Willy Hernangómez prende la mecha en el Madison
El pívot español afirma sentirse preparado tras explotar con 14 puntos en el último cuarto del triunfo de los Knicks ante los Nets
Phil Jackson le llamó hace unos meses y le dijo “Willy, me gusta como juegas”. Steve Mills, además de telefonearle, viajó a España para verle en acción. Y Willy Hernangómez, 22 años, hijo de Guillermo, ex del Real Madrid y del Estudiantes, y de Margarita Geuer, campeona del Eurobasket 93 con la selección española, decidió dejar el Madrid y enrolarse en los Knicks. El desafío de la NBA no se presentaba fácil, por más que le abrumaran con encendidos elogios PJ, el presidente de operaciones de los Knicks y legendario entrenador de los Bulls y de los Lakers, y Mills, el director deportivo del equipo de Nueva York.
Elegido por los Sixers en la 35ª posición del draft de 2015 e inmediatamente traspasado a los Knicks, Willy firmó por el equipo del Madison Square Garden el 8 de julio de 2016 un contrato por cuatro temporadas que irá aumentando de 1,3 a 1,5 millones de euros anuales. Hasta ahí, perfecto. Su pretemporada fue prometedora, con buenas sensaciones y números aceptables: casi 16 minutos, 5,3 puntos y 5 rebotes de media en seis partidos.
Pero llegó la hora de la verdad, cuando Jeff Hornacek, el entrenador del equipo, debía demostrar hasta qué punto apostaba por él. La realidad es que el pívot madrileño solo jugó nueve minutos en el primer partido, apenas ocho en el segundo y cinco en el tercero. En los tres siguientes desapareció por completo de una rotación superpoblada de jugadores que ocupan o pueden ocupar su posición, encabezada por el curtido francés Noah, el neoyoquino O’Leary o ala-pívots como el que ya fuera su compañero en el Sevilla, el letón Porzingis o el camerunés Ndour. En el derbi ante los Nets, parecía que la inactividad de Hernangómez iba a ampliarse a cuatro partidos.
Pero Hornacek sorprendió hacia el final del encuentro al reclamar su presencia. “Fue cuando los Nets devolvieron a la cancha a Brook Lopez (2,13 metros)”, explicó Hornacek. “Antes no, porque preferí a Ndour (2,06) ya que ellos estaban jugando con un equipo pequeño — small ball— y necesitaba un pívot rápido para hacer frente a Justin Hamilton y Scola”. Salió por fin Willy a la cancha y su actuación resultó explosiva: 14 puntos, todos en el último cuarto, con una serie de 6 de 7 en tiros de campo y dos tiros libres, seis rebotes, dos tapones y un robo de balón. Willy completó la espléndida actuación de la segunda unidad, junto al esloveno Vujacic y el lituano Kuzminskas, exjugador de Unicaja. Su energía combinó con los 22 puntos de Carmelo Anthony, los 21 puntos y ocho rebotes de Porzingis y los 14 puntos de Derrick Rose.
Los Knicks remontaron con un parcial de 38-25 en el último cuarto y ganaron por 110-96. Fue su tercer triunfo en los siete partidos que han disputado. Se produjo justamente después de que la prensa aireara que Phil Jackson se había quejado a Hornacek por no emplear el triángulo ofensivo, el estilo de juego con el que PJ ganó seis anillos con los Bulls y cinco con los Lakers.
Willy reconoce que, tras su buena pretemporada, esperaba estar más presente en las rotaciones. “Sé que no va a ser fácil para mí. Contamos con buenos pívots, buenos jugadores. Trabajo para estar preparado cuando salgo a la cancha. Espero mi momento. Trato de rebotear, defender... Creo que estoy preparado. Sé que soy joven, pero noto que mis compañeros confían en mí”, concluye el jugador, con el que Scariolo cuenta para la selección, con la que ya ha ganado el oro en el Eurobasket y el bronce en los Juegos.
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