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Betis y Sporting rivalizan en errores

Horroroso partido entre el conjunto andaluz, impotente, y el de Rubi, que al menos salva su estreno con un empate

Rafael Pineda
Piccini presiona a Canella.
Piccini presiona a Canella. José Manuel Vidal (EFE)

Horroroso partido el que se vio en el Benito Villamarín entre un Betis sin ideas y un Sporting preso de sus limitaciones. Mala pinta tiene el equipo de Víctor Sánchez, que acabó siendo abroncado por su gente, asombrada por el planteamiento de su entrenador, que mantuvo hasta el final una defensa de cinco hombres frente a un Sporting débil y medio entregado. Un Betis plano, incapaz de generar felicidad, que mantiene nueve puntos de distancia con la zona de descenso, pero que se muestra incapaz de dar un salto de calidad.

En el Sporting debutó el técnico Rubi y, al menos, rompió una dinámica perversa de cinco derrotas seguidas. Tuvo una clara ocasión en todo el encuentro, de Cop, que envió al palo después de driblar a Adán. El Betis tuvo sus opciones, sobre todo en el primer tiempo. Incapaz de marcar, su partido no será recordado. Le falta fútbol, talento y calidad. No tiene alegría y solo vive de las apariciones, escasas en este choque, de Rubén Castro y Dani Ceballos. En la reflexión acerca de su escaso rendimiento, más de uno se pregunta cómo es posible que jugadores como Zozulia sean titulares en el Betis. El ucraniano peleó mucho, aunque esa entrega no puede justificar su falta de talento para jugar en una Liga de la calidad de la española.

Mantener al Sporting en Primera será una labor ardua para Rubi, su nuevo entrenador. No es fácil jugar bien al fútbol cuando se encara un partido importante con cinco derrotas seguidas en las espaldas, viviendo con ansiedad la visita al Betis. Apenas cinco minutos de cierto empuje mostraron cierta determinación en el Sporting. Adán le sacó una falta a Cop a los cuatro minutos y los de Rubi dejaron de dar señales positivas. Enfrente estaba el Betis de Víctor Sánchez del Amo, un equipo que apenas dice nada, pero que en casa saca resultados. Un grupo de jugadores al servicio de Rubén Castro y Dani Ceballos, los dos únicos faros de este Betis gris. Apenas por insistencia y mucho más por la debilidad del Sporting, los andaluces fueron acumulando ocasiones ante un rival falto de confianza y de fútbol. Durmisi en dos ocasiones, Zozulia, Pezzella y Donk pudieron marcar, pero entre Cuéllar y la falta eficacia de los jugadores del Betis se llegó con empate a cero al descanso. Mereció mucho más el conjunto andaluz ante un Sporting que casi ni cree en sus posibilidades de salvación.

El segundo tiempo reflejó la impotencia del Betis. Los de Rubi se metieron todavía más en su campo, festejando la consecución de un punto, un oasis ante tanta penuria. Incluso Cop tuvo una gran opción para marcar. El croata, con todo a favor, recogió un mal pase de Durmisi, dribló a Adán y envió al palo con todo a favor. El Betis fue un canto a la mediocridad, perdido en un laberinto de pases horizontales, sin soluciones desde el banquillo, donde Víctor no mostró capacidad reacción. El Sporting incluso defendió con cierta comodidad el empate. Esta vez no llegó el pase de Ceballos y el gol milagroso de Rubén Castro. Esta vez el Betis rumió su impotencia, incapaz de rebelarse ante el sino de un partido marcado por el trabajo del Sporting, que se llevó lo que quería, un punto. Le queda el consuelo de ser el único equipo de la zona de descenso que pudo puntuar, aunque la salvación todavía la tiene a cinco puntos. El Leganés es su objetivo.

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