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Nadal, ante la trampa de Fognini

'Il Bello', el rival de perfil intermedio que más le ha complicado al balear en los últimos cursos, se cruza (19.00) en las semifinales de Miami: "Si quiero ganar tendré que ser tan agresivo como lo fui contra Sock”

Alejandro Ciriza
Fognini, durante los cuartos frente a Nishikori.
Fognini, durante los cuartos frente a Nishikori.Luis M. Alvarez (AP)

La consigna, de corte stalinista, es clara: ni un paso atrás. Más allá del control y la solidez, la vía hacia la victoria le exige a Rafael Nadal un salto hacia adelante o, cuando menos, mayor determinación. Bien lo sabe él, el mejor intérprete de su tenis, y por eso aplicó la directriz a rajatabla en el pulso frente a Jack Sock (6-2 y 6-3, en 1h 22m), en los cuartos del Masters de Miami. Ni enredos, ni peloteos, ni quedarse a medio camino. Después de unos cuantos partidos en un territorio difuso, demasiado contemporizador, el balear resolvió por la vía más vertical y se reencontró con ese tenista punzante que elevó el vuelo durante los dos primeros meses de esta temporada.

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Luego, después de firmar las finales de Australia y Acapulco, el español bajó el pistón. Por un motivo u otro, el juego de Nadal perdió efervescencia. Sin embargo, el piloto automático le bastó para doblegar sin grandes complicaciones a rivales ante los que no precisó de un extra ni de su versión más pomposa. Bien porque su nivel era muy inferior —Guido Pella, Dudi Sella o Philipp Kohlschreiber— o por deméritos propios —Fernando Verdasco o Nicolas Mahut—, por el camino fueron quedando unos y otros, tanto ahora en Cayo Vizcaíno como previamente en Indian Wells.

Pero ante Sock, todo cambió. “Necesitaba jugar mejor de lo que lo había hecho hasta ahora. He jugado valiente, a lo que tenía que jugar. He sido agresivo y no he buscado los intercambios largos. Salí a la pista con la idea de atacar para que no me dominase”, manifestó el mallorquín. En lugar de amasar en exceso los puntos y esperar el fallo del contrario, Nadal trató de morder e intimidar. De esta forma, logró una victoria que le garantiza el número cinco a partir del lunes —puede alcanzar incluso el cuatro, en función de lo que haga Roger Federer —el suizo venció a Berdych en cuartos por 6-2, 3-6 y 7-6(6), levantando dos match points; y Kyrgios derrotó a Zverev por 6-4, 6-7 y 6-3—.

Será la séptima y enfrente tendrá hoy (no antes de las 19.00, Movistar+ Deportes 2) a un viejo conocido que a tratará de plantearle otra encerrona. No en vano, Fabio Fognini, Il Bello, es el jugador de perfil intermedio que más problemas le ha ocasionado en los últimos años. Al margen del Big Four, solo Milos Raonic (Brisbane 2017 e Indian Wells 2015) y Fernando Verdasco (Austalia 2016 y Miami 2015), con dos victorias por cabeza, le han generado problemas similares. “Es muy rápido, tiene mucho talento, tanto de revés como de derecha. Si quiero ganar tendré que tan agresivo como lo he sido hoy”, enfatizó el balear, que a pesar de tener la estadística a su favor en los cruces con el de San Remo (7-3), no guarda un buen recuerdo de él. No olvida Nadal que hace dos años el díscolo Fognini (40 del mundo) fue el que más le castigó.

La astilla de Hamburgo: "¡No me rompas los huevos!"

En 2015, el italiano le infligió tres derrotas: Río, Barcelona y Nueva York. Y, en medio, un astilloso pulso en Hamburgo que finalmente cayó del lado de Nadal, pero que distanció a los dos tenistas. “¡No me rompas los huevos!”, le recriminó Fognini por tardar con el saque. Dirigido desde este año por el argentino Franco Davin y arropado en su box por el exfutbolista Christian Vieri, hoy jugará su primera semifinal de un Masters 1.000 desde la que disputase en Montecarlo hace cuatro años —entonces perdió con Novak Djokovic—, el mismo curso que encadenó por última vez cinco triunfos seguidos en un torneo (Hamburgo). Ahora, viene de ir completando una magnífica semana (Harrison, Sousa, Chardy, Young...) y de deshacerse de Kei Nishikori, finalista en 2016.

"Por supuesto, estoy muy feliz. Está siendo un gran, gran torneo para mí. ¿Rafa? Todo el mundo conoce a Rafa", expresó Il Bello, muy inspirado en estos calurosos días de Miami. Así que está alerta Nadal, otra vez dañino e incisivo. Otra vez mirando solo adelante, porque es la única vía válida.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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