupo, al menos el primer año. Que el salto era muy grande y que en algunos puestos había que mejorar. Pero claro luego vas al mercado y ahí ves que tu teoría no vale… que no puedes por cuestiones económicas o porque el jugador no quiere y luego también ves lo que es Leganés. Para estar en el fútbol profesional necesitamos ir mejorando la estructura del club y muy rápido, además, porque si no será imposible.

P. ¿A qué se refiere con estructura?

R. A dar calidad a los jugadores. Los viajes ya los hacemos mejor, pero los campos de entrenamiento… Es fundamental tener una ciudad deportiva [no la tienen] más empleados. Todo.

P. ¿El fútbol de Primera era como lo intuía?

R. Más o menos sí por lo poco que veía por la tele. En Primera todo es más continuo, todas las intensidades que hay en Segunda se repiten más veces. Hay que pensar rápido, jugar rápido. En Segunda apenas hay diferencias entre el primero y el último, en Primera son abismales. Y hay que adaptarte a eso y para un equipo como nosotros eso no se consigue en una semana, ni en un mes. La idea es seguir el ejemplo del Eibar.

P. Le escuché decir a Mantovani que lo ha que hecho usted aquí es comparable a lo que ha hecho Simeone en el Atlético.

R. Yo también le escuché. ¡Yo que sé! De lo que más contento estoy es de haber cambiado la mentalidad de la gente y en ese sentido sí puedo parecerme a él. El Atlético lo veías de fuera y no parecía tener mentalidad de ganar, ahora sí la tiene. Yo intento hacer lo mismo: no conformarse con estar en Primera, sino tener la ambición de que esto sea para siempre.

P. ¿Percibe esa ambición?

R. Yo lo quiero, pero lleva su tiempo y hacer todas las cosas que le dije antes: instalaciones y demás. Detrás de la mentalidad tiene que haber más cosas que el club verá si es capaz o no, si quiere o no quiere, si puede o no puede.

P. ¿La ciudad deportiva está en marcha?

R. No lo sé. Yo quiero ver alguna excavadora, me gustaría verla antes de que acabe la temporada.

P. ¿Empezar desde abajo le ha hecho saborear más las cosas?

R. Sí, te das cuenta de lo que cuesta y cuando llegas lo valoras más. Llevo poco entrenando [seis años] y mi primer equipo fue el de los jugadores sin trabajo de la AFE y a mí aquello no se me olvida. Había gente buena sin posibilidad de trabajar. Poder ir consiguiendo cosas te hace darle más valor.

P. ¿Cómo se le saca el máximo rendimiento a un futbolista?

R. Primero hay que conocerlo para ver qué necesita. Lo importante es la dinámica del grupo y para que funcione hay que saber cómo es cada uno y uno es mundo. Algunos lo tienen todo claro y sólo tienes que ir reforzándole o corregir. Con los que dudan mucho intentas hablar y repetir las cosas una, dos, tres, 800 veces hasta que los has metido en vereda. Y con algunos ves que nada, que no hay tu tía.

P. ¿Y qué hace?

R. Intentar seguir porque los entrenadores dependemos de los jugadores.

P. ¿Por eso hay que ser también un poco psicólogo?

R. Hay que ser de todo. Yo he tenido alguno cuando jugaba. Son buenos. El año pasado trajimos a Chema Martínez, del maratón, y a Imanol Ibarrondo, el coaching del Consejo Superior de Deportes. El año de Segunda B traje a Xesco Spar.

P. ¿Qué explican cuándo vienen?

R. Lo que llevas diciéndole a los jugadores todo el año, pero de otra forma, con otra cara, con otro tono y con otros ejemplos. A Chema Martínez le escuché un día y la llamé para que se viniera. El maratón son 40 kilómetros y nuestra temporada era de 42 partidos y la temporada pasada se me ocurrió invitarle cuando nos faltaban seis partidos para el final de Liga. Quería que nos explicara el símil con el “muro del maratón” que es como un desfallecimiento que les pasa entre el kilómetro 30 y 35. Nos habló del sufrimiento, de la importancia de la mentalidad.

P. ¿El vestuario se lleva de forma diferente en Primera que en Segunda?

R. Sí, me estoy dando cuenta ahora. La gente cambia porque te cambia el entorno.

P. ¿Las preocupaciones son las mismas?

R. Sí. Hacer grupo, querer hacer un equipo.

P. ¿Cómo ve el partido contra el Madrid en el Bernabéu? Parece que cualquier rival le trata de tú incluso en casa.

R. Eso ha pasado durante muchos años. El Madrid siempre parece que te deja, te vienes arriba y de repente miras el marcador y vas perdiendo 3-0.

P. ¿Le ve alguna debilidad?

R. Sí, sí tienen. Pero luego que un equipo como nosotros las saque… uff.

P. ¿Qué debilidades?

El Madrid siempre parece que te deja, te vienes arriba y de repente miras el marcador y vas perdiendo 3-0

R. Estos equipos son diferentes, igual tampoco preparan ciertos partidos como lo hacen normalmente porque están pensando en el Legia, en la Champions… y el tema del Leganés lo dan que lo tienen ganado o que lo van a ganar con cualquiera de los jugadores que tienen. Es un tema de mentalidad, los ves cuando juegan contra el Barcelona o el Atlético o en la Champions. No es lo mismo verlos jugar contra el Eibar, el Leganés o el Alavés. Zidane que ha estado en esa casa y que ha sido el mejor, lo sabe y lo sabe llevar bien.

P. ¿Qué tiene el fútbol que no tiene ninguna otra cosa?

R. La ilusión, la pasión de la gente. Se las ves en las caras. La ilusión está por encima del dinero, se lo decía a los jugadores el año pasado: hay mucha gente que es rica por haber llegado a Primera o por lo que sea que han dejado el fútbol sin saber lo que es conseguir un ascenso. Algunos de ellos me han llegado a decir: pagaría por tener la sensación que has tenido tú de vivir un ascenso, soy rico, pero no he probado nunca eso.

P. ¿Quién se lo ha dicho?

R. Algunos, pero no puedo dar nombres.

P. ¿Cuánto va a costar la permanencia?

R. Mucho, pero merece la pena cualquier esfuerzo para una ciudad y un equipo como el Leganés. Tenemos que poner lo que haga falta y no tener miedo a equivocarnos.

P. ¿A qué huele el vestuario del Leganés?

R. El año pasado a ilusión, una barbaridad. Este año se quedó un poco de ese olor, luego hicimos obras y el olor se fue… y ahora hay tenemos que ver a qué conseguimos que huela.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de deportes, especializada en polideportivo, temas sociales y de abusos. Ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_