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El Barça hace saltar todas las alarmas en Estambul

Los azulgrana, superados en todo por el Galatasaray, suman su tercera derrota seguida

Robert Álvarez
Perperoglou, Tomic y Pleiss.
Perperoglou, Tomic y Pleiss.TOLGA BOZOGLU (EFE)

El Barcelona salió hecho trizas del Abdi Ipecki de Estambul. Necesitaba la victoria para empezar a corregir su mala situación en la Euroliga y el partido parecía propicio porque el Galatasaray solo había ganado dos de sus ocho encuentros y era el segundo peor de la competición en el rebote. La recuperación de Doellman y Claver, tras sus lesiones, acababa de invitar al optimismo del cuadro de Bartzokas. Pero el Barcelona no pudo salir más malparado de Estambul. Jugó mal, perdió su tercer partido seguido en la competición y dio la sensación de que no acaba de encontrar unas constantes fiables en sus esquemas y en su rendimiento.

GALATASARAY, 78; BARCELONA, 64

Galatasaray: Guler (18), Schilb (18), Koksal (3), Micov (15), Pleiss (4) –equipo inicial-; Preldzic (3), Tyus (12), Daye (2) y Diebler (3).

Barcelona Lassa: Rice (22), Oleson (7), Perperoglou (9), Vezenkov (4), Tomic (2) –equipo inicial-; Holmes (4), Doellman (0), Dorsey (7), Claver (0). Eriksson (5) y Koponen (4).

Parciales: 17-16, 22-19, 22-13 y 17-16.

Árbitros: Radovic (Croacia), Lottermoser (Alemania) y Mantyla (Finlandia).

Abdi Ipecki de Estambul. 9.494 espectadores.

Novena jornada de la Euroliga. El Barcelona suma cuatro triunfos y cinco derrotas.

Rice reventado, con la lengua fuera, Tomic maldiciendo su incapacidad para meter un tiro libre, todos los jugadores del Barcelona preguntándose cómo es posible haber sido superados en casi todas las acciones y haber permitido que sus rivales del Galatasaray capturaran hasta 15 rebotes en ataque. Una sangría.

El Barcelona fue superado en todas las facetas del juego. Su derrota fue concluyente, no tuvo la menor opción. Solo fugazmente, cuando faltaban cuatro minutos para el final llegó a ponerse a seis puntos (68-62), pero la reacción del Galatasaray fue fulminante. El cuarto triple de Guler se combinó con la sucesión de calamidades de Tomic, que pareció que iba al cadalso en lugar de a la línea de tiros libres. Falló los cuatro que lanzó. Fue la culminación de su nefasta actuación, perfectamente reflejada en su hoja de servicios: dos puntos y tres rebotes.

La defensa del Barcelona fue superada con una facilidad asombrosa, con pasillos francos para las penetraciones de Schilb, Tyus y Guler, y constantes regalos de segundas opciones al no ser capaz de hacerse con los rebotes. El Galatasaray sacó ventaja de casi todos los emparejamientos individuales, en especial el de Micov con Perperoglou, al que tampoco pudieron enmendar la plana Vezenkov, Holmes o Claver. El valenciano se notó tan fuera de ritmo como Doellman. Notaron la inactividad.

Rice, con 22 puntos y cuatro asistencias, fue el único que planteó algún quebradero de cabeza a la defensa del equipo de Ataman. Eriksson dio algún chispazo en los instantes que en los que el Barcelona empezaba ya a ver muy lejos la posibilidad de vencer (64-50). La tarea fue imposible porque no defendió bien, sumó 15 rebotes menos y estuvo tan desacertado en los tiros libres (61%) como en los triples (29%). Las cifras reflejaron la falta de sincronía y ritmo de su juego.

La quinta derrota del Barcelona en la Euroliga le plantea una tarea cada vez más exigente en los próximos meses, con el grave riesgo de quedarse fuera de los ocho primeros y de los cuartos de final. Esa es su alarmante situación actual. Y su próximo rival, el 2 de diciembre, el Panathinaikos de Xavi Pascual en el Palau Blaugrana.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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