_
_
_
_
_

Foxtenn, un nuevo ojo de halcón con el doble de cámaras para ver la bola

El nuevo sistema, aprobado por los organismos internacionales, tiene una precisión milimétrica gracias a sus 12 billones de cálculos por segundo

El primer paso ya está dado. El Foxtenn, el nuevo sistema de revisión de las bolas conflictivas en el mundo del tenis, ha recibido ya la aprobación por parte de la Federación Internacional de Tennis (ITF), la ATP y la WTA, y está en condiciones de competir con el sistema actual llamado ojo de halcón. Las diferencias entre los dos modos de ayudar a los árbitros son, sin embargo, sustanciales. Mientras el ojo de halcón se basa en cámaras aéreas que trabajan con triangulaciones, el Foxtenn se basa en 22 cámaras situadas sobre la misma pista que permiten visualizar el punto en directo y el impacto de la bola con el suelo con una precisión milimétrica.

Más información
Entrevista | "No me siento relegado"
“Esta es mi última temporada con Rafa”

El sistema que presentó Javier Simón, su creador, durante la celebración del torneo de futures -nivel de promoción de la ITF- que Foxtenn patrocina en el Centro Internacional de Tenis de Cornellà, se basa en el análisis de 150.000 imágenes. “Eso nos permite ver el bote real en tiempo real”, comenta Simón. “Piense que el ojo humano solo puede detectar 30 imágenes por segundo”. Simón trabajó como máximo responsable comercial mundial de la marca Danone y lanzó al mercado el producto Actimel. Pero en los últimos cinco años ha estado preparando este proyecto que ahora acaba de ver la luz. “Mi padre era inventor. Y creo que heredé su instinto. Llevamos mucho tiempo tras este proyecto unas 15 personas en la empresa y otras 15 externas, que colaboran con nosotros”.

En partidos de dobles, se instalan 44 cámaras, que se limitan a 22 en los individuales, protegidas por unas cajas IP67, a prueba de golpes y de inclemencias metereológicas. Cada cámara realiza 2.500 fotos por segundo. Estas imágenes se sincronizan con 10 láseres de alta velocidad. “Vemos en directo el bote de la bola en el suelo y como se contrae al impactar con una precisión milimétrica”, afirma Simon. “Creo que nuestro sistema supondrá una auténtica revolución para el mundo del tenis, porque no solo permite controlar el impacto de la bola en el suelo, sino que ofrece además la posibilidad de centrarse en otros muchos aspectos del juego que afectan a los movimientos del jugador y a todo tipo de estadísticas que ahora resultan difíciles incluso de imaginar”.

El sistema realiza 12 billones de cálculos por segundo. “Eso nos permite disponer de las imágenes para la revisión de un bote determinado en cuestión de segundos. La espera para visionar la imagen por la pantalla de la pista sería más para lograr la incertidumbre de los espectadores que por necesidades técnicas”, prosigue Simón. “La diferencia mas sustancial entre el Ojo de halcón y el Foxtenn -zorro del tenis, porque trabaja desde el suelo-”, agrega Simón, “es que ahora se trabaja con 10 cámaras aéreas que trabajan en triangulaciones y no ofrecen una imagen real de la bola. Nosotros, en cambio, cogemos el momento justo del bote de la bola y vemos incluso como se va deformando con un cálculo milimétrico. La precisión es total, porque no hay afectaciones externas de ningún tipo, no nos basamos en estimaciones”.

El sistema, que combina cámaras y láseres, realiza 12 billones de cálculos por segundo

Hace un mes y medio que Foxtenn recibió el visto bueno de la Federación Internacional y ahora competirá en el mercado con el Ojo de halcón. Las últimas pruebas se realizaron en el RC de Polo de Barcelona y ahora en el torneo de futures de Cornellà. “No se acepta un error superior a los 5 mm”, confesa Simón. “Llevábamos dos años haciendo tests. Pero ahora esta fase ya esta superada y muy pronto se va a comprobar nuestro sistema en un gran torneo... que no puedo desvelar todavia”.

El objetivo de Foxtenn, sin embargo, es no solo llegar a los grandes torneos, sino también ofrecer la posibilidad de agregar este servicio a torneos más pequeños, a futures y a challengers, con escasos recursos económicos. “Sabemos que el sistema es caro, pero el precio depende de muchos factores es ajustable. Y creemos que estos jugadores también tienen derecho a estas innovaciones tecnológicas y haremos lo posible para adaptarnos”, concluye Simón.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_