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Carlos Soler da la victoria al Valencia ante el Celta

Un gol soberbio del canterano, omnipresente en el juego, aleja al equipo gallego de la séptima plaza

Bongonda pugna con Cancelo.
Bongonda pugna con Cancelo.Juan Carlos Cárdenas (EFE)

Veinte años tiene Carlos Soler y ha enamorado a Mestalla, que mientras sufre un atribulado y convulso presente, sueña con un futuro que devuelva al Valencia a los éxitos pasados con ídolos de la casa como los Puchades, Claramunt, Fernando, Mendieta o Albelda. Carlos Soler oposita para ser uno de los elegidos del valencianismo, desde anoche un ícono che. Marcó Soler al final un gol de cuchara a lo Raúl, que daba un triunfo merecido y trabajado al Valencia ante un Celta de Vigo que no pudo evitar la derrota que le deja sin aspiraciones en la Liga.

Mestalla vuelve a sentir, a desprender calor, color y pasión a poco que su equipo transmita sensaciones positivas. Todo fueron buenas noticias para el Valencia con Carlos Soler a la cabeza, redimido Cancelo, alabado Parejo, feliz también con la irrupción de Lato, otro producto propio de la fábrica de laterales izquierdos que se ha convertido el conjunto che en los últimos tiempos.

Al cuarto minuto de juego el Valencia contaba con cuatro saques de esquina en su haber, síntoma inequívoco de la ambición inicial del equipo de Voro que no dudo en alinear a Cancelo ausente Montoya, después de la metedura de pata del portugués que mandó callar a la afición che tras anotar el gol al final del partido ante el Dépor cuatro días atrás, soliviantando a Mestalla que entiende que con la temporada que está llevando su equipo, resulta inadmisible reivindicaciones individuales o colectivas. Cancelo pidió perdón y se ubicó en el lateral derecho, criticado de nuevo por los aficionados valencianistas antes de dar comienzo el encuentro, a los que calmó el ex del Benfica con una notabilísima actuación.

El Valencia no sacó rédito a su pasional arranque. Más sereno, tras frenar el sometimiento inicial che, el Celta, reconocible en el once con lo mejor disponible, alcanzó ventaja al cuarto de hora en una acción a balón parado. Aprovechó el conjunto celeste el buen lanzamiento lateral de Jonny al corazón del área, la dejadez de Garay y Mangala y la mala salida de Alves que agradeció Cabral para enviar de cabeza a la red.

La intención era del Valencia y el peligro lo creaba el Celta atento a las pérdidas del conjunto blanquinegro, efectuando transiciones rápidas con Iago Aspas como estilete. Los ataques del conjunto de Voro resultaban atropellados, demasiado forzados, como la ocasión que se encontró Zaza metiendo la puntera tras un balón suelto en el área pequeña de Sergio Álvarez. No aparecían Munir ni Orellana, enfrentado el chileno a Berizzo que le negó un futuro como celeste. Fluido y acompasado se desplegaba el Celta, más natural muy del agrado de su ideólogo, de Berizzo que también se encuentra en la órbita del banquillo che.

A falta de armonía, el Valencia no negoció el esfuerzo superando por intensidad al Celta que no pudo evitar el empate. El fútbol siempre concede oportunidades para exonerar pecados. Y lo consiguió en parte Cancelo asistiendo a Parejo, otro jugador che que también cuenta con tantos detractores como defensores en Mestalla, un centrocampista mayúsculo, el más dotado técnicamente, de falsa apariencia indolente, el que más kilómetros recorre por partido, una media de 11, el que más veces interviene en el juego, que nunca se esconde ni en las buenas ni en las malas, indiscutible para todos los entrenadores desde que seis años atrás se incorporó al Valencia. Marcó Parejo llegando al área en una jugada en la que intervino de manera crucial Simone Zaza con un genial taconazo con destino a Cancelo. El delantero italiano tiene en el bolsillo a los seguidores valencianistas que sienten devoción por los futbolistas comprometidos y que se dejan hasta el último aliento en el terreno de juego como el internacional azurro.

Ya en la segunda mitad apareció Carlos Soler omnipresente en escena. A partir del canterano creció el Valencia desde el inicio de la segunda mitad, activado también Cancelo percutiendo por el costado derecho, sorprendiendo el portugués a Sergio Álvarez con un disparo al palo. Avisaba el Valencia y logró remontar en una similar acción similar al gol del empate, esta vez por el costado izquierdo tras una triangulación que concluyó Munir tras un excelente pase de gol de Lato, en la primera intervención del lateral canterano tras sustituir a Siqueira. Una nueva joya del Valencia producto de su Academia. Con la inercia positiva, pudo matar el encuentro el conjunto de Voro. No lo hizo y el Celta empató tras un penalti inventado por Iago Aspas engañando al árbitro. El delantero internacional no se dejó intimidar Alves. Pero la última palabra la tenía Carlos Soler para enloquecer a Mestalla.

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