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Keylor Navas vive en el alambre

El meta costarricense, que sumó un nuevo error en el paró internacional, está inmerso en un bucle de irregularidad y afronta el tramo decisivo con su continuidad en el aire. El Madrid fichará un portero en verano

Keylor, con Costa Rica.
Keylor, con Costa Rica. RONALDO SCHEMIDT (AFP)

Keylor Navas espera el comienzo de cada partido arrodillado en su área, con los ojos cerrados, los brazos extendidos hacia arriba y los dedos índices señalando al cielo. El portero del Real Madrid se encomienda a Dios, le pide ayuda, que le ponga un ángel en cada poste, y se pone en pie. Hombre de fe, asegura que rezar le aporta confianza y tranquilidad. Pero la realidad es que desde hace siete meses esa confianza se tambalea y vive en un bucle de inseguridad e irregularidad. Marzo ha alargado el bache con una larga cadena de errores que le dejan tambaleándose en el alambre justo en el momento en el que el Madrid inicia el tramo decisivo de la temporada.

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Keylor da muestras de estar perdido en ciertas ocasiones. Algunos de sus recientes fallos tienen origen en errores de colocación. En muchos momentos, pierde la noción de su posición en el campo respecto a la portería. Desubicado y fuera de sitio le sorprendieron Jovetic, en el partido ante el Sevilla, e Insigne, en la eliminatoria de Champions frente al Nápoles. En ninguna de las dos acciones pudo rectificar a tiempo y ambas acabaron en gol en contra para el Madrid.

Además, Keylor se muestra más inseguro a la hora de ejecutar sus propias decisiones, con poca determinación en el momento decisivo de una parada, de una salida, de una anticipación. Le ocurrió contra el Betis, cuando en un disparo de escasa exigencia el balón se le escapó de las manos y acabó entrando, y frente a Las Palmas, en una acción en la que una duda a la hora de salir terminó en gol de Boateng. Con Costa Rica, en el reciente parón internacional, lejos de recuperar la fiabilidad, dejó otro error en el partido ante México al no atajar un cabezazo que se le escurrió bajo el cuerpo.

En estos casos y pese al error, Keylor no se hunde, sino que se rehace al instante, olvida el fallo y se prepara para salvar a su equipo. En ese guion se ha instalado en los últimos partidos. Primero falla y luego salva. Lo hizo ante el Nápoles, con varias intervenciones que guardaron el 3-1; frente a Las Palmas, cuando evitó la goleada y permitió al equipo salvar un punto, y especialmente contra el Betis. El día de su peor error se sacó una mano en el último minuto que evitó el empate del Betis.

Inmerso en esta rutina, hasta ahora salvadora, Keylor encara un mes de abril en el que Atlético, Barcelona y Bayern esperan al Madrid. Cinco partidos en los que los de Zidane se juegan media Liga y la continuidad en la Champions y en los que cada error se penalizará más que ante rivales como Betis y Las Palmas. Pero la presión nunca le ha incomodado. Keylor está acostumbrado a sobreponerse a situaciones de dificultad. El meta llegó al Madrid en la temporada 2014-2015 con la etiqueta de revelación en la Liga y de mejor portero del Mundial de Brasil. Sorprendió primero en el Levante y se confirmó después con su selección, Costa Rica. El Real Madrid, inmerso entonces en un debate en torno a su portería, vio en Keylor al suplente idóneo de Iker Casillas y al mejor hombre para apaciguar los ánimos entre la hinchada. Con ese perfil, el de reserva, le contrató el Madrid. Y con ese mismo había aterrizado en España en 2010 de la mano del Albacete y había llegado al Levante un año después. Keylor, de primeras secundario, acabó siempre haciéndose con el puesto de titular a base de trabajo y esfuerzo. También lo logró en el Madrid, donde la marcha de Casillas y el frustrado fichaje de David De Gea le situaron como portero titular para la temporada 2015-2016.

De Gea, el favorito

Keylor aprovechó la oportunidad y pasó el examen con nota, pero el bajón de este curso ha puesto en duda su continuidad. El Madrid entiende que necesita subir un escalón en el nivel de la portería la próxima temporada y ha decidido acudir al mercado en busca de un nuevo portero titular. El favorito sigue siendo el mismo que hace tres años, David de Gea. El meta del Manchester United y de la selección española es la primera opción. Sin embargo, su incorporación será todavía más complicada que en 2015. La presencia de José Mourinho en el banquillo de Old Trafford, el elevado precio que exigirá el club inglés y las tensiones que surgieron después de frustrarse su llegada hacen que el Madrid trabaje también en otras opciones.

La segunda es Thibaut Courtois. El portero belga, actualmente en el Chelsea, también gusta en el Madrid, que podría abordar su fichaje en caso de fracasar en su intento de fichar a David de Gea. El ex del Atlético de Madrid, que viaja habitualmente a España en sus días libres, no vería con malos ojos cambiar Londres por Madrid, según ha confesado en su círculo más íntimo. Su llegada o la de De Gea pondría punto final a la etapa de un Keylor al que el Madrid, tal y como hace él con Dios antes de cada partido, se encomienda hasta junio.

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