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Semifinal de Champions | Real Madrid Atlético
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Hijo, ¿por qué somos del Madrid?

El fútbol debería pertenecer a la gente del mundo del espectáculo. Que juegue Isco

Isco, durante el entrenamiento.
Isco, durante el entrenamiento. Javier Lizón (EFE)

Lo primero que espero del derbi es que juegue Isco. El fútbol debería pertenecer a la gente del mundo del espectáculo. Un tío al que sus compañeros llaman “Magia” en el vestuario tendría que jugar por decreto presidencial.

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Siempre me fijé más en los jugadores que en los equipos, y es como decir que vas a ver a los Rolling Stones solo para escuchar la telecaster de Keith Richards. Lo sé. Por eso fui de la Juventus cuando jugaba Pirlo y me pongo la camiseta de cualquier equipo donde juegue Granero.

De mi primer Madrid-Atleti, desde el gallinero del Bernabéu, recuerdo a Hugo Sánchez dejando a mi padre sin cenar tras destrozar al Madrid desde la banda izquierda (0-4). Era abril del 85.

Mientras caminábamos de vuelta a casa estuvo a punto de preguntarme: “Hijo, ¿por qué somos del Madrid?”, pero no me vio con muchas ganas de hablar. Encontró algo parecido a una respuesta cuando el matador mexicano besó el escudo blanco la temporada siguiente y puso una clínica dentista en el área de Chamartín.

Yo seguía buscando al viejo Santillana en las crónicas del periódico. Años después, cuando vivía en Madrid y empezaba a tocar en bares, tenía esta conversación:

—¿Eres del Atleti, no?

—No, soy del Madrid.

—Te pega ser del Atleti.

—Sí, me lo han dicho muchas veces.

Había miles de personas afuera celebrando el doblete mientras yo rezaba porque entraran dos más en el Rincón del Arte Nuevo en la calle Segovia, al lado del Calderón. Era lo más parecido a pasar por debajo del futbolín. Entonces me pregunté por qué no era del Atleti.

Los jugadores de los ochenta y los viejos aficionados continúan recordando y viviendo el derbi con rivalidad barrial pero la playstation y los anuncios de casas de apuestas nos hicieron a algunos un poco más entrenadores que hinchas. La dimensión global del duelo de semifinales en la Copa de Europa hace que se esfume un poco del encanto local. Tal vez yo también lo sienta menos al vivir fuera de Madrid. Quiero que gane el Madrid pero sobre todo, quiero que juegue Isco aunque juegue un mal partido. Ahora mismo está más en forma que cualquier titular del centro del campo hacia adelante en el equipo. Casemiro tiene problemas de frenos y una salida de balón dudosa, así que no se sabe si Simeone va a tenderle una trampa o va a dejarle más libre para tapar a Kroos y Modric y obligar al Madrid a un juego menos controlado. En cualquiera de los dos casos, con Isco tendría superioridad en el centro del campo al bajar a recibir y capacidad para traspasar líneas.

Dicen que Simeone ordenará presionar arriba desde el principio, porque sabe que tiene que hacer daño para llegar vivo al partido de vuelta. Zidane piensa en gestionar dos equipos y el Cholo dos partidos. A los 15 minutos del comienzo, nada habrá salido como habían planeado. Apagaremos la play y el fútbol volverá a ser de la gente del mundo del espectáculo.

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