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Vachier-Lagrave gana invicto la Copa Sinquefield y es el 2º de la lista mundial

El francés aventaja en medio punto a Carlsen, a quien derrotó en la 4ª ronda cuando estaba perdido

Leontxo García
Maxime Vachier-Lagrave, el pasado enero, durante la última ronda del torneo Tradewise de Gibraltar
Maxime Vachier-Lagrave, el pasado enero, durante la última ronda del torneo Tradewise de GibraltarSophie Triay

Maxime Vachier-Lagrave, de 26 años, ha logrado el mayor triunfo de su carrera al ganar en San Luis (EEUU) la Copa Sinquefield, penúltima prueba del Grand Chess Tour 2017. El francés, que salta al 2º puesto de la lista mundial, superó en medio punto al actual campeón, Magnus Carlsen, y al pentacampeón Viswanathan Anand. El noruego no ha ganado ninguno de los cuatro torneos disputados este año en la modalidad clásica.

Vachier-Lagrave, a quien sus colegas llaman MVL, suele ser más bien parco en palabras, y frío en sus declaraciones: “No creo que pudiera hacerlo mejor en este torneo. En la última ronda [contra el ruso Ian Nepomniachi], sentí la tensión nerviosa en los momentos clave, pero sabía que mi posición era ganadora, y confiaba en ganarla de uno u otro modo”, dijo tras cobrar los 75.000 dólares correspondientes al vencedor. Su triunfo ha merecido elogios unánimes, incluidos los de Carlsen: “Sólo ha pasado apuros en la partida conmigo [que el noruego tuvo ganada y perdió]. Por tanto, su triunfo es justo”. Y los de Gari Kaspárov: “Enhorabuena a MVL por una gran victoria. Y, como suele decirse, si ganas en San Luis puedes ganar en cualquier sitio”, afirmó el excampeón.

Vachier-Lagrave, el viernes por la noche, tras su triunfo en San Luis
Vachier-Lagrave, el viernes por la noche, tras su triunfo en San LuisGrand Chess Tour

Ciertamente, Vachier-Lagrave se perfila como candidato al Mundial de 2018, en teoría. Pero en la práctica lo tiene menos claro, porque es casi imposible que logre una de las dos plazas que dan derecho a disputar el Torneo de Candidatos por la media de puntos Elo de los doce meses del año. Ahora mismo, asumiendo que la lista mundial oficiosa de hoy sea la oficial el 1 de septiembre, Wesley So (con una media de 2.812,5 puntos), Fabiano Caruana (2.812,3) y Vladímir Krámnik (2.809) son los únicos aspirantes razonables para ocupar esas dos plazas, salvo hecatombes harto improbables en el último trimestre; (Vachier-Lagrave (2.797) y Levon Aronián (2.789,4) están prácticamente descartados. Aronián tiene otras dos maneras de entrar en el Candidatos: disputar la final de la Copa del Mundo, que se jugará en Tiflis (Georgia) desde el 1 de septiembre, o que Armenia sea la sede del torneo, en marzo o abril de 2018.

El francés cuenta con otro camino, algo menos difícil: terminar entre los dos primeros del Gran Premio de la FIDE, cuyo último torneo se jugará en Palma de Mallorca del 15 al 26 de noviembre. Hay cinco aspirantes para esas dos plazas: Shajriyar Mamediárov y Alexánder Grischuk, que ya han disputados las tres pruebas clasificatorias y no participarán en Palma de Mallorca; y Liren Ding, Teimur Radyábov y Vachier-Lagrave, que lograrían su objetivo si quedan entre los dos primeros del torneo balear.

Posición de la partida que Carlsen perdió ante Vachier-Lagrave; el noruego hubiera ganado con 46 Td2, en lugar de Tg2
Posición de la partida que Carlsen perdió ante Vachier-Lagrave; el noruego hubiera ganado con 46 Td2, en lugar de Tg2L.G.

No es la primera vez que Vachier-Lagrave sube tan arriba: ya fue el 2º del mundo en las listas de agosto y septiembre de 2016, tras ganar el torneo de Dortmund (Alemania). También se ha llevado el primer premio cuatro veces en Biel (Suiza), y lo compartió una vez en Londres, entre otros éxitos. En la clasificación general del Grand Chess Tour ocupa el segundo lugar con unas ganancias acumuladas de 126.500 dólares, y es el único que puede desbancar a Carlsen si lo hace mejor que él en Londres, del 29 de noviembre al 12 de diciembre. El dato más convincente es que lleva tres años consolidado entre los diez mejores del mundo.

La gran decepción en San Luis ha sido So, quien se perfilaba como la principal amenaza para el reinado de Carlsen. El estadounidense de origen filipino es muy religioso, y derivó su escueto análisis en esa dirección: “Es evidente que esta vez no he podido jugar bien aquí, por desgracia. A pesar de ello, agradezco al Señor la experiencia que he acumulado, y también que me haya dado una carrera profesional”, dijo tras hacer tablas en una partida sin historia con Anand, cuya falta de ambición y combatividad en la última ronda no es fácil de comprender. Con o sin ayuda divina, So tendrá que emplearse muy a fondo en la Copa del Mundo y en Londres para que su inclusión en el Candidatos no corra serio peligro.

Magnus Carlsen, con la txapela de vencedor en la Final de Maestros de Bilbao 2016
Magnus Carlsen, con la txapela de vencedor en la Final de Maestros de Bilbao 2016Manu de Alba

El último torneo de ajedrez clásico que ganó Carlsen fue la Final de Maestros de Bilbao, hace un año. Luego retuvo el título tras superar en el desempate a Serguéi Kariakin en el duelo de Nueva York. Y en 2018 ha jugado cuatro torneos sin triunfar en ninguno: 2º en Wijk aan Zee (Holanda), donde ganó So; 2º en Baden-Baden (Alemania), tras Aronián; penúltimo (9º de 10) en Stavanger (Noruega), donde otra vez ganó Aronián; y este 2º puesto en San Luis. Sin embargo, el escandinavo terminó satisfecho con su juego: “He jugado tan mal últimamente que, en realidad, mi rendimiento aquí me ha animado mucho. Ya sé que estoy lejos de la perfección, por decirlo de algún modo, pero me he sentido con oportunidades de ganar en casi todas las partidas, en lugar de mover madera de un sitio a otro como hacía en torneos anteriores. Tengo muchas ganas de jugar la Copa del Mundo tras descansar un poco”.

Carlsen reconoció en 2015 que nunca se había sentido enamorado hasta entonces, y que esperaba tener más tiempo para pensar en formar una familia cuando consolidase su título mundial. Ahora reconoce su noviazgo con Synne Christin Larsen, pero no hay, de momento, indicios sólidos para afirmar que esa relación esté perjudicando mucho su rendimiento profesional. Es más lógico deducir que su motivación bajó tras el duelo de Nueva York, y que irá subiendo a medida que se acerque la próxima defensa del título, a finales de 2018. Además, es probable que el riesgo de dejar de ser el número uno si no lo hace bien en los próximos torneos también sea un estímulo suficiente. Todo dependerá de cuánto influyan las palabras que su padre, Henrik, suele recordarle de vez en cuando: “Por encima del número uno no hay nada. Pero por debajo hace mucho frío”.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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