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El Córdoba echa al Málaga

El equipo de Segunda da la primera gran sorpresa de la Copa y la afición malaguista pide la destitución de Juande Ramos

Rafael Pineda
Razak intenta blocar el balón ante Santos.
Razak intenta blocar el balón ante Santos. Jorge Zapata (EFE)

El fútbol suele ser muy caprichoso. Tanto, que permite resultados como el que se dio en La Rosaleda. El Málaga fue superior en casi todo al Córdoba y, sin embargo, fue víctima de la primera sorpresa de la Copa al caer eliminado ante un rival de categoría inferior y recibir cuatro goles en su estadio. Ni Sandro, en gran momento, pudo alterar el sino de una eliminatoria marcada por el 2-0 de la ida. En lugar de una remontada, se produjo el primer divorcio grave entre la grada y Juande Ramos, al que no se le perdonó la eliminación en un torneo que podía dar alegrías y la alineación del meta Boyko en el lugar del querido Kameni. El Córdoba se dio el gustazo de dejar en la cuneta a un Primera y, animado por algo más de 1.000 aficionados, sueña ahora con un grande en la eliminatoria de octavos. El Córdoba fue un prodigio de efectividad ante un Málaga que jugó muy bien en ataque, pero que no defendió como debe. Solo así se puede explicar que un equipo de su potencial reciba cuatro goles en casa. El choque, de locos, penalizó la falta de eficacia del Málaga y la asombrosa puntería del Córdoba, que contestó con goles cada uno de los que hizo su contrincante.

Tampoco se puede analizar desde un punto de vista lógico cómo es posible que un equipo solo haga un tanto después de múltiples acercamientos al área rival y otro marque en cada llegada a la portería contraria. Mejor para el Córdoba, que respiró en el gran partido de un veterano como Pedro Ríos. Se demostró, eso sí, que la Copa se le atraganta al Málaga, eliminado la pasada temporada por el Mirandés y ahora por otra escuadra de Segunda.

Realmente, no hay mucho que objetar al planteamiento atrevido de Juande ni al ímpetu con el que sus jugadores se tomaron el partido. El Málaga jugó bastante bien, metió al Córdoba en su campo y lo superó una y otra vez. En cada arrancada de Sandro o en cada regate de Ontiveros, como también con la velocidad de Santos. El dominio local fue abrumador ante un rival con un once cuajado de suplentes, como su portero Razak.

A los 18 minutos, un magnífico pase de Ontiveros hizo que Sandro batiera a Razak después de regatearle en su alocada salida. Fue el justo premio al mejor juego del Málaga, un vendaval que rozó el gol hasta en tres ocasiones más justo antes de que el fútbol ofreciera su versión más sorprendente. En un contragolpe bien ejecutado por el Córdoba, el equipo albiverde cantó bingo en su primera aproximación a la meta de Boyko gracias a Piovaccari. El Málaga no dejó de pelear y siguió buscando el gol. Lo hizo Sandro de un gran disparo desde fuera del área. Sin tiempo para gestar la remontada, otra vez Piovaccari hizo el empate.

Desesperados por la eficacia del Córdoba, los jugadores del Málaga todavía vieron cómo Pedro Ríos forzaba un penalti en otro contragolpe letal. Ríos anotó el tercer gol del Córdoba, empató Santos y, de guinda, Ríos volvió a contestar. Se demostró que la misión era imposible para un Málaga que encara las vacaciones de Navidad de forma triste: goleado en la Liga ante el Sevilla y fuera de la Copa. Ocho goles encajados en dos encuentros y su afición pidiendo el adiós de Juande Ramos.

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