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Nadal accede a las semifinales por abandono de Carreño

El asturiano se retira por una lesión abdominal, cuando ya había cedido el primer parcial ante el balear, que se batirá el viernes por un puesto en la final con el austriaco Thiem (7-6, 6-3 y 6-0 a Djokovic)

Alejandro Ciriza
El médico atiende a Carreño durante el partido ante Nadal.
El médico atiende a Carreño durante el partido ante Nadal.Petr David Josek (AP)

Rafael Nadal sigue volando en París. El balear ya está en las semifinales, aunque este miércoles logró el pasaporte de un modo inesperado y hasta cierto punto desagradable, porque aunque había sido superior a Pablo Carreño el pulso se terminó mucho antes de lo previsto, con el asturiano dolorido de un costado, lesionado del abdominal. El detonante fue un servicio, antes de que se cerrase el primer parcial, y luego un smash al comienzo del segundo le forzó definitivamente a parar. Consecuencia, abandono: 6-0 y 2-0.

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Se detuvo el reloj a los 51 minutos, cuando Carreño tuvo que desistir. Hasta ese momento se había presenciado un pulso bonito, con buenos peloteos, pero muy desigual, porque hoy día Nadal embiste a todo el que se le pone por delante. Había firmado ya cinco breaks y obligado al asturiano a un desgaste importante. No rechazó el cuerpo a cuerpo Carreño y salió malparado, como en jornadas anteriores les pasase a tantos otros; para muestra, aquella imagen del francés Benoit Paire, rendido el día del estreno, apoyado en la red y cogiendo aire después del castigo.

"Con 5-2 he notado un latigazo muy fuerte al sacar", relató Carreño ante los periodistas. "Lo he intentado, pero se me ha puesto muy dura la zona y el abdominal siempre es delicado... Me fue imposible continuar, porque jugar contra Nadal sin saque y condicionado... Ante alguien como él solo puedes tener opciones si estás al cien por cien, si piensas en lo que debes pensar y no en otras cosas...", amplió el gijonés, que a partir del lunes estrenará el mejor ranking de su carrera, en el 17º puesto; "me marcho de París creyendo más en mí: he ganado cuatro partidos, ante jugadores como Raonic y Dimitrov, y me he demostrado que puedo llegar hasta aquí y competir contra los mejores".

Siempre exige un plus Nadal, físico y anímico. Fuerza y fuerza todo el rato sin bajar el pistón, conduciendo los partidos a su terreno y quebrando adversarios. Carreño, señor torneo el suyo, resistió poco más de media hora. Entonces sintió un dolor abdominal y reclamó la asistencia. Se retiró al vestuario durante algo más de 10 minutos, en los que Nadal se meneó constantemente, porque hacía frío en París y no quería perder chispa. Luego, al volver, con un vendaje en la zona dañada, Carreño lo puso todo, pero en ese remate a bocajarro su cuerpo le advirtió de que lo mejor era la pausa.

Solo 22 juegos cedidos, tres menos que en 2008

De esta forma, Nadal accedió a sus décimas semifinales en Roland Garros, trazando un camino prácticamente impecable; de hecho, más impecable que nunca: solo ha cedido 22 juegos, tres menos que en su participación más exuberante, en 2008. Firmó su victoria número 100 a cinco sets en tierra (100-2) y ahora espera al joven Thiem, al que se ha enfrentado tres veces esta temporada (Barcelona, Madrid y Roma) con un balance favorable: 2-1. Llegarán ambos con la misma cifra de victorias (22) este año en tierra.

No quiero pensar en récords ni en nada de eso. Solo sé que estoy en semifinales, nada más Rafael Nadal

Fue una mañana tristona, porque en París, a unos 13 grados y con fortísimas rachas de viento, se pasó definitivamente a un clima otoñal. A Carreño, una lástima, no le quedó más remedio que ir a la red y tender la mano para la renuncia, pero su actuación deja un poso optimista.

"Obviamente no es la mejor forma de pasar", reconoció Nadal, que la próxima semana ascendería al número dos del listado si Stan Wawrinka no gana el torneo. "Él es un amigo y no es la mejor forma de lograr una victoria, por una lesión del rival... A mí me ocurrió algo similar en el US Open de 2009, pero no actué bien, porque seguí jugando y me hice una rotura abdominal que al principio era de 6-7 centímetros y terminó siendo de 27...", continuó. "No quiero pensar en récords ni en nada de eso. Solo sé que estoy en las semifinales y he tenido sensaciones positivas porque estoy jugando muy bien. Quería estar en esta posición y lo estoy, eso es todo", zanjó.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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