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Reportaje:

"Alguno iba a entrenarse con una copa de más"

Pandiani ataca a Lendoiro y a I rureta, y acusa de falta de profesionalidad a algunos compañeros del Deportivo

Xosé Hermida

La caja de los truenos de Walter Pandiani es inagotable. Tras forzar el pasado diciembre su cesión al Birmingham con una retahíla de acusaciones al entrenador del Deportivo, Javier Irureta, y a algunos de sus compañeros, el futbolista uruguayo fue ayer más lejos que nunca en sus ataques. En unas explosivas declaraciones a Radio Marca, Pandiani llegó a decir que algunos jugadores del Deportivo han acudido a entrenarse "con un copa de más".

Desde Inglaterra, Pandiani se desató ayer contra el club al que todavía pertenece y con el que le quedan dos años de contrato. Nadie se libró de sus ataques, empezando por algunos de sus compañeros, a los que, sin embargo, no citó por sus nombres. "Había gente que faltaba a los entrenamientos, que llegaba tarde, quizá con un copa de más", aseguró el ariete uruguayo, que lleva seis temporadas en el Deportivo, una de ellas cedido al Mallorca; "y no había reprimenda ninguna por hacer las cosas mal. Yo lo dije más de una vez, pero al técnico parece que le daba lo mismo".

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Aunque lleve tres meses fuera del Depor, las declaraciones de Pandiani vuelven a perturbar a un equipo que vive atribulado por su mala racha desde principio de temporada y por algunos problemas internos, como el enfrentamiento entre el club y el capitán de la plantilla, Fran, quien se retirará el próximo junio. La arremetida del uruguayo pretende salpicar, sobre todo, al técnico, quien parece haber reconsiderado la decisión que insinuaba algunas semanas atrás de abandonar el Depor al final de esta campaña. Ahora Irureta afirma que estaría dispuesto a continuar por octava temporada consecutiva si lograse clasificar al equipo para la Champions.

Pandiani, relegado a la suplencia por Diego Tristán, acusó a Irureta de no imponer la disciplina y de favorecer a jugadores que descuidan sus obligaciones profesionales: "Yo me he matado por este equipo. He jugado lesionado cuando hizo falta. Pero te matas, te entrenas y te rompes para que luego llegue el fin de semana y juegue el que no tiene que jugar". Según el delantero uruguayo, estas mismas opiniones las expuso en el vestuario y se las trasladó al entrenador "un millón de veces". También trató de comunicárselo, según su versión, al presidente del club, Augusto César Lendoiro, quien se habría negado a oírle: "El presidente no dio la cara para hablar conmigo. Lo llamé no sé cuantas veces y nunca quiso hablar".

El futbolista provisionalmente enrolado en el Birmingham sostiene que "la mitad de los compañeros", entre ellos "gente importante del vestuario", le expresó su apoyo antes de irse cedido. Algunos como Scaloni lo defendieron públicamente y a otros, según Pandiani, les pidió él mismo que no lo hicieran "para que no se buscasen problemas". Una parte de la plantilla, sin embargo, no oculta su animadversión al uruguayo e incluso ha vivido con cierto alivio su marcha a Inglaterra. En privado, hay compañeros que le censuran por su visceralidad y sus reacciones violentas. Pandiani tampoco niega ese rasgo de su carácter: "¿Violento? Puedo ser violento. Me gusta ir de frente y dar la cara, aunque a algunos puede que no les guste".

Las declaraciones de ayer hacen imposible el regreso de Pandiani al Depor, cuyo presidente ya ha mostrado su intención de venderle. "Por nada del mundo volvería", sentenció el volcánico ariete.

Pandiani celebra la consecución de un gol.
Pandiani celebra la consecución de un gol.REUTERS

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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