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El picoteo de Cillessen

El portero del Barcelona, de momento reservado para la Copa, jugará ante el Hércules y aspira a luchar por la titularidad

Jordi Quixano
Luis Enrique habla con Cillessen en la sesión de ayer.
Luis Enrique habla con Cillessen en la sesión de ayer.ALEJANDRO GARCÍA (EFE)

Nada más aterrizar en Barcelona, Jasper Cillessen (Nimega, Holanda; 27 años) acudió a las redes sociales para preguntar por los mejores sitios de tapas de la ciudad. Un picoteo que para su infortunio se ha extendido en la portería del Barça, toda vez que tan solo ha disputado un encuentro en la Liga —la derrota ante el Alavés cuando Ter Stegen estaba lesionado—, otro en la Champions —el intrascendente duelo ante el Moenchengladbach— y frente al Hércules en la ida de los dieciseisavos de la Copa (1-1). Situación ante la que se rebela internamente, por más que acepte las decisiones del técnico. Así lo aclaró a la revista Helden cuando le cuestionaron por la Sagrada Familia: “No he venido para hacer turismo sino a rendir. Ya la vi cuando tenía 16 años y no estaba acabada. Creo que aún no lo está. Cuando sea titular del Barça la visitaré y haré unas fotos”, respondió. Aunque de momento esa vía asemeja lejana porque el Barça le da los guantes a Ter Stegen. Cillessen, sin embargo, acepta el reto. No es la primera vez que le pasa.

Jasper comenzó a jugar al fútbol como delantero, pero pronto se puso bajo el larguero y llamó la atención de la escuela del NEC Nimega. Ascendió los escalones con prisa y cuando llegó al primer equipo, aguardó su oportunidad para desbancar a Gábor Babos. “En el Ajax le sucedió lo mismo”, cuenta Ruben Jongkind, hasta el año pasado director de desarrollo de la cantera ajaccied y ahora trabajador en la Cruyff Football [Team Jonk], que trata de implementar el legado de Johan en clubes y federaciones del mundo; “llegó como suplente de Kenneth Vermeer y cuando se lesionó, Jasper cogió el sitio y ya no lo soltó. Aunque Ter Stegen es de otro nivel...”. Es por eso que Cillessen trabaja desde hace unos meses con Marco Hoogerland, un coach mental.

No le ha costado adaptarse porque venía del Ajax y el hecho de tener que jugar con los pies ya lo llevaba de serie Luis Enrique, técnico del Barça

“Me jode perder y estar en el banquillo es un poco como perder”, dice el meta; “por lo que con Hoogerland trabajo el enfoque. Dar un paso hacia atrás para luego avanzar dos y ser titular. Tanto en el Barça como con Holanda [Stekelenburg, del Everton, le ha arrebatado el puesto]”. Luis Enrique lo tiene claro: “Me gusta su manera de competir y entrenar. Un muy buen fichaje”. Aunque Jongkind añade: “Irse era un riesgo porque podía jugar poco, pero también puede mejorar al entrenarse con los mejores del mundo”. Pero para eso, Cillessen tiene la respuesta: “Cuando te llega una oferta del Barça no dices que no”.

Hacía tiempo que el área deportiva del Barcelona tenía a Cillessen en la lista de futuribles, hasta el punto de que había hablado con su exentrenador y exazulgrana Frank de Boer para que les pasará informes. “Tampoco hay tantos que sepan jugar así con los pies”, explican desde el club; “y cuando se marchó Bravo, era el número uno en la lista”. El dos, el que hubiera llegado si el holandés se negaba, era Pepe Reina. “Pero Cillessen nos dijo que quería venir y en unos días fichó”, amplían desde el Barça, que pagó por él 13 millones más dos en variables.

Sin problemas con los pies

La condición de ser la raíz del juego, es algo que Cillessen aprendió en el Ajax. “Entrenábamos mucho la técnica de los porteros porque un equipo que quiere dominar a través de la posesión de la pelota, necesita empezar desde atrás”, expone Jongkind. “No le ha costado adaptarse porque venía del Ajax y el hecho de tener que jugar con los pies ya lo llevaba de serie”, agrega Luis Enrique, que ayer, de forma expresiva y con gestos grandilocuentes, se reunió con el meta antes de que comenzase el entrenamiento. Poco más de dos minutos de cháchara y seguramente un mensaje: toca la vuelta de la Copa ante el Hércules (22.00 h. Gol); toca su turno.

Cuentan desde el vestuario que, aunque siempre tiene la sonrisa como saludo, el holandés es reservado. “Entiende el castellano pero todavía no se arranca a hablarlo”, dicen desde el club. Por lo que de momento se junta con Ter Stegen, Rakitic, Rafinha y Piqué, que son los que mejor hablan inglés, aunque también cruza palabras en holandés con Luis Suárez, que pasó por el Groningen y el Ajax. Pero Jasper sigue dando clases de castellano en la ciudad deportiva después de algún entrenamiento y, dicen, en pocos días se soltará. Queda por ver si hace lo mismo en la portería. Siempre lo tuvo claro. “Cuando tenía 11 años, hice un tour por el Camp Nou con mis padres y mi hermano, y les dije: ‘Sacad una foto, que aquí jugaré yo”. Reto cumplido. Le falta ser titular y no quedarse en un portero de picoteos.

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