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Sarabia, el niño que supo aprender

Monchi lo llevó al Sevilla tras promediar 11,3 kilómetros por partido en el Getafe

Rafael Pineda
Sarabia, en el duelo de Champions ante el Leicester.
Sarabia, en el duelo de Champions ante el Leicester. José Manuel Vidal (EFE)

Pablo Sarabia (Madrid, 24 años) ha encontrado su lugar ideal en el mundo. Se trata del Sevilla, equipo donde ha despuntado como un futbolista importante. Con 33 partidos en todas las competiciones, Sarabia ha marcado nueve goles y ha dado 11. Polivalente, técnico y con una buena visión de juego, el madrileño ya no es el proyecto de gran jugador que abandonó el Castilla para fichar por el Getafe.

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Con Monchi a la cabeza, Sarabia era un jugador seguido desde su estancia en la cantera del Madrid. “A Pablo le hicimos un seguimiento exhaustivo la pasada temporada. Controlábamos su enorme calidad técnica durante su proceso de formación en el Madrid, pero todavía le faltaba algo para ficharlo por lo que ofrecía en el Getafe”, relata el propio Monchi a este diario. El factor definitivo que precipitó el fichaje por el campeón de la Liga Europa fue su progresión física. “En los informes de la pasada temporada fuimos observando que había mejorado en dos conceptos fundamentales para nosotros. Pablo promediaba 11,3 kilómetros por partido y había aumentado su capacidad competitiva. Entonces fuimos a por él”, añade el director deportivo del Sevilla.

Sarabia había acordado con el Getafe una salida fácil si el equipo descendía a Segunda y el Sevilla se hizo con un futbolista interesante por algo menos de un millón de euros. Al mismo tiempo, la secretaría técnica del Sevilla ponía en liza otra de sus tácticas. Monchi no duda en firmar jugadores con calidad que vienen de un mal año o de no triunfar en sus equipos. “Pablo ha dejado de ser el niño que jugaba bien para convertirse en el hombre que compite al máximo nivel. Sampaoli, además, ha sabido exprimir más aún sus virtudes”, aclara Monchi.

Al amparo de un cuerpo técnico exigente encabezado por Jorge Sampaoli, Sarabia ha ido aumentado sus prestaciones. A su edad, muchos le ven margen de crecimiento. Uno de ellos es Alberto Toril, su entrenador en el Castilla durante un par de temporadas y actual preparador del Elche. “No me sorprende el nivel que está ofreciendo Sarabia. Pablo pagó el peaje de salir demasiado pronto del Madrid para irse al Getafe. Debió quedarse un año más en el Castilla, el año que subimos a Segunda. Hubiera tenido opciones de jugar en el Madrid. Ahora está en un grande y está ofreciendo un gran rendimiento”, aclara. “Y eso que no está jugando en su sitio. Creo que detrás del punta es todavía mejor”, añade Toril.

‘Piernas’ para aguantar

En el Sevilla, sin embargo, ha jugado de carrilero por la derecha y por la izquierda. También de extremo por ambas bandas, de mediapunta y hasta de delantero centro. Fran Escribà, ahora en el Villarreal, fue el primero que lo utilizó en el Getafe a pie cambiado en la banda derecha. “Tiene la virtud de ser muy disciplinado y se adapta a lo que te pides”, recalca Toril, quien coincide en el paso adelante dado en el aspecto físico. “Ahora ya tiene lo que los técnicos denominamos ‘piernas’ para aguantar partidos en la élite”, aclara Toril.

Si hubo un jugador con el que Sarabia compartió la posibilidad de fichar por el Sevilla fue Juan Cala. Compañeros en el Getafe, el central andaluz, que jugó en el Sevilla, ya le avisó de lo bien que iba a encajar en el club sevillano. “Estaba seguro de que Pablo iba a triunfar en el Sevilla. Es un tío con calidad y muy trabajador. Es muy competitivo y eso le ha venido a la perfección con un entrenador exigente como Sampaoli”, reconoce Cala. “Hablamos cuando le llamó Monchi y me dijo que no podía perder esta oportunidad. Lo está demostrando y me alegro mucho por él”, culmina Cala.

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