_
_
_
_
_

Machís castiga el planteamiento del Granada

Respiro del Leganés ante un conjunto andaluz ultradefensivo, cazado al contragolpe en el tramo final

Rafael Pineda
Siovas le aprieta a Pereira.
Siovas le aprieta a Pereira.Ballesteros (EFE)

Triunfo de oro del Leganés, que siempre quiso más que un ultradefensivo Granada, perdido tras un error garrafal en el tramo final del encuentro. Los de Lucas Alcaraz cavaron su tumba al perder un balón y ser cazados al contragolpe en el minuto 83. Una paradoja inadmisible en su exagerada apuesta defensiva. Suele ocurrir. Cuando un equipo busca de forma desesperada el cero a cero acaba perdiendo. La victoria da una enorme tranquilidad al Leganés, que liquida a un rival directo y se aleja del descenso. Arriesgó mucho más el conjunto madrileño, que buscó el gol, en especial en la segunda mitad, donde gozó de numerosas ocasiones. El Granada jamás intentó buscar el área rival y reaccionó demasiado tarde. Al abrigo de su gente, los andaluces son competitivos. Fuera, son un drama. No conocen el triunfo y han encajado en todos los partidos que han disputado. Ante un contrincante directo, dio la sensación de que el Granada dejó pasar una gran oportunidad.

La Liga no garantiza solo emociones por arriba. El torneo ofrece duelos con sabor a final en la pelea por el descenso. Partidos de enorme tensión, quizás faltos de calidad, pero llenos de emoción. Partidos donde el Leganés peleó con sus argumentos ante un Granada algo revitalizado por Alcaraz, el eterno apagafuegos de los andaluces. El conjunto madrileño afrontó su tercer duelo decisivo en Butarque después de los del Sporting y el Deportivo con decisión, pero con menos acierto que ante los gallegos. El Granada, caótico fuera de casa, ha encontrado cierta fortaleza en la aportación de Wakaso, un futbolista poderoso, con tendencia al desorden, pero también con carácter para sostener a un equipo que juega lejos de Los Cármenes con mucho miedo. La necesidad hizo que el duelo fuera muy igualado, plagado de detalles que pudieron alterar el empate. El primero, al minuto de juego, cuando a Adrián Ramos se le pitó un fuera de juego inexistente cuando encaraba al meta Herrerín. También hubo penalti a de Vezo a Gabriel, que el árbitro no vio. El Leganés encontró una vía interesante por la banda izquierda, con las veloces subidas de Rico y sus centros al área, donde Guerrero, bien defendido, no encontró el remate.

El Granada solo funcionó en defensa. Bien atados Pereira y Carcela, causaba casi dolor la soledad de Adrián Ramos. Más pendientes de no encajar que de marcar, ambos equipos se midieron con pasión, pero casi sin tirar a puerta.

El Leganés fue muy valiente en la segunda mitad. Alteró el guion y se soltó. Llegó con peligro al área de Ochoa y las ocasiones se fueron sucediendo frente a un Granada pasmado. Bustinza, Mantovani y el Zhar gozaron de tres buenas opciones, hasta que Machís convirtió en gol un fantástico contragolpe. La pérdida de Lombán fue trágica y entre Luciano y Morán habilitaron al delantero venezolano. Machís, curiosamente cedido por el propio Granada, condenó a su equipo a permanecer una jornada más en la zona de descenso.

Los de Alcaraz ni se inmutaron. Tocados de forma definitiva, ni siquiera fueron capaces de colgar balones en el área madrileña en un desesperado intento por alcanzar, al menos, el empate. Asistieron sin reacción a un triunfo que le da la vida al Leganés, premiado por su valentía y la racanería de los andaluces, que solo lanzaron un disparo a la puerta de Herrerín en todo el encuentro. Fue una falta lejanísima de Wakaso, sin peligro, en el minuto 76.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_