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Jovetic guía a un práctico Sevilla ante el Eibar

Los de Sampaoli duermen en la segunda plaza tras derrotar a un buen Eibar y meten presión al Barcelona

Rafael Pineda
Jovetic, que dio los dos goles del Sevilla, agarra al meta Yoel.
Jovetic, que dio los dos goles del Sevilla, agarra al meta Yoel.CRISTINA QUICLER (AFP)

El Sevilla no se detiene. No quiere parar. Con más eficacia que brillo, conducido por un magnífico Jovetic, que dio los dos goles, el conjunto de Jorge Sampaoli derrotó a un buen Eibar para dormir en la segunda plaza y meter presión al Barcelona. Los andaluces construyeron una victoria con buenos fundamentos, después de sufrir en la primera mitad y saber madurar un partido complicado. En espera de intentar hacer historia ante el Leicester en la Liga de Campeones, el Sevilla fue sostenido por fantásticos secundarios, caso de Jovetic, Rami o Sergio Rico, estupendo en un disparo de Luna que se colaba en su portería con el 1-0.

El Eibar fue un equipo admirable. Por su colocación en el campo. Por su valentía. Por una presión en el campo rival que provocó serios apuros en el Sevilla, atacado donde más le duele, en la salida del balón. Como ya le ocurre a otros equipos que hacen de la posesión su seña de identidad, caso del Barcelona, el Sevilla sufre una fuerte presión adelantada de sus rivales, que acaban ahogando a N’Zonzi y aburriendo a Nasri. Mendilibar estudió el partido con la meticulosidad de un académico y el sistema le funcionó durante casi todo el encuentro. Los apuros de la zaga del Sevilla fueron innumerables con el balón en los pies. Pero el Eibar carece de futbolistas que marquen la diferencia. Y eso se nota ante rivales como el Sevilla, que golpeó en dos momentos puntuales y se llevó el partido con solvencia. El Eibar se hartó de correr y de robar el balón, pero no tuvo calidad ni aire para concretar. Ahí perdió su duelo contra el Sevilla. 

Además, su método tenía riesgos. El Eibar crujió en la obra de arte que fue el primer gol andaluz. Una pelota en largo de Lenglet fue peinada por Jovetic. Lo que vino a continuación fue una maravilla. Taconazo de Ben Yedder, bicicleta del propio Jovetic y centro medido al segundo palo, donde Sarabia, el carrilero derecho, la ponía en la escuadra de volea. El gol, de enorme factura, desarboló el magnífico planteamiento del Eibar y demostró que el Sevilla ofrece un catálogo importante de recursos. Fue algo así como un Madrid en miniatura, al que no le hace falta dominar y ser mejor para ganar. Una exhibición de pegada digna de los grandes, personalizada en un excelente Jovetic.

El Sevilla siguió sufriendo en la segunda parte. Pero tiró de oficio y salió Vitolo. El Eibar ya robó menos balones y Kranevitter dio el aire necesario al centro del campo. El argentino liberó a su compañero N'Zonzi, que fue otro en el tramo final. Vitolo y el propio N'Zonzi pudieron hacer el segundo mientras Rico, como siempre, hacía la parada de la noche al desviar un balón de Luna que se colaba en su portería. En otro fantástico contragolpe, Jovetic se plantó en el área para asistir a Vitolo, que hizo el segundo para acabar con todas las esperanzas del Eibar. Jovetic, en un gesto muy gitano, se partió la camiseta y celebró con alegría el triunfo de un equipo que no quiere parar y gana casi siempre. Tanto, que quiere llegar al tramo definitivo de la competición con opciones de pelear por la Liga. 

El plan le salió redondo a Sampaoli: triunfo y cinco apercibidos que no vieron amarilla y podrán jugar el derbi ante el Betis. Así se escribe la historia de este gran Sevilla, que antes del derbi tiene una cita de las grandes frente al Leicester.

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