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FÚTBOL | Barcelona

Rijkaard culpa al vicepresidente de sus malas relaciones

Rossel solicitó su destitución en dos ocasiones la pasada temporada, según el entrenador

Frank Rijkaard, técnico del Barcelona, ha culpado al vicepresidente Sandro Rosell de las malas relaciones que mantienen por entender que el directivo faltó a un pacto al que llegaron para seguir adelante con el proyecto deportivo emprendido.

Rijkaard había manifestado que Rosell solicitó su destitución en dos ocasiones la pasada temporada y hoy explicó que, tras la primera, se dieron "la mano para seguir trabajando por el club, pero del otro lado es compromiso no ha existido y eso ha provocado problemas".

El holandés admitió que, desde entonces, "la relación no ha funcionado más", aunque admitió que la segunda solicitud contra él del vicepresidente, que había concretado al final de la pasada campaña, le había llegado a través de terceros.

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Ante la trascendencia de sus declaraciones, el técnico barcelonista puntualizó que no respondían a un ataque y que únicamente había respondido a la prensa, interesada en su opinión sobre el conflicto.

Frank Rijkaard reclamó incluso parte del mérito por el éxito del proyecto deportivo, coronado con la conquista de la Liga, para Sandro Rosell, al que también responsabilizó de su fichaje como entrenador. "Yo, con mucho gusto, quería trabajar con él, así que el problema es más del otro lado", manifestó Rijkaard, quien consideró sin embargo que Rosell no confiaba en él "y así no se puede trabajar juntos".

Mientras el vicepresidente se declara apartado de la dirección deportiva del club y explica que nadie le comunica el estado de los fichajes, el holandés subraya que es el directivo el que nunca acude a las reuniones donde se exponen y plantean esos asuntos.

El entrenador del Barcelona tampoco dio la responsabilidad absoluta a Sandro Rosell de las incorporaciones esta temporada de Anderson de Souza 'Deco' y José Edmílson, para lo que aseguró que ambas necesitaron de su aprobación y de la del secretario técnico Aitor 'Txiki' Begiristain.

Frank Rijkaard dio otra vuelta de tuerca al precisar que los problemas de Rosell no eran sólo con los técnicos, en referencia a los enfrentamientos que mantiene con buena parte de la directiva.

Todo en manos de la junta directiva

Rijkaard, en cualquier caso, dejó la resolución del caso en manos de la junta y únicamente puntualizó que él no tiene "nada en contra" del vicepresidente azulgrana.

De todos modos, el técnico del Barcelona quiso apartar del conflicto a su compatriota Johan Cruyff, a quien Sandro Rosell ha señalado como uno de los detonantes del conflicto por su influencia en materia deportiva sobre el presidente Joan Laporta.

Rijkaard consideró "imposible" que "la gente responsable del club haga todo lo que dice alguien externo", así que calificó los posibles consejos de Cruyff a Laporta como simples conversaciones sobre fútbol entre amigos.

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