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FÚTBOL INTERNACIONAL | Análisis
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Messi, de Guardiola a Sampaoli

Al igual que el exentrenador del Barça, el nuevo técnico de Argentina prioriza montar un equipo para luego darle la responsabilidad a Leo

Ramon Besa
Messi, durante el partido Brasil-Argentina.
Messi, durante el partido Brasil-Argentina.Robert Cianflone (Getty Images)

Jorge Sampaoli ha decidido armar un equipo antes que buscar a diez amigos que mezclen bien con Leo Messi. Un plan radical, alejado de la nadería que supuso la propuesta de Eduardo Bauzá y más próximo seguramente al pensamiento del Loco Bielsa, señal inequívoca de que el seleccionador va a ser un personaje importante y no un simple gestor de la Albiceleste.

A los debutantes se les acostumbra a juzgar con benevolencia, y más en el caso de Sampaoli, que se estrenó con una victoria ante la invicta Brasil de Tite en el amistoso de Melbourne (0-1). La Canarinha no mereció perder, pero no se cuestionó el mérito del partido disputado por Argentina.

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El equipo tuvo intención, actitud y valentía, un éxito si se atiende a su precaria situación en la clasificación para el Mundial. Hay una propuesta futbolística atrevida que pasa necesariamente por tener la pelota, atacar y recuperar el protagonismo perdido por una de las grandes selecciones como es la Albiceleste. Y la identidad no dependerá de Messi sino de Sampaoli.

Argentina ha tenido al mejor de los solistas y, sin embargo, carece desde hace tiempo de solfeo, circunstancia decisiva para entender la diferencia entre el Messi argentino y el Messi del Barça. El azulgrana interpreta maravillosamente bien el estilo ideado por Johan Cruyff y que se aprende en La Masia. No ha habido un alumno mejor que Messi, hilo conductor de los éxitos del Barcelona. Aunque el estilo ha evolucionado, el 10 ha sido siempre decisivo en los distintos equipos y con los diferentes entrenadores que desde entonces se han sucedido en el Camp Nou. Messi ha sido capaz de reinventarse siempre, últimamente con el tridente que forma con Suárez y Neymar.

La mejor versión del rosarino, sin embargo, se dio en el momento en que tuvo a uno de los técnicos más intervencionistas como fue Pep Guardiola. El hoy entrenador del Manchester City montó un equipo único por su dinamismo y finura en el que Messi desequilibraba como falso 9. No fue un proceso sencillo sino que se consumó con el tiempo en el Bernabéu.

A Messi le costó encontrar también su sitio en el equipo y en la cancha ante Brasil. Al inicio, con Higuaín, no supo asociarse en el doble enganche con Dybala, a pesar de ofrecer sus mejores minutos cuando retrocedió y le dio profundidad a Di María. Y sin Higuaín, Messi se perdió a menudo, no sacó ventaja de su condición de delantero único y se dedicó especialmente a aguantar el cuero por indicación de Sampaoli.

La presión sincronizada de Brasil incomodó al capitán argentino, al que le costó recibir, tirar paredes, gambetear y dar velocidad al juego de la Albiceleste. A diferencia de citas anteriores, el partido no se resume con una antología de las jugadas de Messi, errático incluso en algún pase, sino con el despliegue colectivo de Argentina.

Argentina ha tenido al mejor de los solistas y, sin embargo, carece desde hace tiempo de solfeo

A Sampaoli le ocupa recuperar el sentido de equipo, convencer a sus futbolistas sobre el plan e ir a por el encuentro a costa de asumir riesgos: los repliegues son dificultosos y la defensa de tres sufre cuando se pierde el balón, se precisa de más continuidad y velocidad en la presión y hay que tener más finura y dinamismo para salir con el cuero desde el área de Romero.

No hay dudas en cualquier caso sobre la capacidad de perseverar de Sampaoli. La propuesta pasa por cuidar la pelota hasta ganar para la causa a Messi. Antes que al 10, hay que hacer partícipes a los demás jugadores del ideario del extécnico del Sevilla. El talento del 10 está para marcar las diferencias cuando el equipo esté bien armado, punto de partida de Sampaoli.

“Hay una gran diferencia entre Leo y el resto, siempre será el mejor”, sentenció el técnico cuando se le preguntó por la discreta actuación del 10. Sampaoli estaba contento porque nunca temió por la aportación del rosarino y, por primera vez en tiempo, el triunfo de Argentina se explicaba sin contar con Messi. El azulgrana no jugará en Singapur. Razón de más para seguir hablando de Argentina. Al igual que Guardiola, Sampaoli sabe que para hacer feliz a Messi hay que acertar con el juego y no engañarle con la alineación. Aunque se dude de su liderazgo y no siempre salga bien librado de la comparación con Maradona, el 10 es muy inteligente, tanto como para haberse dado cuenta de que Sampaoli quiere lo mejor para la Albiceleste.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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