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El incierto futuro del Atlético

El castigo de la FIFA condiciona el próximo curso y Simeone pide crecer más

Ladislao J. Moñino
Simeone, bajo la lluvia en el Calderón.
Simeone, bajo la lluvia en el Calderón.ÁLVARO GARCÍA

A un solo punto de asegurar la tercera plaza que concede el acceso directo a la Liga de Campeones, una frase de Diego Pablo Simeone al término del derbi europeo del miércoles comenzó a bajar el telón de este curso y levantar el del próximo: “Está claro que aún necesitamos seguir creciendo, todavía. El paso que parece cercano no es chico, es grande, y si creemos y podemos mejorar a partir de esto que se hizo seguramente el futuro es alentador”.

La contratación de un delantero, en la agenda

El Atlético trabaja en los dos escenarios que se pueden dar ante la resolución del TAS. Si la decisión le fuera favorable, de nuevo la contratación de un delantero que asegure registros por encima de la treintena de goles será la prioridad. La temporada pasada, ante la imposibilidad de ejecutar el regreso de Diego Costa, pese a la suculenta oferta al Chelsea, y el intento de convencer al PSG por Cavani, el club contrató a Gameiro. Hoy, Lacazette (Lyon) y Sandro (Málaga) están en la agenda rojiblanca. El desembolso por el estadio nuevo ha provocado que los gastos vuelvan a ser mayores que los ingresos. El club trata de limar ese desequilibrio.

Ese tercer puesto liguero y la condición de semifinalista de la Liga de Campeones y de la Copa cumplen con los objetivos marcados desde la realidad del club y de su entrenador. La obtención de la Copa de Europa y el deseo de priorizarla como objetivo principal fue sostenido principalmente por el núcleo duro del plantel desde la pretemporada. Otras temporadas, de puertas adentro, Simeone marcaba un objetivo por encima del establecido externamente. Esta vez fue el vestuario el que señaló la Champions como el trofeo prioritario por encima de la Liga.

El mensaje de Simeone, emocionado por las escenas vividas con la grada al final del encuentro, destiló aires de exigencia a la directiva rojiblanca. La continuidad del técnico se da por hecha como el tótem que guíe y abandere el traslado al nuevo estadio. La reducción de su contrato de 2020 a 2018 acompañada de un sensible aumento salarial estaba destinada a reforzar ese compromiso.

La petición velada del técnico apunta en dos direcciones. Una va encaminada a que el club trate de mantener a los jugadores más cotizados en el mercado. La otra señala directamente a las inversiones en el mercado de fichajes si el Tribunal Administrativo del Deporte (TAS) reduce la sanción de la FIFA por las irregularidades en la contratación de menores y permite a la entidad realizar incorporaciones este verano.

Resolución del TAS

El TAS se comprometió a resolver antes del 1 de junio. En el Atlético se difunde un optimismo moderado tras haber comparecido hace tres semanas ante el tribunal para exponer sus alegaciones. Fuentes de la jurisdicción deportiva cercanas al TAS apuntan a que, con la ley en la mano, el Atlético tendrá muy complicado fichar este verano. El abultado número de casos (183) y la imposibilidad de demostrar en algunos de ellos que los padres no habían llegado a España siguiendo la carrera del menor juegan en contra del Atlético. El club dice que la sanción es excesivamente dura y que en ningún caso ha incurrido en el tráfico de menores.

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La decisión está en manos de tres árbitros, uno designado por el TAS, otro por la FIFA y el tercero por el Atlético. La lógica dice que será el designado por el TAS el que tenga el voto definitivo, pero se han dado casos en los que las partes afectadas se han encontrado con el voto en contra del árbitro que escogieron.

Si la resolución le fuera desfavorable, a la dirigencia del Atlético solo le quedaría redoblar esfuerzos para que las libras de la Premier, principalmente, no le arranquen a sus futbolistas más valiosos. El club trabaja en un acuerdo con Griezmann para aumentarle el sueldo hasta los 10 millones de euros y elevar su cláusula por encima de los 100. Con Oblak y Saúl, muy revalorizado en el último tramo de la temporada, con cláusulas de 100 y 85 millones, el club está en la misma línea. Carrasco es otro de los apetecibles, con el Bayern al acecho.

La prohibición de fichar este verano pondría a los jugadores con ofertas en un dilema. Su marcha supondría abandonar la entidad en un momento en el que esta necesita mantener la competitividad y reclamos que hagan menos traumático y más atractivo el traslado al Wanda Metropolitano. Sin la necesidad de vender que tuvo el club hasta no hace mucho, el pasado más reciente dice que solo Juanfran, Koke, Gabi y Fernando Torres han renunciado a engordar sus cuentas corrientes para seguir en el club. El caso de Torres está en manos de Simeone. El club no tiene inconveniente en su permanencia, pero si el TAS levanta la sanción puede que el encuentro contra el Athletic se convierta no solo en la despedida emotiva del Vicente Calderón. Con todo, Torres dejó un mensaje la noche del miércoles en clave rojiblanca: “Esto es el inicio de algo grande. Esperemos que los grandes jugadores se quieran quedar”.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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