Las Chivas se clasifican para la final de la Liga MX tras sufrir con el Toluca
El Guadalajara la pasa mal al empatar 1-1 frente a los 'diablos' luego de perder por lesión a tres de sus jugadores Fierro, Salcido y Zaldívar
Parece que el drama persigue a las Chivas de Almeyda. El conjunto rojiblanco tuvo una tarde de contrastes frente al Toluca. Su estadio estaba abarrotado, tenían la ventaja tras el resultado en la ida (1-1) y consiguieron un gol fortuito que anotó Néstor Calderón en un tiro libre, las llegadas constantes de Rodolfo Pizarro daban trazos de un tentativo triunfo. El partido parecía estar a modo. Hasta que el diablo emergió de sus propios escombros.
En la segunda parte, el entrenador de Toluca, Hernán Cristante sacudió a su escuadra. Sacó a dos futbolistas que no aportaron a la ofensiva: Erbin Trejo y Pablo Barrientos, para luego mandar al delantero Enrique Triverio y luego a Jesús Méndez. Eso le permitió que su jugador más abucheado del juego, Rubens Sambueza, concentrara las jugadas al ataque. Sambueza es recordado por su pasado en el Club América, el némesis de las Chivas, y por lesionar hace unos meses a una de sus figuras, Isaac Brizuela.
Los toluqueños se volcaron al ataque, no les quedaba de otra. En una jugada con poca proyección Enrique Triverio mandó un centro al área, el mediocampista defensivo del Guadalajara, José Juan Vázquez, no pudo despejar y le quedó el balón a Fernando Uribe. Empate 1-1. El resultado aún beneficiaba a Chivas ya que tenían una mejor posición en la tabla general. No obstante, un gol de Toluca podía comprometer todo.
De un momento a otro, el equipo rojiblanco mutó a una sala de urgencias. Matías Almeyda mandó a uno de sus mejores jugadores, Ángel Zaldívar, un nueve, en sustitución del lesionado Carlos Fierro. Zaldívar permaneció 15 minutos en el campo y se resintió de una lesión que no lo ha dejado en paz desde el mes pasado. Unos minutos después cayó mal el capitán, Carlos Salcido, y se lastimó la cadera. El entrenador del Guadalajara echó mano de sus suplentes para tolerar las llegadas del Toluca.
La recta final del juego se resumió en el repliegue de los jugadores del Guadalajara. No querían atacar más porque sabían que si perdían el esférico los contragolpes los liquidarían. Los diablos insistieron con Sambueza y Triverio. Hasta ahí. Los de Chivas ganaron su boleto directo a la final del fútbol mexicano, algo que no disputaban desde el 2006, hace 11 años.
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