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El escudo protector marea a Vettel

El piloto de Ferrari apenas puede probar la última propuesta para mejorar la seguridad en los monoplazas de F-1

Oriol Puigdemont
Vettel, con el escudo en su Ferrari.
Vettel, con el escudo en su Ferrari.David Davies (AP)

Primer fue el Halo, luego el Aeroscreen y ahora es el turno del Shield (escudo), la última propuesta que se ha puesto a prueba en un monoplaza de Fórmula 1 para proteger la cabeza de los pilotos, la única parte de su cuerpo que, al margen del casco, queda a merced de cualquier impacto. En esta ocasión fue Sebastian Vettel, piloto de Ferrari, el encargado de dar su opinión acerca de este elemento de policarbonato similar a un parabrisas, construido por Isoclima, una empresa italiana. El alemán lo probó ayer durante una parte de los entrenamientos en Silverstone, durante el Gran Premio de Gran Bretaña (carrera mañana a las 14.00, Movistar F-1).

La intención era que el tetracampeón del mundo diera unas cuantas vueltas con el escudo, para después poder ofrecer sus impresiones, pero la experiencia solo pudo alargarse durante un giro, porque Vettel se mareó. “Lo probé esta mañana y me mareé un poco. La visión frontal no es muy buena, puede que por la curvatura del cristal. Pero la imagen se distorsiona bastante”, reconoció el líder del campeonato, en plena pugna con Lewis Hamilton. “Nuestra idea era rodar más con él, pero no me gustó nada así que lo quitamos”, añadió el corredor de Heppenheim.

La Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha pedido ayuda a las escuderías para tratar de encontrar una versión que funcione para poder implementarla en el reglamento del año que viene. En caso contrario se obligará a todos los equipos a introducir el Halo, el modelo más antiestético probado hasta la fecha. Consiste en una especie de barra de seguridad en forma de triángulo que se sitúa frente a la cabeza del piloto, y que se ancla en la parte superior del habitáculo, sin ningún tipo de pantalla o visera. La FIA continúa con las probaturas para mejorar la seguridad de los pilotos, sobre todo tras el accidente de Bianchi en 2014, cuando se estrelló contra una grúa. Falleció nueve meses después.

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