"De Gea, otro Torres"

Sergio Asenjo llegó el pasado verano al Atlético con el objetivo de acabar de una vez por todas con el debate en la portería rojiblanca desde la salida de Molina. La marcha de Leo Franco al Galatasaray y la vuelta de Coupet al fútbol francés marcaron el final de una era y el principio de otra en la que el titular de la selección española sub 21 era la viga maestra. El director deportivo, Jesús García Pitarch, respaldó la operación, de 4,5 millones de euros -el club se gastó en total ocho millones en refuerzos entre julio y agosto- más la cesión de Diego Costa al Valladolid, para hacerse con "el próximo Casillas", según definió a Asenjo, de 20 años, el presidente, Enrique Cerezo. Pero a la vez Pitarch impidió que David de Gea, a sus 19 la figura ascendente del conjunto filial y el tercero en discordia, por detrás de Roberto, repescado del Recreativo por un millón y ahora cedido al Zaragoza, se buscase la vida en el Wigan de Roberto Martínez. En cambio, intentó su cesión a Las Palmas o al Numancia. "No es quitar a alguien de en medio. Simplemente, lo que tiene que hacer un chico joven es jugar", se justificó entonces Pitarch sin convencer a nadie.

Seis meses después, la realidad de los arqueros del Atlético ha cambiado radicalmente. Nada es lo que era. De Gea, el suplente del suplente, es el nuevo titular indiscutible desde que Asenjo atropelló, resbalón mediante, a Diego Castro dentro del área hace un mes contra el Sporting. Fue la gota que colmó la paciencia de la grada del Calderón, molesta por varias actuaciones anteriores, y que decidió a Quique Flores a "un cambio de aires". "Asenjo ha cometido un error de juventud, como en su momento lo cometieron Casillas, Reina y tantos grandes porteros. No dudo de que lo será, pero ahora el que me parece mejor capacitado es De Gea", zanja cualquier debate el técnico.

"Un cambio tan importante y que afecta a un puesto ya de por sí complejo no se habría producido sin el rendimiento que viene dando De Gea. Eso, lo primero", apunta Emilio Álvarez, el preparador de los porteros, que no cree que el pulso entre los dos cachorros sea perjudicial: "No se ha tomado ningún riesgo. Quizás lo habría sido si se hubiera apostado por un novel para suplir a un meta ya contrastado, pero los dos son muy jóvenes e internacionales... Prefiero una situación así, con dos profesionales con mucha proyección peleando con nobleza por el puesto, que tener a Casillas y Dudek juntos. Ahí cada uno sabe su papel, quién es el titular y quién no".

"Ser titular es un orgullo y toda una motivación, pero eso no quita que me duelan los pitos a Asenjo del Calderón", interviene De Gea, que desde hace unas semanas ya tiene ficha con el primer equipo, aunque la mejora de su caché no evita que su padre vaya a recogerle todos los días al Cerro del Espino. Mientras el canterano ve ahora la vida color de rosa después de humillaciones como la de que Roberto fuese titular ante el Barcelona hace una vuelta por la presencia de Asenjo en el Mundial sub 20 de Egipto, el palentino asume el reto haciendo gala de una de sus principales características: la serenidad. "Todo va bien... Con trabajo, ya volverá el agua a su cauce", dice el fichaje estrella del Atlético. "Es digno de mención que no haya abierto una sola vez la boca para protestar. ¿Nuestro fichaje del verano en el banquillo? Podría haberlo hecho, pero... no", dicen de Asenjo, entre admirados y sorprendidos, en el vestuario. "No es su estilo. Nunca despotrica", apunta el entorno del portero, que ha pagado la falta de empatía con la línea defensiva.

"Lo que le ha pasado es que en el Valladolid sabía de qué pie cojeaban García Calvo y los demás zagueros. Aquí, vistos los desajustes que hay, termina debajo del larguero porque no se fía de quienes tiene delante", prosigue el círculo de Asenjo, al que tampoco le ha favorecido el cambio de un club pequeño a otro con la idiosincrasia del Atlético. "Puede que todavía no se haya acoplado ni adaptado a las nuevas exigencias. No es lo mismo que te chuten 30 veces en el Valladolid a que te prueben una vez cada 20 minutos en tu nuevo destino. Ahí no queda otra. Hay que responder siempre, pasar de frío a caliente", alegan desde el banquillo. "Y por ahí le ha ganado De Gea [le rematan cada media hora], que, además, es de la casa y cuenta con el cariño de la grada, que le ha adoptado como el nuevo Torres... Bendito problema", apostillan los gestores del Atlético."Eso y que es frío como un lobo: tiene aplomo, desparpajo... Es un producto nuestro", saca pecho Ángel Mejías, responsable de los porteros del filial.

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