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El Atlético se clasifica para cuartos pese a perder con Las Palmas

Los rojiblancos, que encajan dos goles en el descuento, hacen valer el 0-2 de la ida

Ladislao J. Moñino
Koke controla el balón ante Tana.
Koke controla el balón ante Tana.JuanJo Martín (EFE)

Enfilada la eliminatoria en la ida (0-2), el Atlético terminó por liquidarla en una noche calentada por esos errores finales que siguen cuestionando la fiabilidad defensiva local más allá de lo que digan las últimas estadísticas. La derrota final no hizo peligrar la clasificación para los cuartos de final  de la Copa del Rey del equipo de Simeone, pero sí incidió en que sigue siendo un equipo vulnerable, con tendencia a desengancharse del juego, más de lo que acostumbra.

Lo más destacable del choque se concentró en el segundo tiempo, principalmente en los cinco goles. El primer acto apenas dio para un tiro centrado de Griezmann y un cabezazo de Livaja que Moyá resolvió por colocación y reflejos. Los detalles de técnica individual en días así, donde la táctica no es más que un soporte del orden necesario para jugar, se agradecen. En el caso de Las Palmas, su aplicación le sirvió para mantener ese estilo tocado que en esta eliminatoria no le ha dado réditos. Anoche le dio para una victoria honrosa y dejar ese aroma de equipo ambicioso desde una forma de entender el juego atrevida. En el caso de los rojiblancos, su empeño en una presión media le dio para no poner en excesivo riesgo una clasificación que tenían en el bolsillo.

Para el Atlético, el encuentro mezcló otro banco de pruebas de su entrenador con la necesidad de seguir revitalizándose tras firmar la mitad de temporada más irregular que se le recuerda. Los dos goles de ventaja le dieron a Simeone para seguir probando con la pareja Vrsaljko y Juanfran en la derecha, reponer a Giménez como central, darle minutos a Lucas, seguir mirando de reojo el futuro de Koke y Saúl como mediocentros y darle vuelo a Gaitán y a Correa. Estos dos últimos aportaron lo más granado de la noche. Firme el equipo en su versión más industrial en los últimos partidos, más por resultados que por juego, necesita de jugadores como ellos. Futbolistas que cambien los partidos en los últimos metros para cuando la fórmula de las segundas jugadas o el contragolpe no sea suficiente.

Correa y Gaitán

Uno y otro comenzaron muy activos, pero con ese punto de imprecisión que conlleva la falta de continuidad. No ajustaban con su buen pie lo que imaginaban en su cabeza. Cuando lo hicieron, marcaron diferencias. Correa lo hizo primero al poco de iniciarse el segundo tiempo con una carrera vertiginosa y un disparo desde la frontal que exigió a Lizoain. Al poco se animó Gaitán, que tiró una pared con Griezmann para que el francés terminara empujando la pelota a red.

El tanto pareció finiquitar aún más la eliminatoria, pero al Atlético se le volvieron a ver las costuras por el medio. Livaja desvencijó a Godín y a Giménez antes de superar a Moyá con un disparo cruzado. No hubo tiempo para que Las Palmas se creciera porque Correa respondió con una de esas jugadas que se esperan de él. Experto en el ratoneo, le ganó a David García un voleón intencionado al espacio de Koke para plantarse ante Lizoain y superarle por bajo.

Todo parecía ya puro trámite. Simeone hizo debutar a Keidi y metió a Torres. Todo controlado hasta ese desplome final en el que entre Livaja y Mateo García reafirmaron que el Atlético sigue sin encontrar la fiabilidad defensiva que tanto busca.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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