_
_
_
_
_

Ante la melancolía de Messi, se impone la sonrisa de Neymar

La vivacidad del brasileño ha sido el mejor recurso del Barça

Ramon Besa
Neymar, en el duelo ante el Leganés.
Neymar, en el duelo ante el Leganés. Alex Caparros (Getty Images)

Hay un futbolista que no parece afectado por la melancolía de Messi y se llama Neymar. Aunque no ha marcado un solo gol en los partidos de Liga disputados en el Camp Nou, el brasileño forzó el penalti que supuso la victoria en la última jornada contra el Leganés. La parálisis del equipo azulgrana contrastó con la viveza de Neymar, ajeno a la presión, profundo por su banda izquierda, desequilibrante en el área y sobre todo absorbente con el juego: recibe un promedio de 4,1 faltas por partido. Aunque se muestra errático en la toma de decisiones, especialmente en el último pase, a Neymar no le quema nunca la pelota, y menos en el Camp Nou.

Más información
El sacrificio de Neymar
A la espera de Neymar

Menos goleador —10 goles en 30 partidos— y más asistente que en las tres temporadas anteriores —15— Neymar se muestra perseverante en la punta de ataque y festeja los goles de Messi. Tiene vida propia en el tridente que forma con el argentino y con Luis Suárez. Nadie diría que la Audiencia Nacional acaba de confirmar su procesamiento por corrupción en su fichaje por el Barça.

Tampoco parece pendiente por una vez del Carnaval de Río. Habitualmente acudía cada año desde Barcelona con la excusa del cumpleaños de su hermana Rafaella. Neymar era tan puñetero que habitualmente hacía coincidir su sanción por acumulación de amonestaciones con las fiestas más populares de Brasil. Aseguran sus amigos que ahora está más centrado y puesto en el fútbol, que ya celebró su 25 aniversario con los amigos, la familia —es padre de Lucca— y la plantilla azulgrana y que ha estabilizado su vida con la actriz Bruna Marquezine.

Ha renovado también su contrato con el Barcelona hasta el 2021, después de rechazar ofertas del PSG y Manchester United, y es consciente de que necesita recuperar pronto el protagonismo después de caerse del podio del último Balón de Oro. El reto del delantero es destacar en el Barcelona después de triunfar en Brasil. El jugador se liberó futbolísticamente en su país cuando consiguió la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río y se convirtió definitivamente en el líder de la selección de Tite.

El técnico ha revelado que Neymar le pidió volver a ser el capitán de la canarinha después de renunciar en agosto de 2016. “La inmadurez de Neymar no molesta; es verdadera”, afirmó Tite, quien siempre destaca que el azulgrana pertenece a una generación distinta de la de Cristiano Ronaldo y Messi.

Ante la tristeza del 10, el hilo de vida del Barça en París y ante el Leganés ha sido Neymar, autor de seis goles en 16 partidos contra el Atlético, los mismos tantos que Luis Suárez, mientras que Messi marcó 26 en 33. Los azulgrana necesitan de la pegada del tridente y de la sonrisa de Neymar para recuperar el ánimo. “Nos está costando”, afirmó Luis Enrique, cortante y distante. “Queremos hacer un gran partido y sumar tres puntos”. No hay tiempo para el Carnaval.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_